La concienciación ambiental a través de los productos audiovisuales es una iniciativa que siempre vamos a apoyar desde El Ágora, en especial cuando lo hacen con ayuda de productos tan innovadores como el que han intentado hacer con Porvenir.
El problema es que a veces no bastan las buenas intenciones en materia de innovación audiovisual si no van acompañadas de una ejecución correcta que entretenga, aleccione e ilustre, al mismo tiempo, sobre temas como el cambio climático.
Porvenir utiliza un formato híbrido que mezcla el documental con voces y entrevistas de los mejores expertos de nuestro país en muchos de los campos de las ciencias ambientales, con una serie de ficción sobre el drama familiar de tres hermanos que acaban de perder a su madre, todo ello bajo la conducción de Iñaki Gabilondo, uno de los comunicadores más prestigiosos de nuestro país.
Como te voy a analizar a continuación, el resultado ha sido tremendamente irregular y desconcertante al no saber combinar esas dos partes en una narrativa integradora, con la parte ficcionada como un verdadero pegote mal diseñado y peor ejecutado, a pesar de tener grandes actores desperdiciados en esa trama.


La trama
Porvenir narra de la mano de Iñaki Gabilondo y en tres episodios titulados ‘Tierra’, ‘Mar’ y ‘Aire’, los enormes cambios que está teniendo la superficie terrestre, poniendo el foco en España, debido a las consecuencias del cambio climático y de las actividades humanas, que están produciendo heridas irreparables en muchos ecosistemas terrestres.
Porvenir visita lugares como el Parque Nacional de Doñana, la isla de Hierro, el cabo de Creus o el alto Pirineo para ilustrar, con el testimonio de expertos en todos los campos, las bases científicas que están abocando a un enorme desastre medioambiental si no le ponemos remedio, como en el siguiente video corte dedicado precisamente a Doñana.
Escuchar a personas como el catedrático Íñigo Losada hablar de dinámica litoral en el Cantábrico o las charlas a tres entre los biólogos Fernando Valladares y María José Sanz y el ecólogo Pedro Jordano hablando sin tapujos de esos graves problemas que nos acucian es una verdadera delicia y justifica plenamente el visionado, gracias a una excelente producción y fotografía, que nos muestran esos parajes naturales de un modo espectacular.
Por desgracia, la parte ficcionada que intercalan entre los testimonios de los científicos es un verdadero desastre que, además de cortar el ritmo del documental, no aporta absolutamente nada a la historia principal, como si fuera un corte publicitario de larga duración que se repite varias veces en cada episodio.
El drama familiar de tres hermanos que acaban de perder a su madre desaprovecha a tres grandes actores como Víctor Clavijo, Roberto Álamo y Marián Álvarez en una historia plana y repetitiva, puesto que nos la narran tres veces desde el punto de vista de uno de los hermanos, repitiendo muchas escenas al cambiar únicamente el eje del narrador.
Me puedo imaginar las buenas intenciones de sus creadores al apostar por ese formato y esa trama familiar, pero a la vista del resultado ha sido un completo fiasco. Tanto es así, que han editado oficialmente un episodio especial dedicado exclusivamente al aspecto documental de 90 minutos de duración, como si se hubieran dado cuenta de que la hibridación no funciona y hayan intentado salvar los muebles con la parte interesante de Porvenir, que es el documental, como puedes comprobar en este corte del episodio dedicado al mar.
Mi curiosidad por Porvenir venía dada precisamente por la parte de ficción, puesto que tome al principio la decisión de no tomar la ruta sencilla de hablar de documentales en este rincón semanal de El Ágora, para centrarme exclusivamente en las series de ficción, pero en este caso no puedo dejar de recomendarte efusivamente la edición final del documental y no perder el tiempo con la serie de ficción.
