El agua para el consumo humano en Europa cumple con los requisitos de calidad más estrictos del mundo, sin embargo hay una gran dispersión tarifaria entre los países. España tiene uno de los precios más bajos, 1,88 euros el m3 frente a los 3,55€/m3 de media europea
España se encuentra a la cabeza de Europa en lo que a requisitos de calidad del agua potable que reciben sus ciudadanos. Sin embargo, en lo que se refiere al precio, el agua española es una de las más baratas del viejo continente con un precio medio de 1,88 euros el metro cúbico; casi un 48% por debajo del precio medio europeo que ronda los 3,55 euros/m3, según se desprende del informe sobre Gobernanza en el ciclo urbano del agua elaborado por la Federación Europea de operadores de servicios de agua (EurEau, por sus siglas en inglés).
Este informe analiza la gobernanza de los servicios urbanos del agua en Europa, aportando claridad en torno a la misma y ofreciendo una instantánea de la situación actual de los 29 países miembros de EurEau. Asimismo, ilustra la diversidad de modelos de gestión, estructuras organizativas, tareas y responsabilidades de los actores involucrados en los diferentes niveles de gobernanza (UE, nacional, regional o local).
El documento destaca que los servicios de agua son esenciales y apoyan el desarrollo sostenible de nuestras sociedades, siendo además fundamentales para hacer realidad el Pacto Verde de la UE y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Diversidad de modelos de gestión
Eur Eau constata una tendencia general, en comparación con hace 20 años, hacia los sistemas de gestión delegados públicos y privados
La gestión privada directa es muy poco común en Europa -apenas se encuentra en Inglaterra, Gales y República Checa-, siendo lo más común en la mayoría de países europeos, como es el caso de España, una mezcla de los tres primeros modelos citados, con una tendencia general, en comparación con hace 20 años, hacia los sistemas de gestión delegados públicos y privados. Esto último motivado por la mayor tecnificación y especialización requerida en la prestación de los servicios.
Dispersión tarifaria
El informe pone de manifiesto que el precio del agua urbana en España continúa siendo uno de los más bajos de Europa; con un precio medio de 1,88 euros por metro cúbico, es decir, casi un 48% por debajo del precio medio de los 29 países de Europa, y muy alejado de los 7,80 euros por metro cúbico que pagan en Noruega.
La Federación Europea de servicios de agua pone el foco en España por el incumplimiento del principio de “recuperación de costes” de la Directiva Marco del Agua (DMA), y afirma que las tarifas de agua contribuyen a recuperar los costes en casi todas partes de Europa, pero no sucede así en España, donde para cubrir los costes del agua es necesaria una combinación de tarifa, transferencias e impuestos (3Ts).
A pesar de la heterogeneidad de las tarifas se constata una tendencia a establecer la «estructura de tarifas» a nivel nacional, mientras que la fijación de precios todavía tiene lugar a nivel local
Desde la Federación europea apoyan esta recuperación de costes al mismo tiempo que una mayor transparencia de las facturas del agua, para que los clientes puedan comprender los costes reales del suministro de agua potable y tratamiento de aguas residuales.
Además explica que la estructura tarifaria difiere de unos países a otros pero que, en la mayoría de los casos, la tarifa se compone de un componente fijo y uno variable, como ocurre en España; mientras que la fijación de precios todavía tiene lugar a nivel local, ya que generalmente, las tarifas del agua son propuestas por el operador del agua a la autoridad (municipio, gobierno o regulador regional, ministerio o regulador nacional independiente) para su aprobación.
Modelos de gestión en España
En España, los servicios de agua se organizan con tres modelos la gestión pública directa, gestión pública delegada y gestión privada delegada.
En lo que se refiere al abastecimiento de agua: el 10% de la población es atendida por entidades locales (gestión pública directa), el 35% de los servicios son realizados por empresas públicas y el 22% por empresas público-privadas (considerando en este apartado la gestión pública delegada), y el 33% de los servicios de agua son prestados por empresas privadas (administración delegada).
En lo que respecta al alcantarillado, y a pesar de que el informe de la Federación señala que no tiene datos representativos del todo representativos, estima que el 56% de la población es atendido mediante modelos de gestión pública delegada (41% por empresas públicas, 15% por empresas público-privadas), el 43% de la población es atendida por empresas privadas, y el 1% es administrado directamente por entidades locales (gestión pública directa).
En cuanto a la depuración de aguas residuales, el informe de EurEau afirma que, aunque la gestión de esta parte del ciclo urbano del agua es pública (principalmente empresas públicas y consorcios supramunicipales), la explotación de las plantas suele adjudicarse a empresas privadas. Por tanto, se puede asegurar que en España la operación de saneamiento, entendida como un conjunto de actividades relacionadas con el mantenimiento y la operación adecuada de la planta depuradora, es realizada por entidades privadas, mientras que la supervisión de estas actividades recae principalmente en instituciones públicas.
En cuanto al control de la calidad del agua en España, son los municipios los encargados de supervisar la calidad del servicio a los clientes a nivel local.
Por último, de este informe se desprende que los servicios de agua urbana en Europa gozan de buena salud y que los operadores de agua urbana emplean los métodos más avanzados y aplican las más modernas tecnologías para lograr que el agua para el consumo humano en Europa cumpla con los requisitos de calidad más estrictos del mundo.