

No hace muchos años, no era nada extraño que cada móvil viniese con su propio cargador específico. De hecho, según la Comisión Europea, durante el 2009 se podían encontrar en el mercado cerca de 30 tipos de cargadores. Esto, que además de causar inconvenientes al consumidor, creaba un desperdicio electrónico innecesario.
Para evitar esa situación, la Comisión Europea facilitó un acuerdo entre los principales fabricantes de teléfonos para adoptar un cargador común para teléfonos móviles smartphones vendidos en la UE, que se materializó un Memorando de Entendimiento (MoU).
Así pues, a partir de 2011 los principales fabricantes de teléfonos móviles de Europa empezaron a vender sus productos con unos cargadores basados en base al conector micro-USB y Lightning, aunque estos últimos estarían presentes solo en Apple.
The @EU_Commission strongly supports harmonisation of chargers for mobiles. In 2009, we had >30 charging solutions. Now 3 main solutions. In the discussion w #industry we insist on the following objectives ✔️consumer convenience ✔️safety & interoperability ✔️reduction of e-waste. pic.twitter.com/jdcJ8pIk7s
— Maroš Šefčovič?? (@MarosSefcovic) January 13, 2020
Con el paso de estos últimos años, esos dos estándares se han convertido en tres, con la introducción del USB tipo C, por lo que, en vista surgimiento del nuevo formato, la Comisión Europea ahora ha vuelto a revivir el debate donde ha reclamado que todos los terminales, incluidos aquellos de Apple, opten por el tipo C.
Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea para las relaciones interinstitucionales, ha sido el responsable de anunciar esta propuesta en un discurso en el que ha recordado “que el esquema común es el más conveniente tanto para los consumidores como para el medio ambiente”.
«Analizaremos una combinación de opciones de políticas, incluidas medidas regulatorias y no regulatorias, para lograr nuestros objetivos», ha pronunciado en su discurso.
Discurso completo de Maros Sefcovic | Fuente: Comisión Europea
Apple se opone
El gigante norteamericano se ha mostrado negativo ante esta proposición. De acuerdo con la compañía que dirige Tim Cook, ellos utilizan un modelo propio que está presente en millones de dispositivos, por lo que, si cambian ahora, ocasionarían un malestar entre sus usuarios, por no hablar del «volumen sin precedentes» de desechos.
Por otro lado, han argumentado que esta transformación sería un paso hacia atrás para el sector al sofocar la innovación en lugar de alentarla. Según ellos, esto dañaría a los consumidores en Europa y a la economía en general.
«Esperamos que la Comisión continúe buscando una solución que no restrinja la capacidad de la industria para innovar y brindar nuevas y emocionantes tecnologías a los clientes», han expresado.
