El agua, en determinadas situaciones, puede permanecer en estado líquido a temperaturas inferiores a cero grados. Si eso ocurre, se obtiene un elemento inestable que, de entrar en contacto con cualquier superficie, se congela al instante. Las lluvias engelantes precipitan este tipo de agua sobreenfriada



La región de Primorsky, en el extremo oriental de Rusia, se paralizó completamente hace unos días porque una gruesa capa de hielo cubrió todas las superficies al aire libre. Pero ¿qué es lo que ocurrió?
El agua no es solo el elemento más abundante en nuestro planeta, sino que es el ingrediente esencial para engendrar la vida tal y como la conocemos. Por este motivo, no es de extrañar que sea uno de los recursos más estudiados por los científicos. Sin embargo, y a pesar de los amplios conocimientos que tenemos sobre ella y la simplicidad de su forma -dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno-, el agua es todavía una autentica caja de sorpresas.
Por ejemplo, los humanos hemos interiorizado que cuando el agua disminuye su temperatura por debajo de los cero grados Celsius se solidifica hasta formar hielo. Sin embargo, por extraño que parezca, el agua puede sobrepasar ese límite e incluso llegar a los -20°C sin alterar su forma líquida.
Según un artículo publicado en la revista Nature, esto es posible siempre y cuando el agua del que estemos hablando no posea impurezas, es decir, partículas de polvo u otros sólidos que sirvan como detonante para que se inicie la congelación.
“La temperatura de congelación para el agua podría caer por debajo siempre y cuando no existan impurezas ya que la nucleación exitosa del hielo en este escenario prístino puede necesitar mucho tiempo. En el caso de que se consiga agua sin congelar a una temperatura menor que cero grados se dirá que esa agua está ‘sobreenfriada’”, detalla el artículo de Nature.
Ahora bien, el agua sobreenfriada se define como un sistema metaestable, por lo que puede transformarse espontáneamente en cristales de hielo cuando entra en contacto con más hielo, ultrasonidos o agentes que pueden servir como núcleos para la formación de hielo.
Del mismo modo, el artículo de Nature aclara que también es muy difícil mantener el agua sobreenfriada descongelada, “especialmente cuando se hablan de grandes volúmenes, bajo un alto grado de sobreenfriamiento, o por un período prolongado, ya que cada uno de estos aumenta la posibilidad de nucleación del hielo y la congelación del agua”.
«Lluvia de hielo»
No obstante, a pesar de las dificultades para su obtención y mantenimiento, el Observatorio de la NASA asegura que el agua sobreenfriada es un fenómeno muy común en la naturaleza al ser la materia prima con la que se originan las nubes altocumulus. Estas nubes, que ocupan el 8% de la superficie de la Tierra, se originan a una altitud media cuando el agua en suspensión se sobreenfría hasta los -15°C y son las principales responsables de la aparición de “nubes perforadas y de canal en nuestros cielos”.


“Estas nubes aparecen cuando los aviones vuelan a través de las nubes ricas en agua sobreenfriadas. Las alas de los vehículos a menudo disminuyen su temperatura hasta los -20 grados Celsius, sirviendo de este modo como núcleo para que las gotas de agua sobre enfriadas se congelen”, explica la NASA.
“A medida que se forman los cristales de hielo, estos absorben las gotas de agua cercanas. Dado que los cristales de hielo son relativamente pesados, tienden a hundirse, lo que desencadena pequeñas ráfagas de nieve o lluvia que dejan huecos en las capas de estas nubes”, añaden.
Sin embargo, donde realmente se observa el agua sobreenfriada es en las lluvias engelantes. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este tipo de fenómeno destaca por precipitar gotas de agua por debajo de los cero grados que, al contacto con cualquier superficie, congelan todo a su paso.
Para la Aemet, esta lluvia se produce cuando los copos de nieve procedentes de una nube se derriten completamente al atravesar una capa profunda de aire cálido y, posteriormente, se desplazan por una segunda capa estrecha junto a la superficie con temperatura inferior a los 0°C. “En esta segunda capa, las gotas no tienen tiempo de volverse a congelar, llegando a la superficie sobreenfriadas”, señalan.
Automóviles, árboles, arbustos, cables eléctricos y otros objetos se han cubierto con una gruesa capa de hielo.
En Vladivostok, 900 complejos de apartamentos se quedaron sin electricidad, mientras que 120.000 personas informaron problemas con la calefacción.
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— Jean Suriel (@JeanSuriel) November 20, 2020
La última de estas lluvias se observó durante la pasada semana en la región de Primorsky, en el extremo oriental de Rusia. Allí, el agua sobreenfriada comenzó a congelarse por doquier a medida que las lluvias se intensificaron. Tras dos jornadas de precipitaciones, el agua sobreenfriada había creado una capa de hielo de 12 milímetros en todas las superficies.
Esta lluvia engelante colapsó los sistemas de la ciudad y dejó sin electricidad a más de 900 edificios debido a que el cableado eléctrico de las calles no pudo sostener el peso del hielo. Según los medios locales, hacía 30 años que no se vivía una situación igual.