El mar es un estado mental. Una promesa de un entorno más refrescante en los peores días de calor. Sobre todo para aquellos que pasan su verano sin poder contemplarlo. Por eso, proponemos un listado de más de 50 películas que te harán sentir un poco más cerca del océano durante la época estival.
Y es que, sobre el mar, se han hecho grandes largometrajes que abarcan cualquier género cinematográfico. Tenemos distopías futuristas como Waterworld (Costner), superhéroes marinos como Aquaman (Wan), ciencia ficción como Abyss (Cameron) o emotivas comedias como Life aquatic (Anderson).


El océano es también un buen lugar para abordar la condición humana en circunstancias extremas. Para ello, nada mejor que películas que revisan nuestro comportamiento a la deriva como En el corazón del mar (Howard), La vida de Pi (Lee), La aventura de Poseidón (Neame), La tormenta perfecta (Petersen), Cuando todo está perdido (Chandor), Calma total (Noyce), Náufrago (Zemeckis) o Náufragos (Hitchcok).


También podemos observar el desarrollo de aficiones llevadas al extremo como en El gran azul (Besson) o El gran miércoles (Milius). Y adaptaciones de grandes hitos literarios de la altura de Moby Dick (Huston), El viejo y el mar (Sturges) o El señor de las moscas (Hook). Aunque, obviamente, en el mar también hay espacio para el amor. Empezando por Titanic (Cameron), pasando por El lago azul (Kleiser) hasta llegar a 1,2,3… Splash (Howard).


Y claro, los más pequeños también pueden pasar un buen rato bajo el agua. Al menos así lo demuestran La Sirenita (Musker & Clement), Buscando a Nemo (Stanton & Unkrich), Vaiana (Musker, Clement, Hall & Williams), Ponyo en el acantilado (Miyazaki) o Las aventuras de Sammy (Stassen). Y fuera de la animación encontramos otros grandes clásicos como 20.000 leguas de viaje submarino (Fleischer), Capitanes intrépidos (Fleming), Los hijos del capitán Grant (Stevenson), La isla del tesoro (Fleming) o Los robinsones de los mares del Sur (Annakin).


Aunque para aventuras las que nos proporcionan los corsarios del mar, otro subgénero. Aquí encontramos grandes superproducciones como la saga de ‘Piratas del Caribe’ (Verbinski, principalmente) o pequeñas joyas como ‘Piratas’ (Polanski). Y casi piratas fueron los oficiales que se rebelaron en ‘Rebelión a bordo’ (Milestone), los esclavos que lucharon por su libertad en ‘Amistad’ (Spielberg) o los marineros que no confiaban en ver tierra en ‘1492: La conquista del paraíso’ (Scott).


Y si se quiere subir un punto en la acción siempre podremos concentrarnos en las batallas navales de Master and Comander (Weir), Das Boot (Petersen), La batalla de Midway (Smight) o Tora! Tora! Tora! (Fleischer, Fukasaku & Masuda). Y, justo entre medias en cuanto a tensión, Capitán Philips (Greengrass), La caza del Octubre Rojo (McTiernan), Estación Polar Cebra (Sturges), Le llaman Bodhi (Bigelow), Alerta Máxima (Davis), El motín del Caine (Dmytryk) o Marea Roja (Scott).


Por último, en la categoría de películas de terror marino nos centraremos sólo en la fértil subcategoría que mezcla el agobio y el miedo protagonizada por la dentadura infinita del rey del mar. Revitalizada desde el clásico de Spielberg Tiburón, la shark explotation se convirtió en una oportunidad de negocio con largos como Megalodón (Turteltaub), Deep Blue Sea (Harlin), Open Water (Kentis) o Infierno azul (Collet-Serra). Eso sin contar con la saga de Sharknado (Ferrante), que tantas alegrías ha proporcionado a los amantes del cine de Serie B.

