Dentro de las fronteras del Real Jardín Botánico se pueden encontrar maravillas naturales y humanas. Los españoles Rododendros (Rododendron) y lirios (Iris) se mezclan con otras especies extranjeras mientras comparten espacio con algunas estatuas de aquellos que impulsaron la actividad botánica y, como novedad, desde este fin de semana y hasta el 8 de diciembre, también estarán entre ellos unas pinturas de más de 200 años de antigüedad.
En concreto, se trata de un conjunto de 94 ilustraciones de plantas y hongos que proceden de la colección de Jan le Franq van Berkhey, médico y naturalista holandés que vivió entre los siglos XVII y XIX.
Durante 40 años, van Berkhey fue completando su colección con el propósito de de reunir, de forma ordenada y sistemática, ilustraciones de todas las especies botánicas conocidas. Para ello adquirió, encargó, e incluso realizó él mismo más de 8.000 dibujos y grabados de los reinos de la naturaleza, producidos bajo diferentes técnicas y estilos.


Además de las especies vegetales, Franq van Berkhey incluyó en esta colección algunas de las ilustraciones que otros autores botánicos realizaron, como Georg Dyonisius Ehret, Pieter Holsteyn o Johann Michael Seligmann.
De acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), estas ilustraciones fueron ejecutadas en su mayor parte con acuarela, pero también con tinta, aguada y óleo. Las estampas, sin embargo, fueron realizadas mediante entalladura, calcografía, mezzotinta y estampación natural.
Este compendio llegó finalmente a manos del Real Jardín Botánico gracias a que el rey Carlos III la adquirió por subasta pública en 1785.
Para Esteban Manrique, director del Real Jardín Botánico, esta colección refleja los esfuerzos por sintetizar y comprender cómo se organiza la diversidad del mundo natural: “Es un claro ejemplo de la unión de arte y ciencia”, añade.
Regnum vegetabile (Reino vegetal), nombre con el que se ha bautizado a esta exposición, también es el epígrafe bajo el que se agruparon las ilustraciones y materiales botánicos recogidos en el catálogo de la subasta.
Las piezas que se podrán admirar proceden principalmente del archivo del Jardín Botánico, aunque algunas forman parte de las series que se conservan en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
Así pues, cualquiera que lo desee se podrá acercar a este pedacito natural de Madrid para admirar no solo la armoniosa relación entre naturaleza y arte, sino también el afán del ser humano por elevar el ansia de la investigación a lo más alto.
