La digitalización de nuestra sociedad ha tenido como consecuencia principal enormes cambios tecnológicos liderados por empresas innovadoras que han funcionado como disruptoras en mercados muy consolidados como es el caso del sector de transporte privado de pasajeros con la irrupción de Uber. Esa historia es el centro de Super Pumped, estrenada en nuestro país con el clarificador añadido de La Batalla por Uber.
En las páginas de El Ágora hemos tratado en diversas ocasiones temas relacionados con las ‘startups’ y sus rondas de financiación en diferentes sectores económicos, pero el éxito global de Uber y la personalidad de su creador Travis Kalanick hace que Super Pumped sea un magnífico vehículo para conocer todas las etapas de crecimiento de una controvertida empresa tecnológica que para algunos es un unicornio y para otros un enemigo a aniquilar.


La trama
Travis Kalanick es un joven y ambicioso emprendedor que tras diversas experiencias en algunas startups, recoge una idea de su gran amigo Garret Camp, para desarrollar UberCar una aplicación para conectar la oferta de vehículos privados de transporte y la demanda de personas para trayectos puerta a puerta, con unas tarifas variables dependiendo del volumen y del momento del recorrido a contratar.
Esa desregulación salvaje y por libre de las tarifas y la descarada competencia con un sector tan poderoso y controlado como el taxi y las limusinas centra los primeros episodios de Super Pumped para ver cómo nace la empresa y empieza a expandirse más allá de su base inicial de San Francisco, con políticas muy agresivas y con todo tipo de triquiñuelas para sortear las ordenanzas locales sobre transporte, como muestran en el tráiler original de la serie.
Esa agresividad expansiva y comercial ha tenido reflejo hasta en nuestro país, donde las virulentas protestas de los taxistas en las grandes ciudades españolas frente a lo que consideran una competencia desleal y furtiva por parte de Uber y otras compañías similares han llenado buena parte de los noticiarios.
El centro absoluto de Super Pumped es la figura de Travis Kalanick (un exaltado Joseph Gordon-Levitt) y la forma tan personalista que tiene de construir su imperio de vehículos y conductores que muestra en el siguiente vídeo ilustrativo de su personalidad.
Los problemas empiezan cuando tiene que recurrir a financiación externa para seguir su expansión y debe ceder parte de ese poder a un consejo de administración formado por sus inversores, donde destaca la figura de su ángel de la guarda, Bill Gurley (el siempre eficaz Kyle Chandler) el socio principal de Benchmark una gran empresa de capital riesgo que creyó en la idea de Uber desde sus inicios.
Las diferencias de criterio entre Kalanick y Gurley, los dos hombres fuertes del consejo, sobre las estrategias de crecimiento y consolidación de Uber, derivan en una batalla campal por el control de Uber, en el seno de un consejo de administración en el que debe ejercer de árbitro la prestigiosa financiera Amanda Huffington, interpretada por la gran Uma Thurman.
A pesar de la potencia inicial de la idea a desarrollar, Super Pumped ha tenido un desarrollo bastante desconcertante al centrarse demasiado en las excentricidades de Travis Kalanick, al que presenta como un emprendedor visionario, pero más en la línea de un líder de una secta de culto a su personalidad que como un ejecutivo de una empresa multimillonaria.


Tampoco ayuda que sus dos creadores, Brian Koppelman y Brian Levien, que han sido los responsables de la brillante Billions, no hayan acertado en esta ocasión en la puesta en escena al introducir escenas animadas o sin relación alguna con el hilo empresarial, para reforzar ese aspecto descontrolado de su creador. Sacan al espectador de la historia y restan credibilidad al infantilizarla demasiado.
El protagonista
Joseph Gordon-Levitt es un actor que empezó a despuntar como actor infantil en comedias como Cosas de Marcianos para hacer una transición de lo más fluida hacia papeles más adultos hasta escribir y dirigir interesantes películas, mientras seguía actuando con grandes papeles como en El juicio de los siete de Chicago de Aaron Sorkin.
En esta ocasión, Gordon-Levitt está muy desenfocado como Travis Kalanick, con demasiados momentos sobreactuados que ridiculizan a su personaje en lugar de hacerlo más asequible para poder entender su complicada personalidad llena de matices que no se ven en ningún lado en la pantalla, al optar por el recurso fácil de arranques de ira cuando las cosas no le salen bien.
Epílogo
Super Pumped es un interesante documento para conocer la gestación de Uber, una de las multinacionales más importantes y controvertidas de transporte. Un aspecto económico ideal para esta columna quincenal de El Ágora y que nos puede ayudar a entender mejor las leyes de la jungla de Silicon Valley, que tendrán continuidad en una 2T de esta serie antológica que estará dedicada a Facebook y Mark Zuckerberg.
En nuestro país se puede ver en Movistar Series, que la ha estrenado con la siguiente promoción.
