Las cinco maravillas naturales que se unen al Patrimonio Mundial

Las cinco maravillas naturales que se unen al Patrimonio Mundial

El Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO se ha actualizado estas semanas con la entrada no solo de enclaves culturales, sino también con maravillas naturales que destacan por su carácter prístino, historia geológica y por su alta diversidad biológica


La lista de Patrimonio de la Humanidad declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se ha actualizado y con sorpresas. Por ejemplo, la ciudad mercantil marítima de Liverpool fue eliminada debido al desarrollo urbanístico en el área.

Junto al Santuario de Oryx árabe en Omán y el Valle del Elba en Dresde, Liverpool se convierte en la tercera propiedad que pierde el estado de Patrimonio Mundial. Pero del mismo modo que otros se van, entran otros nuevos, como el Paseo del Prado y el Buen Retiro, que quita la espina a Madrid por haber sido única capital de la Europa Occidental sin ningún bien inscrito en esa lista.

Ahora bien, no solo de localizaciones culturales se compone la lista, sino que dentro de los más de 1.100 emplazamientos declarados nos podemos encontrar con 218 maravillas naturales inscritas. Cinco de estas últimas se sumaron a la reciente revisión realizada durante estas semanas ¿Quieres saber cuáles son?.

 

Isla Amami-Oshima, Tokunoshima y norte de Okinawa, Japón

Estas tres parcelas de islas abarcan 42.698 hectáreas de selvas tropicales subtropicales, cada una de ellas ubicada en el suroeste de Japón. De acuerdo con la UNESCO, el sitio en su conjunto forma un arco en el límite del Mar de China Oriental y el Mar de Filipinas, cuyo punto más alto, el Monte Yuwandake en la isla Amami-Oshima, que se eleva 694 metros sobre el nivel del mar.

maravillas naturales
Vista aérea de la isla de Tokunoshima

Destaca sobre todo por estar totalmente libre de la presencia humana, hecho que lo ha hecho convertirse en una región con una alta biodiversidad, sobre todo endémica.

“El sitio alberga plantas endémicas, mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces de aguas continentales y crustáceos decápodos, incluidos, por ejemplo, el conejo Amami (Pentalagus furnessi) en peligro de extinción y la rata de pelo largo Ryukyu (Diplothrix legata) en peligro de extinción. Ambos representan linajes antiguos y no tienen parientes vivos en ninguna parte del mundo”, recuerda la UNESCO.

Getbol, República de Corea

Situada en el este del Mar Amarillo en la costa suroeste y sur de Corea, la UNESCO inscribió las planicies de marea de Getbol, formadas por Seocheon, Gochang, Shinan y Boseong-Suncheon.

Comunidad de algas y grullas encapuchadas del este de Asia en la llanura coreana | Foto: ONU

Según explica, el sitio exhibe una “combinación compleja de condiciones geológicas, oceanográficas y climatológicas, además de ser poseedor altos niveles de biodiversidad, con informes de 2.150 especies de flora y fauna y es hogar de 47 especies de invertebrados marinos endémicos y cinco en peligro de extinción, y 118 especies de aves migratorias.

La fauna endémica incluye pulpos de barro (Octopus minor) y depósitos que se alimentan como cangrejos de barro japoneses (Macrophthalmus japonica), cangrejos violinistas (Uca lactea) y poliquetos (gusanos de cerdas), cangrejos fantasmas de Stimpson (Ocypode stimpsoni) o los caracoles de arena de mar amarillo (Umbonium thomasi).

“El sitio demuestra el vínculo entre la geodiversidad y la biodiversidad, así como la dependencia de la diversidad cultural y la actividad humana del entorno natural”, señala la UNESCO.

Complejo forestal Kaeng Krachan, Tailandia

Ubicado en la encrucijada entre los reinos de flora y fauna del Himalaya, Indochina y Sumatra, la UNESCO se decantó por este enclave por su alta biodiversidad, sobre todo en aves, aunque también es el hogar de especies vulnerables, como el cocodrilo siamés (Crocodylus siamensis) en peligro crítico, el perro salvaje asiático (Cuon alpinus) en peligro de extinción, Banteng (Bos javanicus) o el elefante asiático (Elephas maximus).

Cataratas Pa La-U en el parque nacional Kaeng Krachan en Tailandia.

Selvas tropicales y humedales del Colchic, Georgia

Esta ecorregión que se extiende 80 kilómetros a lo largo de la costa oriental templada-cálida y extremadamente húmeda del Mar Negro exhiben uno de los ecosistemas de típicos del Colchic, formados por antiguos bosques caducifolios, pantanos o ciénagas en altitudes que van desde el nivel del mar hasta más de 2.500 metros.

El Parque Nacional de Mtirala se encuentra en la región Colchic de Georgia | Foto: ONU

Los bosques intactos maduros, incluidos los raros bosques tropicales templados costeros, son una de las características naturales más destacadas de la región. Con una gran biodiversidad, se destacan por su naturaleza virgen y su belleza escénica.

De hecho, estos bosques proporcionan un hábitat importante para grandes mamíferos, incluida una de las poblaciones más grandes de oso pardo (Ursus arctos) en Europa. También es el hogar de 19 especies animales amenazadas, incluido el esturión, en particular el esturión Colchic, en peligro crítico de extinción.

Parque Nacional Ivindo, Gabón

Situado en el ecuador en el norte de Gabón, el sitio en gran parte prístino abarca un área de casi 300.000 hectáreas atravesadas por una red de pintorescos ríos de aguas negras. En ellos hay rápidos y cascadas bordeadas por selva tropical intacta, lo que lo convierte en un paisaje de gran valor estético

Parque Nacional de Ivindo | Foto. Lee White

Pero en sus aguas también se puede ver especies endémicas de peces, de los cuales 13 están amenazados, así como de cocodrilos de hocico delgado (Mecistops cataphractus), en peligro crítico de extinción. El parque también cuenta con bosques primarios de Caesalpinioideae biogeográficamente únicos de alto valor de conservación, tal y como señala la UNESCO.



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