El Corredor Seco Centroamericano, una de las zonas del mundo más vulnerables al cambio climático, recibirá ayuda del Fondo Verde del Clima de la ONU para aumentar la resiliencia de la zona ante sequías e inundaciones cada vez más frecuentes a causa del calentamiento global



El Fondo Verde del Clima de Naciones Unidas ha otorgado al denominado Corredor Seco Centroamericano 150,5 millones de euros (174,3 millones de dólares) que se destinarán a aumentar la capacidad de adaptación a los efectos de la crisis climática, principalmente eventos extremos relacionados con el agua.
Esta extensa área corre paralela a la costa del Pacífico desde Chiapas, en México, hasta al occidente de Panamá, dejando tierras áridas también en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y parte de Costa Rica. Se trata de un tramo de tierra de 1.600 kilómetros de largo y de 100 a 400 kilómetros de ancho que concentra el 90% de la población de Centroamérica y las principales capitales de esta región geográfica.
Se trata de una de las zonas más vulnerables del mundo a la crisis climática, azotada por una serie de sequías cíclicas estrechamente relacionadas con el fenómeno de El Niño. Además, el Corredor Seco también sufre de manera cada vez más frecuente fenómenos climatológicos extremos como huracanes y destructivas tormentas tropicales que provocan inundaciones y aluviones que arrasan todo a su paso.
El Programa del Corredor Seco del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ha recibido la financiación del Fondo Verde del Clima y sus recursos beneficiarán a 2,4 millones de personas a través del acceso a asistencia técnica y crédito para poner en marcha prácticas de adaptación a la crisis climática.
El presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, dijo que la iniciativa forma parte del Programa Centroamericano de Reconstrucción Resiliente por 2.513 millones de dólares aprobado por el banco regional en noviembre de 2020 como respuesta a los efectos de los huracanes Eta e Iota.
El objetivo del programa centroamericano «es proveer recursos a los países de la región SICA (Sistema de la Integración Centroamericana) para la financiación de proyectos que enfrenten y prevengan los desastres naturales para adaptarse a los efectos del cambio climático e implementar medidas de corto, mediano y largo plazo», explicó.


Del monto aprobado por el Fondo Verde, 84,3 millones de dólares son donados para poner en práctica medidas de Adaptación basadas en Ecosistemas (AbE) y 60 millones de dólares son recursos reembolsables canalizados a través de instituciones financieras aliadas al BCIE, agregó.
Los restantes 30 millones de dólares fueron otorgados para garantías parciales que respaldan los créditos, señaló el BCIE, institución que canalizará 42,8 millones de dólares a través de sus instituciones financiaras aliadas y 51,3 millones de dólares como contribuciones en especie de parte de los países socios.
El BCIE, fundado en 1960, continúa «consolidándose» como la institución financiera líder en Centroamérica en movilizar recursos del Fondo Verde del Clima, que contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático. Hasta ahora ha logrado la aprobación de 526,5 millones de dólares para la ejecución de cuatro operaciones de inversión en la región centroamericano.
