Si tuviera que elegir la serie que mejor definiera la situación actual de caos y desconcierto causada por la pandemia, mi elección sería indudablemente para la miniserie francesa El Colapso, emitida en Francia a finales de 2019 y cuyo estreno en nuestro país en plena desescalada ha sido el mayor éxito popular y a nivel de repercusión social de la pequeña plataforma Filmin.
En esta ocasión me vas a permitir que personalice un poco este descubrimiento que encabezó mi lista personal de las mejores series mundiales de 2019, bastantes meses antes de su boom español. Esa premonición me ha permitido observar con un cierto distanciamiento tanto los elogios apasionados como las críticas virulentas, como si estuviera acariciando un gato blanco en mi sofá.
A pesar de ese tiempo pasado y la falta de referencias que tuve en el momento de su primer visionado, no se me ocurre mejor forma de celebrar su próximo primer aniversario que presentar El Colapso a aquellos lectores de El Ágora que todavía no la conozcáis, para animaros a descubrirla.
El Colapso muestra una sociedad que se está descomponiendo y colapsando a gran velocidad. El resultado te va a fascinar e incluso emocionar en algunos casos, gracias a su atrevida forma narrativa en ocho planos secuencias de 20 a 30 minutos de duración.
La trama
Un suceso del que desconocemos las causas y el origen ha provocado El Colapso (la traducción de L’effondrement del título original) de la sociedad francesa y es la espoleta que provoca unas historias en diferentes localizaciones que comparten la huida y la desesperación de las personas que intentan sobrevivir, como muestran en el tráiler de la serie.
El Colapso cuenta con ocho episodios independientes que empiezan con la indicación del lugar donde nos encontramos y los días que han pasado desde el suceso causante del colapso.
A partir de ese momento, cada episodio es una verdadera montaña rusa de emociones rodada en plano secuencia y en tiempo real, donde vivimos la aventura en primerísima persona como si estuviéramos dentro de la acción.
Cada historia tiene un importante poso narrativo al mostrarnos las diferentes reacciones de las personas individuales y de diferentes colectivos ante ese effondrement o colapso en una sociedad post-apocalíptica.
Esa evolución social nos muestra desde el acaparamiento de los primeros días, hasta las huidas o las meras supervivencias en el tramo final casi cinco meses después del suceso del colapso.
Un buen ejemplo lo tenemos en el caso de la gasolinera del segundo episodio, que es un claro alegato sobre nuestra desesperación ante la dependencia energética.


El Colapso es la creación de un colectivo denominado Les Parasites formado por tres jóvenes cineastas franceses, Gullaume Desjardins, Jéremy Bernard y Bastien Ughietto, que empezaron a destacar por sus cortos y sus atrevidos vídeos en Youtube que llamaron la atención de Canal + para ofrecerles la libertad y la primera oportunidad para crear su propia serie, de manera similar a como hicieron con otro joven talento francés con la fabulosa Calls.
Políticamente comprometidos, no dudan en incluir importantes mensajes sociales y de protección ambiental, a través de sus creaciones como es el caso de El Colapso, donde utilizan el último plano secuencia para explicar cinco días antes del suceso el contexto en el que se han desarrollado las historias independientes que hemos visto para que cada espectador extraiga sus propias consecuencias.
Recuerdo estar viendo los episodios de El Colapso el pasado mes de noviembre con la misma sensación de un descubridor que de repente encuentra una tierra ignota que le parece maravillosa, pero que al no tener referencia alguna, duda de si esa sensación es exclusivamente personal o será compartida por otras personas.
A pesar de esas dudas no vacilé en ensalzarla al máximo porque fue la serie con la que más disfruté en 2019.
Otro aspecto que me ha dado la perspectiva del tiempo han sido algunas historias que cambian completamente de significado, vistas antes o después de la pandemia, como es el caso del episodio que sucede en una residencia de ancianos, por las razones que ya os podéis imaginar.
El Colapso es una serie hecha de forma visceral y así es como la disfruté hace un año, sin pararme a sobreanalizarla para encontrar razones para el ‘no hay para tanto’ que tanto gusta en determinados sectores para cualquier cosa que alcance un cierto reconocimiento social fuera de sus circuitos habituales.
Los actores
Uno de los alicientes para el público francés ha sido la presencia de actores famosos y conocidos que se han prestado gustosos a este experimento como en el caso de Thibaut de Montalembert (Call my Agent) en el tercer episodio, que gira sobre un aeródromo y es uno de los mejores de la serie.


También nos vamos a encontrar con otras caras conocidas de la escena francesa, como Lubna Abazal (The Honourable Woman) o la gran Audrey Fleurot (Engrenages, Un Village Français) que protagoniza el cuarto episodio centrado en una aldea rural,
Hoy me encanta proponerte a través de mi columna semanal en El Ágora el visionado de El Colapso, una serie diferente e innovadora de las que te golpea directamente en el estómago y que te hace plantearte las decisiones que tomarías en esas circunstancias al límite de la supervivencia y que puedes encontrar en la pequeña plataforma Filmin.
