Barcos y aviones de ayuda humanitaria están llegando por fin a Tonga con suministros para hacer frente a la escasez de agua potable, uno de los problemas más acuciantes tras la explosión de un volcán y posteriores tsunamis
La ayuda humanitaria por fin llega a Tonga tras la erupción del volcán Hunga Ha’apaie. Una ensordecedora explosión el pasado sábado provocó tsunamis que destruyeron aldeas, centros turísticos y muchos edificios y cortaron las comunicaciones de la nación de unas 105.000 personas.
Los primeros vuelos desde Australia y Nueva Zelanda aterrizaron en Tonga este jueves con suministros de agua muy necesarios para saneamiento e higiene, así como refugio, equipos de comunicación y generadores de energía.
También, a primera hora del viernes, un barco de la Marina de Nueva Zelanda, el navío HMNZS Aotearoa, arribó al puerto de Nuku’alofa cargado con 250.000 litros de agua potable para abastecer a la población y una planta de desalinización con capacidad de producir 70.000 litros al día.
La contaminación de los acuíferos por las cenizas volcánicas y su salinizacióna a causa de los tsunamis han hecho que la escasez de agua potable sea uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta Tonga estos días.
También se espera la llegada este viernes de dos aviones japoneses partieron el jueves de la base aérea de Komaki con suministros de ayuda y un segundo vuelo australiano y que tuvo que regresar el jueves por problemas técnicos también llegará previsiblemente este viernes. Más ayuda está en camino con el HMAS Adelaide en ruta desde Brisbane que se espera que llegue la próxima semana.
ONU, sobre el terreno en Tonga
El portavoz de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, dijo en una sesión informativa que que la agencia estaba en estrecho contacto con las autoridades para prestar toda la ayuda necesaria.
«Los equipos de evaluación han llegado a la mayor parte del país, incluidas islas remotas y aisladas», dijo Dujarric. «Seguimos seriamente preocupados por el acceso al agua potable para 50.000 personas en todo el país. Las pruebas de calidad del agua continúan y la mayoría de las personas dependen del agua embotellada», señaló.
Unas 60.000 personas se han visto afectadas por los daños a los cultivos, el ganado y la pesca debido a la lluvia de cenizas, la intrusión de agua salada y la posibilidad de lluvia ácida, dijo Dujarric. También hay escasez de combustible.
Los enlaces telefónicos entre Tonga y el mundo exterior se volvieron a conectar por satélite el miércoles por la noche, aunque es probable que la restauración completa de los servicios de internet lleve semanas.
A pesar de los problemas de conexión, algunos los tonganos han logrado acceder a las redes sociales para publicar imágenes de la destrucción por el tsunami y dar cuenta de su conmoción después de la explosión masiva.
