Los datos de la Aema reflejan que, aunque Europa está avanzando en recogida y tratamiento de aguas residuales, aún necesita seguir trabajando para cerrar importantes brechas. Las inversiones y las alianzas serán fundamentales en este proceso en el que España está por encima de la media europea



En el Día Mundial del Saneamiento se puso de manifiesto la necesidad de contar con un sistema eficiente y seguro capaz recoger las aguas residuales que producimos para transformarlas ya no solo en un producto inocuo para nosotros o el medio ambiente, sino en un recurso de valor que podamos volver a utilizar con total confianza.
En Europa, la Directiva relativa al tratamiento de estas aguas urbanas tiene como objetivo evitar que los males asociados con la ausencia de esta práctica tan necesaria campen a sus anchas por el continente gracias a diversas metas, como la construcción de la infraestructura apropiada para la recogida y tratamiento de aguas residuales en zonas urbanas que generan más de 2.000 p.e (cantidad de aguas residuales generadas por una población de 2.000 personas).
En este sentido, la Agencia Europea del Medio Ambiente (Aema) ha publicado de forma digital e interactiva los datos actualizados a 2018 sobre el tratamiento de estas aguas urbanas en los 27 Estados miembros de la UE, junto Islandia y Noruega.
“Cada perfil del país contienen mapas interactivos con plantas de tratamiento de aguas residuales repartidas por su territorio. Cada perfil también muestra datos sobre el progreso del país hacia los objetivos de tratamiento de estas aguas, protección de sistemas de agua sensibles, uso de lodos de aguas residuales y emisiones de gases de efecto invernadero del sector en el tratamiento”, explican desde la Aema.
En general, la Aema destaca que la recogida y el tratamiento están mejorando en toda Europa, con el 90% de las aguas residuales urbanas recogidas y tratadas de acuerdo con la Directiva de tratamiento de aguas residuales de la UE.
Desde el punto de vista del tratamiento, la Aema pone de relieve que cuatro países (Austria, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos) tratan el 100% de sus aguas residuales urbanas de acuerdo con los requisitos de la Directiva, mientras que otros 10 países han alcanzado una tasa de cumplimiento superior al 90%. En el otro extremo de la escala se encuentran cinco países -Irlanda, Bulgaria, Rumanía, Hungría y Malta- que cumplen en menos de la mitad de sus zonas urbanas las mismas normas.
España, por encima de la media en el tratamiento de aguas residuales
En el caso de España, el 84% de estas aguas urbanas se tratan bajo los estándares de la directiva, una cifra que, aunque se encentre por encima de la media (76%), tiene aun margen de mejora, fundamentalmente en el tratamiento en pequeños municipios. Así pues, la Aema indica en la ficha de este país que debe recoger todavía 270.000 p.e de aguas residuales, aplicar tratamiento biológico (secundario) a más de seis millones adicionales de p.e de aguas residuales y tratamiento biológico con eliminación de nitrógeno y/o fósforo (más estricto) a casi cuatro millones adicionales de p.e.


En la actualidad, los datos de la Aema reflejan que estas brechas en el tratamiento de agua entre las ciudades y los pequeños municipios impactan de forma negativa en el 26% de los ríos de España, el 15% de las masas de las aguas costeras y el 4,5% del área de las masas subterráneas.
“Según la Directiva, España está obligada a captar 64,5 millones de p.e, tratar biológicamente 63,5 millones de p.e de estas aguas y tratar de una forma más estricta 24,3 millones de p.e”, aclara la Aema.
En este sentido, la agencia europea destaca la necesidad generalizada en la Unión Europea de inversiones en esta materia y de un impulso a las alianzas y la colaboración entre empresas y administraciones para lograr cerrar las brechas que existen en los países.
