El Acuerdo de París sobre cambio climático - EL ÁGORA DIARIO

El Acuerdo de París sobre cambio climático

El Acuerdo de París es un tratado firmado por la mayoría de los gobiernos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mantener por debajo de dos grados centígrados el incremento de temperatura global causado por el calentamiento global


Entre los días 30 de noviembre y 12 de diciembre de 2015, tuvo lugar en París la vigésimo primera sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), así como la undécima sesión de la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes del Protocolo de Kioto (COP-MOP11).

De aquella reunión nació el Acuerdo de París, un pacto histórico que tiene como misión combatir el cambio climático, adaptarse a sus efectos y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un lograr un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono a partir del 2020.

En este sentido, la próxima COP25, que se celebrará en Madrid del 2 al 13 de diciembre, se presenta como la última gran reunión donde los gobiernos deberán ponerse de acuerdo para poder cumplir con las metas marcadas en París.

El objetivo central del Acuerdo de París es conseguir que el aumento de la temperatura mundial en este siglo sea inferior a los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura y que solo alcance los 1,5 grados centígrados.

Acuerdo de París
Para leer el Acuerdo completo en español, pincha en la imagen

“El Acuerdo de París exige a todas las Partes que hagan todo lo que esté en su mano por medio de contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) y que redoblen sus esfuerzos en los próximos años”, indica Naciones Unidas.

Sin embargo, esta meta no ha sido la única a la que se llegó de acuerdo durante aquellos días. dentro del documento también se especificaron los siguientes puntos:

Llegar a la neutralidad climática (artículo 4): Para alcanzar este objetivo de temperatura, las Partes se proponen alcanzar cuanto antes el punto máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, y a reconocer que ese punto máximo llevará más tiempo a las Partes que son países en desarrollo, con el fin de lograr un equilibrio entre las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción por los sumideros de GEI en la segunda mitad del siglo.

Tareas de mitigación (artículo 4): El Acuerdo de París establece compromisos vinculantes de todas las Partes para preparar, comunicar y mantener una contribución determinada a nivel nacional y aplicar medidas nacionales para lograrlos.

También establece que las Partes comunicarán sus contribuciones determinadas a nivel nacional cada cinco años, y proporcionarán la información necesaria para la claridad y la transparencia.

Por otro lado, para establecer una base firme para una mayor ambición, cada contribución determinada a nivel nacional sucesiva representará una progresión más allá de la anterior, y reflejará la mayor ambición posible

Calidad de los sumideros y depósitos (artículo 5): El Acuerdo de París también alienta a las Partes a conservar y mejorar los sumideros y depósitos de GEI  que se hace referencia en él.

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Participación voluntaria (artículo 6): Dentro del Acuerdo se reconoce la posibilidad de participación voluntaria entre las Partes con el fin de alcanzar una mayor ambición en los objetivos de mitigación de gases de efecto invernadero.

Tareas de adaptación (artículo 7): En el pacto se hace hincapié en que los países tienen la obligación de adaptarse al cambio climático.

Evitar las pérdidas (artículo 8): Se reconoce la importancia de evitar, reducir al mínimo y hacer frente a las pérdidas y los daños relacionados con los efectos adversos del cambio climático. En este sentido, se insta a las Partes a reforzar la comprensión, las medidas y el apoyo de manera cooperativa con respecto a esos daños.

Apoyo financiero (artículos 9, 10 y 11): El Acuerdo de París reafirma las obligaciones de los países desarrollados de apoyar los esfuerzos de las Partes que son países en desarrollo para construir un futuro limpio y resistente al clima, al tiempo que alienta por primera vez a otras Partes a que presten o sigan prestando ese apoyo de manera voluntaria.

La educación y la formación sobre el cambio climático, así como la sensibilización, la participación y el acceso a la información, expuesto en el artículo 12, también deben reforzarse en el marco del Acuerdo.

Transparencia en las medidas (artículo 14): Además de presentar información sobre mitigación, adaptación y apoyo, el Acuerdo exige que la información presentada por cada Parte se someta a un examen internacional de expertos técnicos.

Exposición de resultados (artículo 14): En el Acuerdo se señala que cada cinco años, y a partir del 2023, se evaluará el progreso colectivo hacia el logro de los objetivos del Acuerdo de una manera global y facilitadora. Se basará en la mejor ciencia disponible y en su objetivo mundial a largo plazo.

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Además, su resultado servirá de base para que las Partes actualicen y mejoren sus medidas y apoyen y aumenten la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático.

Decisión 1/CP.21: En el pacto se decidió aumentar la ambición de los objetivos a través de una serie de medidas que serían aplicadas antes de 2020, entre las que se incluyen el fortalecimiento del proceso de examen técnico, la mejora de la provisión de fondos urgentes, tecnología y apoyo, y medidas para fortalecer la participación de alto nivel.

El Acuerdo de París quedó abierto a la firma el 22 de abril de 2016 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, 30 días después de que se cumpliera el llamado “doble criterio”, es decir, que lo ratificasen, al menos, 55 Partes que representen como mínimo el 55% de las emisiones globales totales.

Según la ONU, a día de hoy 195 Gobiernos, de los cuales 187 son Partes, los han aprobado y se han comprometido a llevar a cabo las medidas expuestos en él. Sin embargo, hay que destacar que algunos países, como Estados Unidos, se han mostrado contrarios al Acuerdo. De este, el país americano recientemente ha anunciado su voluntad de abandonar el pacto.

Protocolo de Kioto

Antes del Acuerdo de París, nacido durante la COP21, en 1997 los gobiernos acordaron llegar a un acuerdo menos ambicioso conocido el Protocolo de Kioto, un paquete de medidas con el fin de reducir o limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

La importancia del Protocolo de Kioto, que entró en vigor en febrero de 2005, radica en que por primera vez se logró crear un documento que establecía objetivos de reducción de emisiones netas de gases de efecto invernadero para los principales países desarrollados y economías en transición, con un calendario de cumplimiento.

De acuerdo con aquel pacto, las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializados deberían reducirse al menos un 5% por debajo de los niveles de 1990 en el período 2008-2012, conocido como primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto.

En 2006 se comenzaron a negociar los detalles de la continuidad de este Protocolo más allá del final de su primer periodo de compromiso, es decir, a partir de 2013. Así pues, en la cumbre de Doha de 2012 (COP 18/COP-MOP 8), se adoptó un paquete de enmiendas necesarias para hacer posible su continuidad con un segundo periodo de compromiso a partir del 1 de enero de 2013.

No obstante, con la llegada del Acuerdo de París en 2015 el Protocolo de Kioto quedó anticuado, pasando el relevo a este nuevo pacto que cubre el periodo posterior a 2020.



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