Crear conciencia sobre lo que está pasando es muy importante por lo que un grupo de investigadores de la Universidad de Dundee instalaron cámaras para monitorizar el Breiðamerkurjökull, un gigantesco glaciar de Islandia que provee de agua al famoso lago Jökulsárlón.

Apenas son 32 segundos de vídeo, pero en tan poco tiempo podemos observar cómo el cambio climático es una realidad. Las imágenes se recogieron entre el 29 de julio y el 5 de septiembre del pasado año en Islandia y muestran lo rápido que se derrite un glaciar. Es totalmente normal que con la llegada del verano los glaciares pierdan masa, lo que no es normal es que no se recupere después y esto es debido al calentamiento global. Cada año, los glaciares retroceden entre 100 y 250 metros.