A pesar del vital rol ecosistémico que juegan, muchos ríos de la Tierra transportan un agua peligrosa para el consumo humano, debido a la gran contaminación que arrastran. Aguas fecales, plástico o productos químicos son algunos de los poluentes habituales



En el mundo hay decenas de miles de ríos. Aunque su tamaño y profundidad difiera considerablemente según nos refiramos al Amazonas o a un pequeño afluente comarcal en España, lo cierto es que todos tienen en común su condición de ecosistema indispensable para el desarrollo de la vida en la Tierra, además de haber jugado un rol muy importante en la historia de la humanidad. Y es que los ríos no solo son fundamentales para el ciclo del agua y la alimentación humana, sino que proporcionan hogar y alimento a cientos de miles de especies animales y vegetales, sirven de freno al cambio climático, son unos excelentes medios de transporte y generan energía limpia y segura.
Sin embargo, el rápido crecimiento demográfico que ha experimentado la población en el último siglo, unido al desarrollo de una economía global más preocupada por cuánto produce que por cómo lo hace, ha ido poniendo en peligro más y más ríos de todo el planeta. La contaminación provocada por industrias, ciudades y explotaciones agrícolas han saturado los ríos con poluentes que van desde las aguas fecales hasta los químicos tóxicos, pasando por toneladas y toneladas de plástico, lo que está provocando graves problemas de falta de agua potable en muchos puntos del mundo, especialmente en países en vías de desarrollo.
Se estima que, cada año, unas 8 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos. Según un estudio elaborado por investigadores de la American Chemical Society y publicado en 2017, el 90% de estos residuos altamente peligrosos para la vida marina proceden de diez ríos concretos, situados en su mayoría en Asia. De hecho, solo el río Yangtze, en China, descarga alrededor de 1,5 millones de toneladas de desechos plásticos en el Mar Amarillo anualmente.
Sin embargo, hay otros muchos ríos cuyo problema va más allá del plástico: los derrames de petróleo, los vertidos incontrolados de la industria pesada, la escorrentía agrícola o, por supuesto, las aguas residuales sin tratamiento son algunos de los otros grandes desafíos que enfrentan muchos cursos fluviales en todo el mundo. Eso sí, por el momento no existe ningún estudio científico que haya sistematizado una clasificación de estos ríos contaminados más allá del plástico, por lo que los ríos que se citan a continuación, aunque sin duda figuran entre los más contaminados del planeta, no aparecen en ningún orden particular.
Yangtze
El río Yangtze (China), el más largo de Asia y el tercero más largo del mundo, sufre muchos tipos de contaminación: plásticos, escorrentía agrícola, sedimentación, estiércol sin tratar de granjas porcinas, vertidos de industriales y aguas residuales de fuentes municipales. Solo uno de estos contaminantes ha sido cuantificado, el plástico, ya que este río es el que más cantidad de este tipo de residuos descarga en los océanos del planeta, con más de 1,5 millones de toneladas al año.
Pero este está lejos de ser el único problema del Yangtze, ya que la construcción de la presa de las Tres Gargantas y otra decena de diques y desviaciones ha reducido considerablemente su biodiversidad y cortado la salida de numerosos lagos, reduciendo la calidad del agua. En 2012, el río llegó incluso a teñirse de rojo junto a la ciudad de Chongqing, por motivos que aún no están demasiado claros pero que expertos internacionales relacionaron con un exceso de sedimentos proveniente de la agricultura y la industria.
Río Amarillo


Las aguas del Río Amarillo (China) están llenas de un sedimento mineral amarillo conocido como loess, que le ha otorgado su nombre aunque no suponen ningún riesgo para la salud. Sin embargo, en muchos de sus puntos, el agua que contiene está tan contaminada que no es apta ni siquiera para uso agrícola. Y es que, cada año, se vierten en el río más de cuatro mil millones de toneladas de aguas residuales y más de media tonelada de residuos plásticos, según afirma Green Camel Bell, una de las asociaciones ambientales más importantes de China.
A pesar de que el Gobierno ha hecho varias campañas para disuadir a la población de utilizar el agua del río para consumo humano o animal, mucha gente todavía depende de de esta vía fluvial, por lo que el área circundante ha visto un aumento de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, además de un ascenso en las tasas de cáncer y defectos de nacimiento.
Ganges
El río Ganges (India) es sagrado para el hinduismo, ya que sus aguas pueden supuestamente limpiar a las personas del pecado. Pero también es el tercer río más grande del mundo en cuanto a descarga y su condición religiosa no evita que sea el quinto que más plástico expulsa al mar, con más de un cuarto de tonelada de desechos al año.
Y es que la enorme población de más de 400 millones de personas que rodea el Ganges arroja gran parte de sus desechos al río, causando en la zona la expansión de muchas enfermedades transmitidas por el agua. De hecho, los hindúes que no pueden permitirse una cremación se deshacen incluso de sus cadáveresen el río.
Citarum
Si se contempla una imagen reciente del río Citarum, cuesta imaginar que esa masa de residuos pudiera ser en algún momento un río. Localizado en la isla de Java, que alberga a más de la mitad de la población de Indonesia, da servicio a casi 150 millones de personas que utilizan el agua del río para beber y pescar, aunque también para deshacerse de sus aguas fecales. Sin embargo, el mayor problema está en las miles de fábricas, principalmente del sector textil, que bordean el río y vierten rutinariamente sus desechos en él, tiñendo al agua cualquier color menos el natural.
Y es que, aunque estas fábricas están legalmente obligadas a limpiar el agua después de usarla y antes de arrojarla al río, este proceso rara vez se realiza y los infractores casi nunca son procesados, algo que perjudica gravemente a una población que se sigue sirviendo por obligación de las aguas del río para su día. Además, a pesar de que en diciembre de 2008 el Banco Asiático de Desarrollo aprobó una ayuda de 500 millones de dólares para sanearlo, el estado del río sigue siendo lamentable en la mayoría de sus tramos.
Pasig
El río Pasig, en Filipinas, aunque es una de las principales vías fluviales de Manila, la capital del país, está rodeado en su mayor parte por barrios marginales de chabolas, una concentración de pobreza que contribuye directamente al abandono del río.
Las aguas residuales y la basura se vierten a diario en el río de las comunidades que viven junto a él, pero es que, además, el Pasig también absorbe enormes cantidades de escorrentía industrial. De hecho, este río está tan fuertemente contaminado que ha sido declarado “biológicamente muerto”, lo que significa que no hay ningún tipo de vida que pueda sobrevivir en sus aguas.
Nilo
Aunque Egipto ha construido varias presas en la parte alta del río Nilo para asegurar la calidad de sus aguas a su entrada al país, la parte más contaminada de este río está en el tramo inferior, que concentra a más de 50 millones de personas. Es ahí donde empiezan los problemas: escorrentías agrícolas y descargas de desechos domésticos e industriales, incluidos el aceite y los desechos de los barcos de pasajeros y fluviales, se filtran sin ningún control al que es el río más largo del planeta.
La magnitud de este problema se aprecia especialmente al tener en cuenta que, según apunta la OMS, las enfermedades más comunes en Egipto son diarrea bacteriana, fiebre tifoidea y esquistosomiasis, unos males completamente vinculados al agua no potable y el saneamiento deficiente que sufren muchas partes del Nilo.
Doce
El río Doce, en Brasil, es una de las pocas vías fluviales de esta lista que no debe su contaminación a la acción continuada del ser humano, sino a una catástrofe ecológica muy puntual, aunque también provocada por el hombre. Y es que, aunque su nombre significa “dulce” y sus más de 800 kilómetros suministran a toda la población de Espírito Santo y Minas Gerais, su agua es completamente inutilizable.
En noviembre de 2015, dos presas de contención de desechos provenientes de la extracción del mineral de hierro se rompieron, derramando 60 millones de metros cúbicos de lodo tóxico en el río Doce y matando al menos a 17 personas. Pero es que además, ese lodo estaba tan cargado de metales pesados que la vida vegetal y animal en este río ha sido totalmente destruida y puede que nunca vuelva a la normalidad. En la región, la población está obligada a utilizar agua mineral ante la imposibilidad de extraerla del río.
Danubio
No solo hay contaminación en los ríos de los países en vías de desarrollo. En el corazón de Europa, en el que quizás sea uno de los ríos con mayor importancia histórica del continente, también hay problemas. El Danubio es la vía fluvial con la mayor concentración de antibióticos de Europa y el más contaminado en general del continente, según un estudio de la Universidad de York, que señala que la concentración de antibióticos viene principalmente de la ganadería intensiva.
El río arrastra otros problemas relacionados con contaminantes químicos que produce la agricultura de la región. Además, un estudio realizado en Austria el año pasado descubrió que 40 toneladas de microplásticos se transportan cada año solo a través del tramo del río del país.
Mississippi
El río más emblemático de Estados Unidos tiene el sobrenombre del “gran embarrado” por su color marrón oscuro, debido a la gran cantidad de sedimentos que transporta. Pero el gran problema del Mississippi no tiene un origen natural, sino humano. En el pasado, el río ha sufrido varios vertidos de petróleo que han diezmado su biodiversidad, pero el mayor problema actual viene de la industria y la agricultura.
En la desembocadura del río en el Golfo de México existe una gran Zona Muerta que abarca unas 8.000 millas cuadradas, creada principalmente por la escorrentía de fertilizantes a base de nitrógeno que la agricultura vierte en el Mississippi, algo que provoca niveles muy bajos de oxígeno en las aguas costeras y mata la fauna y la flora.
