Las infraestructuras y el cambio climático son dos de los temas preferentes para el digital El Ágora, lógicamente desde su vertiente más científica y económica. Pero desde nuestro rincón de series del fin de semana te voy a intentar aportar mi granito de arena hablándote de Snowpiercer, que combina de forma distópica una infraestructura ferroviaria imposible con un futuro de glaciación en la tierra.
Snowpiercer es una reinvención de la película del mismo nombre dirigida por el oscarizado director coreano Bong Yong-Hoo (Parásitos) y que tuvo un gran éxito en el momento de su estreno en 2013.
La serie mantiene su premisa del tren que circula en un bucle infinito durante una glaciación, pero creando un universo nuevo más adaptado a la mayor duración de una serie televisiva.
Ficha: Snowpiercer ( USA) 10ep+ 1T 45 min . May 2020- . Cadena: TNT ( USA)- Netflix ( E)
La trama
Siete años después de convertirse la Tierra en un lugar congelado y desprovisto de toda vida por un accidente en la lucha contra el cambio climático del que desconocemos el origen, los últimos supervivientes de la raza humana están a bordo de un tren que circula de forma continua y a gran velocidad por un bucle ferroviario mundial.
El convoy ferroviario consta de 1.001 vagones que en total suman casi 16 kilómetros de longitud y que tardan aproximadamente 133 días en dar una vuelta ferroviaria a la tierra, en movimiento continuo y sin poder parar en ningún momento so pena de morir congelados a los pocos minutos.
En el interior del tren la lucha por la supervivencia humana ha degenerado en un rígido sistema de castas o clases, con los privilegiados de primera llevando una vida de lujo, que va degenerando en segunda y tercera, hasta llegar a un numeroso grupo de polizones que consiguió subir a ese último tren in extremis antes de partir y que sobreviven hacinados y olvidados en los vagones de cola, como muestra el siguiente vídeo con la premisa de la serie.
La máxima autoridad del tren es el misterioso Sr. Wilford que fue el diseñador tanto del tren como de la magna infraestructura ferroviaria y dirige todas las operaciones desde su vagón delantero, dirigiéndose a los pasajeros siempre por megafonía, sin mostrarse jamás en público, como una especie de Dios de los supervivientes.
No te es difícil imaginar las similitudes de la premisa de Snowpiercer con series como Battlestar Galactica o incluso la bíblica arca de Noe, con un grupo de últimos supervivientes huyendo de una catástrofe en busca de un destino mejor, pero con la particularidad en este caso que la huida es en círculos y en ese tren infinito.
Snowpiercer desarrolla la historia a dos niveles, en primer lugar, a nivel general, el de la supervivencia de la raza humana frente a esa glaciación generalizada que ha convertido a la tierra en un erial helado durante siete años, mientras los supervivientes intentan encontrar alguna solución para poder volver a hacer la tierra habitable.
La trama más importante es la que se genera en el interior del tren, con la lucha de clases que, tras estar latente durante muchos años, va a explotar tras el asesinato de varias personas en las zonas nobles del tren. La mano derecha del Sr. Wilford, Melanie Cavill decide llamar a André Layton, un detective de homicidios de Los Ángeles que se encuentra entre los parias de la cola del tren, ofreciéndole un ascenso social en el tren si resuelve el caso.
Poco a poco la historia va a ir degenerando en una brutal lucha de clases con dos bandos absolutamente enfrentados de ricos y pobres y con la ejecutiva y el detective desarrapado como líderes in pectore de ambos bandos para hacerse con el control del tren.
Snowpiercer sigue la máxima de que, en una situación de supervivencia ante un fenómeno exterior, vas a tener más problemas con tus semejantes que haciendo un frente común para sobrevivir y esa lucha de clases es el mejor ejemplo de ese concepto.
En toda premisa distópica debes hacer un acto de fe y no hacerte demasiadas preguntas sobre el nuevo orden en que funcionan las cosas, y eso funciona a la perfección en la película de Bong Yong Hoo, que utiliza al tren como escenario para la lucha de clases, pero no como un personaje más.
En la serie el panorama cambia a peor, ya que mientras el tema de la lucha de clases es perfectamente transferible, a medida que avanzan los episodios se utiliza el funcionamiento del tren para generar todo tipo de peligros, lo que no hace más que ahondar en las propias incoherencias ingenieriles de la premisa y de la glaciación exterior, entrando en el peligroso terreno de hacerse trampas al solitario.
En mi caso y por deformación profesional como ingeniero de caminos, no dejaba de rascarme la cabeza, pensando en el coste de construcción y mantenimiento de esos miles de kilómetros de vía, frente a temperaturas exteriores inferiores a los -100º C.
Tampoco entendía la velocidad y la forma de los desplazamientos interiores en los 16 kilómetros de largo que tiene el tren, con vagones intermedios llenos de animales y de plantas para garantizar el suministro de alimentos al tren que fue diseñado según los parámetros del siguiente vídeo
Esos detalles y muchos otros que iban surgiendo con el peligro semanal que acecha a los pasajeros del tren, más allá de su pugna interclasista, me sacaban bastante de la historia, por la incoherencia de unos guionistas que, como el tren, iban dando vueltas en círculos esperando la inspiración para resolver la situación.
A pesar de mis cuitas personales y si consigues aislarte de esas preguntas ingenieriles, Snowpiercer es una serie bastante entretenida que va de menos a más, con un tramo final bastante apañadito al explotar la tensión interclasista, que le ha valido una renovación para una segunda temporada, con el rodaje paralizado por el tema de la COVID-19.
Los actores
Snowpiercer tiene el lujo de contar como protagonista con Jennifer Connelly en el papel de Melanie Cavill la responsable del tren y mano derecha del Sr. Wilford. Connelly apenas se ha prodigado en televisión al haberse dedicado casi siempre en cuerpo y alma a su carrera cinematográfica plagada de éxitos desde su debut con 12 años en Erase una vez en América hasta ganar un Oscar a la mejor actriz secundaria por Una mente maravillosa.
Connelly siempre ha tenido una presencia magnética en la pantalla y en esta ocasión está bastante por encima de alguno de los diálogos técnicos que tiene que recitar para justificar algunas características del tren.
Por suerte ha tenido un buen antagonista en Daveed Diggs que interpreta a André Layton, el detective de los polizones parias, que le da unas grandes réplicas en las escenas compartidas que tienen desde sus bandos enfrentados.
Diggs es muy popular en EEUU como miembro del reparto original del bombazo teatral que ha sido Hamilton y que le permitió protagonizar una gran serie maldita sobre el hip hop The Get Down. En esta ocasión cumple sobradamente, como la segunda pieza en importancia de un reparto que decae enormemente en calidad en todos los personajes secundarios a años luz de la pareja protagonista.
Esta semana en El Ágora, te he invitado a sumergirte en una distopía futurista con un tren circulando en un bucle infinito en medio de una glaciación total de la tierra. Si te interesa conocer algo de ese universo postapocalíptico, te dejo con el trailer original de Snowpiercer, para que puedas tomar tus decisiones al respecto de su visionado.
Snowpiercer está disponible en su totalidad En España en Netflix
