Donar sangre es uno de los actos desinteresados más valiosos que una persona puede hacer. En el Día Mundial del Donante te recordamos las principales recomendaciones antes y después de extraer sangre, entre las que no falta, por supuesto, beber agua
Cada 14 de junio se celebra, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Día Mundial del Donante de Sangre. El objetivo de este día es agradecer a los donantes voluntarios su aportación y concienciar a la población de la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y otros productos como el plasma.
Las transfusiones de sangre ayudan a salvar millones de vidas al año. Contribuyen a que pacientes con enfermedades potencialmente mortales vivan más tiempo con mejor calidad de vida y posibilitan la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas. Asimismo, tienen una función vital en la atención maternoinfantil, el embarazo y las respuestas de emergencia a los desastres naturales o por causas antropogénicas.
La pandemia de covid-19 ha provocado un descenso generalizado de las donaciones y de las existencias en los bancos de sangre de los hospitales de todo el mundo, incluido España, uno de los países con más donantes de sangre. Por ello, este año, la OMS ha hecho un llamamiento mundial para que este día y a lo largo de esta semana se aumenten las reservas de sangre, un componente clave para garantizar una asistencia sanitaria eficaz.
La importancia de beber agua
Las autoridades médicas recomiendan dormir bien la noche anterior a la donación y acudir tras haber ingerido una comida pobre en grasas y evitar fumar al menos una hora antes de la donación.
Para reducir el riesgo de una reacción vaso-vagal (mareo acompañado de bajada de la tensión) la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber 500 ml de agua antes de la extracción (nunca refrescos, café o bebidas alcohólicas).
Una vez terminado el proceso, se recomienda permanecer sentado 10 o 15 minutos y reponer de nuevo líquidos mediante la ingesta de agua.
Durante el resto del día, es recomendable no hacer esfuerzos excesivos y beber abundante agua para reponer el volumen de sangre extraída y para que la tensión del flujo sanguíneo no caiga.
