“Todo comienza con el agua. Incluso aquí, donde parece que la tierra se ha olvidado de ella.” Con esta potente frase sobre los problemas hídricos arranca el primero de los seis cortos documentales de la serie El tema, un proyecto de activismo cultural capitaneado por el popular actor Gael García Bernal que quiere concienciar sobre los principales problemas ambientales que enfrenta México en el contexto actual de cambio climático. Del agua a la alimentación, pasando por la energía o los océanos, no hay problemática que escape a las conversaciones entre García Bernal y la escritora Yásnaya Águilar, que viajan por México lanzando a la vez un grito de alerta y una llamada a la esperanza.
Cada uno de los episodios de El tema, que está producida por la La Corriente del Golfo y dirigida por Santiago Maza, está enmarcados en los ecosistemas y paisajes naturales amenazados por el impacto humano en distintos estados de México. Y, teniendo en cuenta que todo comienza con el agua, el primero se desarrolla en Chihuahua, un estado que ha sufrido una de las peores sequías que se han registrado en la historia del país, mientras crece desmedidamente el cultivo de distintas industrias alimentarias, muchas en Estados Unidos, que hacen lo que Bernal califica de “uso irresponsable del agua”.
A lo largo de los apenas 12 minutos que dura el corto, se alternan imágenes del complicado momento que atraviesan presas de ese estado, como La Boquilla y el Río Conchos, con conversaciones con activistas ambientales, defensores de las tierras, agricultores e ingenieros hidráulicos, que son los encargados de relatar las consecuencias de la difícil situación del líquido vital en esta zona. El principal problema es que México tiene que cumplir con el Tratado de Aguas firmado con Estados Unidos en 1944, que regula cómo los dos países deben repartirse el agua de los ríos Bravo y Colorado. Un pacto que sitúa en una muy difícil situación hídrica a los estados fronterizos, sobre todo en una época de sequías agravadas por el calentamiento global.
De hecho, la cuestión del agua es cada vez más conflictiva en esta zona. El pasado septiembre centenares de agricultores tomaron la presa de La Boquilla y cerraron sus compuertas para detener el flujo de agua que México debe entregar a EEUU, lo que provocó un enfrentamiento con la Guardia Nacional que dejó dos muertos.
Sin embargo, los creadores de la serie evitan señalar a una administración o circunstancia concreta como responsables de la situación, sino que lo tratan como un problema que se ha venido arrastrando desde diversas administraciones federales y locales, sin encontrar cómo resolver el problema antes de que el recurso hídrico se agote.
Y es que la escasez de agua no solo es un reto para Chihuahua: según datos de la Comisión Nacional del Agua de México (Conagua), el 79% del país está amenazado por algún nivel de sequía. Sin embargo, a pesar de este panorama completamente desolador, el documental insiste en la esperanza de revertir esta situación. “Un modelo de agua que respete los derechos humanos y la naturaleza es posible”, concluye el corto Bernal.
Concienciar para poder conversar
“Cuando elegimos el nombre, sentimos la duda de nombrar de forma tan ambiciosa algo que habla de la crisis climática: el tema. Al final prevaleció porque la apuesta es grande y no hay de otra, nada escapa al clima. Cualquier causa, lucha o sueño es atravesada por nuestra casa común y por su clima”, explica Pablo Montaño, co-guionista de la serie, en la página web del proyecto. Porque El tema, más que querer guiar a sus espectadores hacia ninguna conclusión, se esfuerza sobre todo por concienciar para que el cambio climático sea un verdadero tema de conversación social y política en México.
Esto se ve claramente en el segundo capítulo, dedicado a la polución, donde García Bernal y su equipo se desplazan a Monterrey, la ciudad industrial icónica del país, cuya calidad del aire es una de las peores de toda América Latina. “Mucha gente no es consciente de todo lo que nos jugamos porque no se habla lo suficiente de ello”, lamenta un experto en calidad del aire, que también asegura que actualmente la polución “está justificada erróneamente como una externalidad inevitable para el desarrollo”.
“Organizarte y poder hablar de esto es un punto de partida muy hermoso para encontrar una respuesta. La gran mayoría del planeta está consciente de que algo está sucediendo. Hay un diagnóstico que nos está señalando que estamos yendo hacia un desastre. Todos y todas tenemos algo que decir acerca de esto”, explicaba García Bernal en una reciente entrevista en El País. Una idea que refuerza Aguilar al apuntar que es “una sorpresa desagradable” que la crisis climática no sea un tema que “enmarca todo” en la campaña previa a las elecciones federales, previstas para el próximo 6 de junio.
Esta reflexión sobre la importancia de la concienciación recorre todos los cortometrajes. El tercer y cuarto episodio, dedicados a la energía, los productores del documental explican cómo, a pesar de que el Gobierno Federal de México está apostando por el carbón como fuente de energía en contra de todos los principios climáticos, hay organizaciones que gracias a su labor sobre el terreno están demostrando que una relación diferente con el territorio es posible.
Y en el quinto, dedicado a los océanos, retratan como la población local de Cozumel y la comunidad científica luchan por preservar la segunda barrera de coral más grande del mundo, la cual se ve afectada por distintas actividades humanas que aceleran su degradación: cruceros, turismo masivo, deforestación de manglares, contaminación de mantos freáticos y emisiones de CO2.
La serie se completará el próximo 18 de mayo con un último corto sobre la alimentación, que se desarrollará en el estado de Jalisco y al que se podrá acceder, como en las anteriores entregas, de manera gratuita desde YouTube y la página web de la productora. Un último vistazo a El tema del cambio climático que permitirá completar esta difícil de tarea de concienciar sobre los problemas ambientales a los que se enfrenta México, un país que el pasado año fue el 12º más contaminante del planeta, según los datos de Global Carbon Project.