Hoy tengo el placer de empezar con Ártico una nueva aventura en el seno de El Ágora, donde con una periodicidad semanal, voy a hablar del nuevo formato de oro del siglo XXI, como son las series.
Este rincón semanal tratará el fenómeno desde una perspectiva acorde con la linea editorial de El Ágora para comentar y analizar aquellas series que traten temas medioambientales, de desarrollo sostenible, transición ecológica, escasez de recursos o todo tipo de catástrofes naturales o humanas.
En la medida de lo posible intentaré que la selección esté lo más pegada a la actualidad por lo que nada mejor que empezar esta singladura con Ártico, una coproducción germano-finlandesa sobre el descubrimiento y la propagación de un virus mortal que aparece por primera vez en plena Laponia finlandesa.
Las correlaciones son evidentes con la actual crisis desatada por el virus COVID-19 que acapara todos los titulares de los medios y me ha parecido la serie ideal para presentar esta nueva columna semanal de opinión en El Ágora.


Las series y películas que tienen su epicentro en la lucha contra un virus desconocido, tienen cinco fases principales: descubrimiento, identificación, propagación, contención y curación, por lo que nada mejor que utilizar ese esquema para analizaros la serie Ártico.
Descubrimiento
La oficial de la policía finlandesa Nina Kautsalo ( una gran Iina Kuustonen, centro) es la encargada de la investigación del cadáver de un prostituta rusa encontrado en una cabaña en medio de la nada de la Laponia finlandesa en pleno invierno, con síntomas muy poco habituales en esa región helada.
Identificación
En el transcurso de la autopsia, descubren que la chica estaba infectada con un virus mortal que creían erradicado tras haber sido descubierto y controlado en Yemen.
Este giro hace que se una al equipo un virólogo alemán ( Maximilian Brückner, der) que trabaja en el centro de enfermedades infecciosas de Helsinki para colaborar en la investigación, junto a la hermana de la policía ( Pihla Vihtala, izq) que componen el trío protagonista.
Propagación
El equipo mixto de trabajo formado por la policía finlandesa y el virólogo alemán trabajan conjuntamente para encontrar por un lado a las personas infectadas y el modo de contagio, mientras que en paralelo deben averiguar y localizar al denominado paciente cero , causante de la difusión de ese virus erradicado
Contención
Las autoridades tanto locales como nacionales se deben plantear la implantación de protocolos de emergencia para contener la expansión mediante cuarentenas o control estricto de viajeros. Esa contención presenta la ventaja de ser en la Laponia finlandesa, una región muy despoblada, pero con el inconveniente de tener una enorme extensión de territorio que hace imposible un control exhaustivo de todos los accesos.
Curación
La localización del ‘paciente cero’ es fundamental para buscar una posible cura o antídoto para esa nueva cepa de virus, tras poner en peligro en diversas ocasiones a todas las personas implicadas en la investigación, casi siempre por exposición directa al patógeno mortal.
Ártico tiene una trama que a partir de una aparente sencillez, empieza a complicarse cada vez más con la presencia de toda una serie de personajes que pueden estar implicados en esa propagación del virus. La situación pone en estado de alerta máxima a las autoridades locales, dispuestas a cerrar todo el norte de Laponia, para contener la situación si empieza a descontrolarse.
De esta manera frente a nuestra pareja de investigadores, tenemos pululando por la zona con motos de nieve a mafias de trata de blancas de la cercana Rusia, corporaciones opacas farmacéuticas o a un nivel más pedestre los delincuentes locales de poca monta.
Todo acaba convergiendo en una historia trepidante como podéis comprobar con la promoción de Cosmopolitan, el canal español que la ha estrenado en nuestro país y que está disponible en diferentes plataformas de pago.
Más allá del tema médico y virólogo, te van a llamar mucho la atención las vastas superficies heladas y desoladas de Laponia, que dan una sensación de desamparo ante la dureza de la naturaleza en esa región en especial durante las largas noches invernales.


El nombre original de la serie es ‘Ivalo’, la población principal del norte de Laponia, cercana a la frontera rusa y noruega, lo que la convierte en una encrucijada de caminos para trapichear con todo tipo de mercancías, incluidas las humanas.
Otra decisión acertada ha sido el rodaje invernal en Laponia con temperaturas por debajo de los -20ºC pero a cambio de obtener unas imágenes de gran belleza con ese blanco brillante que tan poco habituados estamos a ver en nuestras pantallas y muy por encima de otras propuestas similares con virus polares como ‘Helix’
En resumen, si disfrutáis con un buen misterio polar, Ártico me ha parecido una excelente propuesta, que está de plena actualidad por la crisis del COVID-19 .Personalmente me ha gustado mucho en especial por su gran actriz protagonista, Iina Kuustonen digna sucesora de esas grandes protagonistas nórdicas como Saga Noren en Bron o Birgitte Nyborg en Borgen.