En estos momentos tan complicado, os he estado hablando en mis recomendaciones para la edición de fin de semana de El Ágora sobre series más o menos ligadas a la actualidad tan rabiosa de la pandemía desde diferentes ángulos de vista.
Esta semana he preferido cambiar de tercio y proponerte ver El Embarcadero una serie para evadirte con una propuesta nacional hacia esos inmensos espacios abiertos del maravilloso ecosistema de humedales que es la Albufera valenciana y que encaja perfectamente con la linea editorial de El Ágora, diario del agua.
La trama
El Embarcadero es la historia de Alexandra una arquitecta prestigiosa que enviuda de repente y para su sorpresa descubre que su marido Oscar tenía una amante, Verónica, y una familia desde hace muchos años. Desconcertada y dolida, decide acercarse de incógnito a esa amante que vive en una barraca aislada en plena Albufera valenciana para averiguar todo lo que desconocía de su marido fallecido.
Una de los principios fundamentales de la industria televisiva es aprovechar una buena racha cuando se presenta, como le ha sucedido a los dos creadores de La Casa de Papel, Alex Pina y Esther Martínez Lobato, dos curtidos guionistas que se han visto sorprendidos por el éxito global de la noche a la mañana de su serie de atracos gracias a su difusión por Netflix, tras haber pasado sin pena ni gloria por Antena 3.
Por eso no es de sorprender que Movistar les encargara rápidamente alguna serie para aprovechar su recién adquirida fama y popularidad, para potenciar su catalogo y el resultado ha sido El Embarcadero, una historia sobre un extraño y tórrido triángulo amoroso ubicado en plena Albufera valenciana, un lugar precioso que nos dio una gran serie como fue Cañas y Barro.
El Embarcadero no es una historia de lo más original y desarrolla la premisa inicial en dos lineas temporales, la presente con todos los acontecimientos que se suceden tras la muerte de Oscar y la del pasado mediante flashbacks en los que te van a mostrar la complicada historia de Oscar y sus dos mujeres, centrada en sus intentos de compartimentar su vida entre ambas.
Pronto te vas a percatar que la trama tiene algunas incoherencias con una evidente tendencia a mostrar abundantes escenas eróticas y tórridas entre los tres vértices de ese triángulo, pero que son una maravilla comparadas con las tramas secundarias de su estudio de arquitectura que en mi caso al pertenecer a ese sector, me provocaban cierta urticaria profesional.
Por suerte la fotografía y la ambientación en los maravillosos paisajes de La Albufera salvan la función por la belleza de esas postales por las que van transitando los tres personajes principales. Presenta el continuo aliciente de preguntarte cuál es la verdad y la realidad tras la muerte de Oscar, con ese misterio como eje vertebrador de la historia, según muestra este vídeo sobre detalles del rodaje en esos escenarios naturales de la Albufera valenciana.
Los actores
El triángulo protagonista está interpretado por Álvaro Morte , Verónica Sánchez (izquierda) e Irene Arcos (derercha), como el fallecido marido, su viuda y su amante respectivamente, conformando un trío amoroso muy poco convencional y con unas aristas muy afiladas.
De los tres destaca especialmente Irene Arcos, en el personaje de Verónica, la amante de Óscar y madre de su hijo, una actriz que tras muchos años sobreviviendo con pequeños papeles en la profesión, en esta gran oportunidad se destapa como una gran actriz en un personaje muy complejo y complicado de interpretar sin caer en los tópicos.
Su enorme actuación sobresale por encima de la de Álvaro Morte que cumple muy profesionalmente tras su repentina popularidad gracias a su profesor en La Casa de Papel, aunque sin conseguir sacudírselo de encima en ciertos momentos de su interpretación.
La más floja del reparto es Verónica Sánchez (Los Serrano, Gran Reserva, Sin Identidad), no tanto por la actriz, sino por un personaje al que le toca bailar con la más fea con respecto a la verosimilitud de sus actos y acciones y eso repercute en su credibilidad.
El embarcadero la puedes adscribir a la clase media de las series de Movistar, muy bien producida y realizada pero que no es ninguna maravilla por la endeblez de su sustancia dramática pero que te va a servir perfectamente para pasar un rato entretenidillo delante del televisor con esa mezcla de misterio y erotismo suave con el fondo de las postales de la Albufera, como puedes comprobar en el trailer oficial de la serie.
