La Tierra es conocida como el planeta azul por ser el color dominante cuando la observamos desde el espacio. Los mares y océanos bañan el 70% de la superficie terrestre, pero este dato solo representa el 0,023% del total de la masa del planeta



El agua es un elemento esencial para la vida, por ello debemos considerarla como uno de los bienes más preciados de nuestro planeta. Pese a que el color azul de mares y océanos destaca desde el espacio, la película que cubre la superficie terrestre es menos profunda de lo que creemos. La profundidad media de los océanos es de 3.000 metros, es decir, tres kilómetros. Sin embargo, el diámetro de nuestro planeta es de 12.742 kilómetros. Este dato demuestra que la cantidad de agua presente en la Tierra es mucho menor de lo que nos solemos imaginar. En realidad, si viéramos nuestro planeta como si fuera una manzana, el agua que lo recubre, sería más fina que la propia piel del fruto. Si lo medimos en términos de masa, toda el agua de la Tierra es solo 0,023% de la masa de nuestro planeta.
Para hacernos una idea, si juntásemos toda el agua de los mares y océanos, las zonas heladas y los acuíferos subterráneos, obtendríamos una esfera de menos de 1.350 kilómetros de diámetro. Puede parecer un dato alto, pero se trata de una cantidad ínfima si la comparamos con el diámetro de satélites como la Luna, de unos 3.470 kilómetros. Esta diferencia es comparable a la existente entre una pelota de baloncesto, que en este caso sería la Tierra, y una pelota de ping-pong, que equivaldría a la cantidad de agua existente en el planeta.
Además, es necesario destacar que de toda esta cantidad, el 97% es agua salada de los mares y solamente un 3% es agua dulce. Por si fuera poco, el acceso para el consumo humano es ínfimo, ya que gran parte del agua dulce está congelada o en acuíferos. En concreto, el 70% del agua dulce está congelada en los polos o en las glaciares, y el 29% está enterrada bajo la superficie. De modo que la cantidad de agua dulce disponible realmente para el uso humano es sólo el 1% del total del agua dulce del mundo. Si antes comparábamos la cantidad de agua del planeta con una pelota de ping-pong, el agua dulce sería el equivalente a una miga de pan y el agua dulce disponible la centésima parte de esa miga de pan.
