España y Portugal refuerzan su cooperación en materia hidrológica para afrontar de manera conjunta planes de sequía e inundaciones en las cuencas compartidas y mitigar el impacto del cambio climático en las aguas que nos unen



La frontera entre España y Portugal está hecha de agua, cinco ríos riegan ambos países, Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana; cuya gestión es una responsabilidad compartida entre ambos Estados que ahora refuerzan su Convenio de cooperación el de la Albufeira para ampliar esta cooperacion al combate de sequías e inundaciones que augura el cambio climático.
La Comisión para la Aplicación y Desarrollo del Convenio de Albufera (CADC) para la protección y aprovechamiento conjunto de las cuencas de España y Portugal ha acordado en una reunión telemática crear un grupo de trabajo sobre sequías e inundaciones en las cuencas hidrográficas comunes entre ambos países: Miño-Limia, Duero, Tajo y Guadiana.
Además, a este grupo de trabajo se incorporará la información sobre fenómenos extremos en los informes trimestrales conjuntos y, además, han llegado al acuerdo de cerrar antes de final de 2020 un protocolo para los intercambios de información en tiempo real.
El Convenio de Albufeira entre España y Portugal permite coordinar los procesos de planificación hidrológica y de gestión del riesgo de inundación, y desplegarán a lo largo de 2021 actividades conjuntas de participación pública sobre esos procesos.
En la reunión se han expuesto los avances registrados desde la anterior reunión, que se celebró en Madrid en 2018 como la preparación del informe hidrometeorológico conjunto sobre el seguimiento de caudales en las cuencas compartidas, la coordinación de los procesos de revisión de los planes hidrológicos y de gestión de los riesgos de inundación para el periodo 2022-2027 para las cuencas citadas, así como distintas cuestiones de detalle en materia de usos y aprovechamientos del dominio público hidráulico en los tramos internacionales.
Tanto España como Portugal han celebrado el avance de varios proyectos conjuntos de protección de las aguas financiados por el programa Interreg de la Unión Europea, y se comprometen a continuar estas actividades en el próximo periodo de programación de fondos.
El grupo de trabajo sobre sequías e inundaciones permitirá incorporar información sobre fenómenos hidrológicos extremos en los informes trimestrales que se elaboran por los dos países y el acuerdo para concluir, antes de final de este año, un protocolo de intercambio de información hidrometeorológica en tiempo real.
Por último en el clima habitual de cooperación y buen entendimiento entre ambos países, España ha ofrecido su apoyo a Portugal para los trabajos que en este ámbito del agua Portugal vaya a desarrollar durante el primer semestre de 2021 en relación a la presidencia del Consejo de la UE, en la que sucederá a Alemania.
CONVENIO DE LA ALBUFEIRA
Históricamente, los gobiernos de España y Portugal han firmado acuerdos bilaterales, en beneficio mutuo, sobre los usos y aprovechamientos de los ríos transfronterizos.
El establecimiento de dichos acuerdos, mediante Tratados y Convenios, ha sido una lógica consecuencia de la continua transformación política, social y económica de ambas Naciones, y ha contribuido en gran medida al desarrollo y al bienestar de los pueblos que se benefician de sus recursos hídricos.
Las cuencas hidrográficas a las que hacen referencia los convenios son las de los ríos: Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana.
Convenio en el que se contemplaran los mecanismos que acogieran, además de los principios básicos acordes con el devenir de los tiempos, las nuevas exigencias que se iban a derivar de la Directiva Marco del Agua (DMA), de inminente aprobación, y la situación actual de las cuencas compartidas en aspectos tan relevantes como la calidad de las aguas y la disponibilidad de los recursos como respuesta a los periodos de sequía.
En este sentido, el Convenio de Albufeira hace amplia alusión a la figura de cuenca hidrográfica, como unidad de referencia para el estudio, planificación y gestión del medio hídrico, abarcando tanto las aguas superficiales y subterráneas, así como los ecosistemas relacionados con el medio hídrico. Asímismo, desarrolla mecanismos que permiten una gestión más abierta y participativa de los usuarios tradicionales y nuevos actores, dando soporte a un desarrollo sostenible del medio natural.
El Convenio de Albufeira permite la aplicación de las normativas comunes, según cumplimiento de la DMA, así como la aplicación y desarrollo de las políticas de aguas propias de cada una de las partes.
CUENCA DEL MIÑO
La Cuenca del río Miño está localizada en la parte noroeste de la Península Ibérica. Cuenta con una superficie de 17.757 km² en territorio español, sirviendo en sus últimos 76 km de frontera entre España y Portugal, y de estos últimos, 33 km son navegables.
La cuenca del Miño, en parte española, está gestionada por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, la cual considera, a efectos de planificación, la denominada Demarcación Hidrográfica Miño, que agrupa las cuencas del río Miño y Limia.
Los principales aprovechamientos que se realizan en la cuenca provienen de los caudales que fluyen por los cauces, regulados mediante embalses para el abastecimiento del regadío, poblaciones y en gran medida para su aprovechamiento hidroeléctrico. Dentro de los sistemas productivos se destaca el sector agrario y el energético.
La cuenca del Miño tiene un clima moderado, con inviernos suaves, veranos frescos, aire húmedo, abundante nubosidad y precipitaciones frecuentes en todas las estaciones. Las precipitaciones tienen un amplio rango de variación, oscilando entre 700 y 1.900 mm/año, siendo la influencia atlántica y la propia morfología de la cuenca las que marcan estas precipitaciones.
Todo el curso del río Miño está declarado Reserva de la Biosfera.
CUENCA DEL LIMIA
La demarcación hidrográfica internacional hispano-portuguesa del río Limia está localizada en la parte noroeste de la Península Ibérica. Cuenta con una superficie total de 2.387 km², de los que 1.329 km² están en territorio español.
La cuenca del Limia, en la parte española, está gestionada por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, la cual considera, a efectos de planificación, la denominada Demarcación Hidrográfica Miño-Limia, que agrupa la cuenca del río Limia y Miño.
En la parte española de la Cuenca Hidrográfica del Limia se cuenta con un clima moderado, de inviernos suaves, veranos frescos, aire húmedo y abundante nubosidad y precipitaciones frecuentes en todas las estaciones, siendo la influencia atlántica y la propia morfología de la cuenca las que marcan las precipitaciones.
En la parte española de la cuenca del Limia, no se encuentran grandes núcleos urbanos y no se destaca tampoco la industria, siendo de mayor importancia la producción energética.
CUENCA DEL DUERO
La demarcación hidrográfica internacional hispano-portuguesa del río Duero está localizada en la parte noroeste de la Península Ibérica. Cuenta con una superficie de 97.290 km², de los cuales 81% corresponden a territorio español y 19% a territorio portugués, lo que la convierte en la mayor de las cuencas peninsulares.
El clima en la parte española de la Cuenca Hidrográfica del Duero es predominantemente continental, con marcado carácter mediterráneo, excepto en el norte de la cuenca, debido a su aislamiento orográfico, con veranos secos e inviernos fríos. En la parte más occidental, en las proximidades a la frontera portuguesa, el clima es ligeramente más suave, ya que la ausencia de cadenas montañosas permite la influencia del Océano Atlántico.
Las precipitaciones ofrecen una buena correlación con la altitud. La irregularidad en la ocurrencia de las lluvias es muy importante, tanto en su distribución a lo largo del año como en la interanual. Suele llover desde el otoño hasta la primavera, y prácticamente no llueve en los meses del verano. La irregularidad anual ofrece años con valores medios en la cuenca del orden de los 800 mm y otros que apenas llegan a los 300 mm.
De acuerdo con los datos del padrón municipal del año 2002, la población permanente en la parte española de la cuenca del Duero es de unos 2.130.000 habitantes, con una densidad de población de tan solo 27 hab/km², valor bajo o muy bajo en el contexto europeo e incluso en el español. La población se agrupa en 4.359 núcleos urbanos habitados, 3.992 de los cuales cuentan con menos de 500 habitantes.
En la estructura socioeconómica de la cuenca española del río Duero juega un papel fundamental el sector agrario, donde la productividad es mayor que la media nacional (11,3% en 1985), y con una población ocupada del 22,5% en 1989. El sector industrial ha alcanzado en los últimos años una productividad superior a la media nacional del 12%, siendo la industria química, la transformación de los metales y la producción de energía los más relevantes. El sector de los servicios ha experimentado un fuerte crecimiento en las actividades terciarias.
CUENCA DEL TAJO
La demarcación hidrográfica internacional hispano-portuguesa del río Tajo está localizada en la zona central de la Península Ibérica, es de forma alargada y orientada de Este a Oeste. Cuenta con una superficie de 83.678 km², de los cuales 67% corresponden a territorio español y 33% a territorio portugués.
En la parte española, la cuenca del Tajo se encuentra caracterizada por una zona de clima mediterráneo marcadamente continental, con las particularidades comarcales lógicas creadas por la altitud, la latitud y la mayor o menor distancia al océano Atlántico.
En cuanto a las temperaturas el rasgo más característico es su variación estacional, con veranos secos y calurosos e inviernos fríos.
La cuenca del Tajo, en la parte española, tiene una pluviometría anual media de 660 mm, distribuyéndose de manera estacional (con máximos en primavera y otoño) y con una marcada distribución en función de la altitud. Sus recursos hídricos más importantes son de aguas superficiales desde donde se abastecen las mayores demandas. La parte española de la cuenca del Tajo, corresponde en un 55% de su superficie a masa forestal. Los cultivos, tanto de secano como de regadío, constituyen alrededor del 10% de la superficie de la cuenca. En la cuenca del Tajo se presentan problemas de erosión por los cuales el agua se convierte en el agente mas importante, arrancando y transportando una gran cantidad de suelo. El desarrollo de los procesos erosivos se da especialmente en las cabeceras de los ríos, al conjugarse varios factores favorables como las pendientes acusadas, precipitaciones frecuentemente de carácter torrencial y un aumento de la vulnerabilidad del suelo como resultado de la actividad humana.
La población total en la cuenca del Tajo, parte española, según el censo del INE del 1 de enero del 2004, es de 6.999.646 habitantes, distribuidos en 1008 municipios, de éstos, 178 municipios acogen el 82% de los habitantes y que corresponden a la provincia de Madrid.
CUENCA DEL GUADIANA
La cuenca hidrográfica internacional hispano-portuguesa del río Guadiana cuenta con una superficie total de 67.133 km², de los cuales 55.513 km² se sitúan en España y 11.620 km² en Portugal.
El clima de la cuenca es de tipo mediterráneo seco, teniendo en su parte alta una precipitación media escasa e irregular, con frecuentes años secos, índice de humedad bajo e insolación alta, evaporación significativa y período libre de heladas reducido a cuatro meses. Las precipitaciones se concentran en el período Octubre-Abril mientras en los meses restantes se presenta un período estival donde la carencia de precipitaciones es casi total. Las precipitaciones no se distribuyen homogéneamente sobre la cuenca, se observa que esta varía desde los 350 mm hasta los casi 1.000 mm, con una media de 550 mm.
Las temperaturas máximas se registran en los meses de Julio y Agosto y las mínimas en Diciembre y Enero. La temperatura media de la zona oscila entre los 11ºC en la cabecera del Gigüela y los 17ºC en Badajoz, aumentando progresivamente a lo largo de su eje principal. La mayor parte de la Cuenca se encuentra entre las isotermas de 16-17ºC, con unas mínimas de 13-14 ºC en la zona Alta del Guadiana y unas máximas de 18-19 ºC en la desembocadura del Guadiana.
Los principales aprovechamientos de la cuenca se realizan a través de embalses y pozos, con importantes demandas por parte del uso agrícola, principalmente, además del abastecimiento a las poblaciones (1.472.800 habitantes al 2005), la industria y las centrales hidroeléctricas.
De acuerdo con los trabajos realizados en cumplimiento de los artículos 5, 6 y 7 de la Directiva Marco del Agua, se deduce que la cuenca española del Guadiana contiene un número muy importante de masas de agua protegidas, abarcando todas las tipologías (ríos, lagos, modificadas y artificiales).