No ha pasado mucho tiempo desde que Jose Luis Gallego afirmó en este diario que la cuarentena ha impulsado el resurgir de nuestra vinculación la naturaleza: ahora miramos con deseo desde la ventana todo ese ambiente que nos rodeaba, inadvertido, sintiendo la necesidad de volver a conectar con él.
Sin embargo, antes de la cuarentena, ciertas personas ya desarrollaron ese sentimiento y trataron de contagiárnoslo a través de iniciativas que, aunque insignificantes, fueron realmente efectivas. Una de ellas fue la desarrollada en 2019 por Boris Presseq, botánico francés del Museo de Toulouse.
A finales del año pasado, a este botánico, apasionado de la biodiversidad urbana, se le ocurrió la idea de marcar con tiza las plantas que nacen en las aceras o pavimentos de las ciudades. Unos seres que, para él, “son infravalorados y que pasan totalmente inadvertidos ante nuestros ojos”.
“Desde el momento que nombras algo, le das existencia. Con esto quiero crear conciencia, el conocimiento y el respeto por las plantas que crecen en las ciudades entre nosotros”, declaró el botánico para el medio francés Bruto.
?Pathways to endless curiosity!
Botanist Boris Presseq from Toulouse Museum has been chalking up life in the crevices, sharing the names and stories of what dwells at the urban frontier, to encourage interest from passers by.pic.twitter.com/XFk936F2Vd— Alex Morss ?⏳ (@morss_alex) January 11, 2020
La reacción de los habitantes de Toulouse “fue espectacular” ya que muchos usuarios de las redes recogieron en sus cuentas las innumerables plantas que fueron nombradas, afirmando que esa iniciativa “además de original”, fue un “toque de atención para darnos cuenta de las cosas que nos rodeaban”.
El proyecto “Sauvages de ma rue” (Plantas silvestres de mi calle, en español) fue la antesala de la idea de Boris Presseq. Desde su creación en 2011, los botánicos que participaron en ella se dedicaron a crear guías interactivas de las plantas que encontraban en las distintas calles de Francia.
Su objetivo es el mismo que el de Boris Presseq: “concienciar sobre el medio que nos rodea y alentar a las autoridades locales a adoptar la biodiversidad urbana para aprender a vivir con plantas que crecen en pavimentos, canales, paredes o pozos de árboles”.
“Desde el 1 de enero de 2017, está prohibido el uso de pesticidas en espacios públicos en Francia, aunque con excepciones. Desde entonces, muchas aldeas, pequeños pueblos y ciudades han decidido adoptar el crecimiento de malezas, en lugar de tratar de controlar cada hierba”, comentan desde su página web.
Esa idea tuvo tanto éxito que traspasó fronteras, dando lugar a proyectos similares en otros países de Europa, como en Reino Unido, donde nació “More Than Weeds”. De hecho, es en este país donde recientemente un grupo de botánicos ha comenzado a marcar y poner nombres a las plantas del lugar, subiendo los resultados a las redes”.
To whomever is chalking names and descriptions of trees on the pavements across Walthamstow. I love you. This made my heart sing today. pic.twitter.com/6lmauYeQVD
— Elizabeth Archer (@edarcherthinks) April 7, 2020
El problema es que allí, tal y como recoge The Guardian, “pintar o inscribir cualquier tipo de marca sobre las vías está prohibido, y puede resultar en una multa de más de 2.500 euros como sanción”. Aunque, los botánicos de allí afirman que prefieren “seguir con la iniciativa para concienciar a las personas”.
A España esta idea aún no ha llegado (o por lo menos no que se haya reflejado), aunque algunos tuiteros señalan que “sería un buen punto de partida para empezar a tomar conciencia del medio que nos rodea”. De hecho, algunos profesionales alaban en redes la iniciativa.
La importancia de las plantas cosmopolitas
En su entrevista, Boris Presseq dejó claro que estas plantas no son una simple decoración de las ciudades, ya que juegan un papel muy importante en el mantenimiento del ecosistema urbano al ser piezas clave para los polinizadores.
“Las plantas se sitúan en la base de la cadena alimentaria y por ello son cruciales para el mantenimiento del ecosistema urbano. Su presencia en las ciudades permite que muchos polinizadores puedan sobrevivir en estos lugares tan humanizados”
En este sentido, un estudio realizado con la flora urbana de Reino Unido llegó a la conclusión de que las plantas urbanas aportan grandes cantidades de polen y néctar a los polinizadores, en algunas ocasiones incluso más que las que podemos encontrar en los jardines.
Dans mon quartier il y a quelqu’un qui identifie les plantes qui repousse sauvagement dans le bitume et je trouve ça trop beau et poétique ? pic.twitter.com/mhVm5mvO6Z
— Juliette ? (@nahotchan) August 19, 2019
“Demostramos que las malezas nativas de los entornos urbanos contribuyen significativamente a aumentar los recursos de polen y néctar, sobre todo a principios de año”, señala el estudio.
Los beneficios están ahí, pero, como decía Jose Luis Gallego, está ahora en nuestra mano protegerlos, cuidarlos y ser conscientes de los beneficios que nos aportan:
“Ojalá una de las enseñanzas que nos deje de este período de confinamiento, este arresto domiciliario que está viviendo el mundo entero y que no olvidaremos mientras vivamos, es lo mucho que necesitamos a la naturaleza y lo mucho que debe cambiar nuestro trato hacia ella”.
