Agua regenerada para reverdecer el palmeral de Elche

Agua regenerada para reverdecer el palmeral de Elche

Agua regenerada para reverdecer el palmeral de Elche

La localidad alicantina de Elche tiene en marcha un ambicioso plan de naturalización del entorno urbano, Elx2030, con el que aspira a ser capital verde europea para 2030. El proyecto incluye, entre otras medidas, el uso de aguas regeneradas de alta calidad para el riego de su histórico palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco


Pedro Cáceres
Madrid | 21 enero, 2022


De todos los paisajes urbanos de la península Ibérica pocos son más apreciados internacionalmente que el palmeral de Elche, un entorno cultural y biológico protegido por la Unesco y cargado de valor botánico, histórico, cultural y patrimonial.

La palmera es una planta exótica, ajena para la mayoría de Europa. Pero en Elche, gracias a su clima mediterráneo y al legado árabe de su pasado, prospera desde tiempos remotos uno de los palmerales más famosos y extensos del mundo, dominado esencialmente por la palmera datilera (Phoenix dactilifera) y que es un ejemplo mundial de antiguas tecnologías de riego.

Este excepcional bosque de palmas está inmerso en el centro de una ciudad que, con más de 230.000 habitantes, está entre las 20 más pobladas de España. El palmeral urbano de Elche es singular por su fisonomía, su historia y sus números. Hay, de hecho, más ejemplares de palmeras que de habitantes: unos 300.000 pies de plantas, algunas de ellas con siglos de edad, crecen en la urbe levantina, que tiene palmeras dedicadas incluso a la Emperatriz Sissi, que quedó admirada por el lugar cuando lo visitó en 1884 durante el esplendor del imperio austro-húngaro.

“En Elche, una de las 20 urbes más pobladas de España, hay más ejemplares de palmeras que de habitantes”

Mantener un ecosistema cultivado de este tipo no es sencillo y requiere dedicación continua y un esfuerzo constante de innovación. Es lo que ocurre con los recursos hídricos de la ciudad y sus paisajes, que están ahora mismo en un proceso de modernización para mantener un legado de generaciones.

Aguas regeneradas para el palmeral

Aplicar circularidad y tecnología puntera de tratamiento del agua es, justamente, lo que quiere impulsar el Ayuntamiento de Elche con un proyecto de riego y renaturalización que acaba de presentar como propuesta de financiación a los fondos de regeneración de la UE y que aborda algunos de los retos de nuestro tiempo, como son el cambio climático, la inseguridad hídrica o la pérdida de calidad de los recursos hídricos.

De la mano de Aigües d’Elx, la empresa mixta constituida desde 2001 por el Ayuntamiento de Elche e Hidraqua, se pretende emplear el agua consumida por la ciudad, una vez tratada y regenerada, para aportar recursos de calidad al palmeral y terrenos circundantes.

Vista panorámica del palmeral de Elche donde se aprecia el verdor del huerto urbano frente a las secas colinas del entorno inmediato. | FOTO: Takashi

«Empleando el agua regenerada cerramos el ciclo integral del agua tras su depuración, devolviéndola al medio. Es una reutilización que cumple una doble función porque contribuye a fomentar la agricultura de proximidad, de calidad y al ahorro de recursos», afirma a El Ágora el alcalde de Elche, el socialista Carlos González Serna.

En su opinión, el uso del agua regenerada supone dar un segundo uso a unos caudales que de otra forma requerirían aportes de otras procedencias; es decir, supone un ahorro de otros recursos que gana importancia si se tiene en cuenta el estrés hídrico del Mediterráneo y de España en general.

Como explican en Aigües d’Elx, la iniciativa además mejorará la calidad del agua del riego del Palmeral. El riego tradicional utiliza agua del río Vinalopó. Es agua que, dada la geología del terreno por la que discurre el cauce, tiene con un contenido de minerales salinos dañino para la mayoría de las especies hortofrutícolas, lo que ha provocado el abandono progresivo de los huertos por la carga de que portan las aguas superficiales.

De hecho, una de las pocas especies capaces de tolerar agua de este tipo son las palmeras, vegetales resistentes, como se ve, tanto a la sequía como al agua dura. Lo que el proyecto va a permitir es aportar el agua de alta calidad tratada en las depuradoras para aportar un recurso mejor al propio palmeral y a otros cultivos más exigentes.

El uso de aguas regeneradas para el riego es una dinámica en aumento en el mundo y donde España, un país escaso siempre en recursos, es un líder internacional. Las perspectivas del cambio climático, que auguran una disponibilidad más impredecible de activos hídrico, convierten casi en obligación hacer uso de estos métodos que Elche ya está activando y donde es un líder destacado, pue ya se reutiliza el 100% del agua de su depuradora.

El proyecto anunciado por el ayuntamiento pretende destinar dos hectómetros cúbicos al año de agua regenerada procedente de la depuradora de Algorós al riego de seis importantes zonas verdes.

«Queremos pasar de una ciudad gris a una ciudad verde», decía la edil de Medio Ambiente Esther Díez durante la presentación del proyecto a finales de 2021, quien añadía que generar esta función ambiental del palmeral «es también una forma de asegurar su viabilidad».

Palmeras, maestras de la escasez

Las palmeras son excepcionalmente resistentes a la escasez de suelo fértil y de agua, pero algo de ello necesitan, y también de la atención humana, pues no dejan de ser un cultivo, resistente como pocos, pero necesitado de atención.

Según los historiadores, los primeros sistemas de regadío en el campo ilicitano se remontan al menos hasta época ibera y prerromana. Los árabes sólo mejoraron y perfeccionaron algo ya establecido. Ahora, otra nueva generación, la de nuestro tiempo, continúa esta tradición aportando a las exigencias actuales soluciones de nuestro tiempo.

Fondos Next Generation

El equipo de gobierno de Elche en colaboración con Aigües d’Elx, aprobaba en diciembre de 2021 un proyecto de una inversión estimada en 4,4 millones de euros que presentará a la nueva convocatoria de los fondos Next Generation gestionados por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.

El Ayuntamiento quiere a utilizar este tipo de agua en huertos históricos del perímetro del Patrimonio de la Humanidad como el Parque Municipal o el Parque Infantil de Tráfico, además de regar la ladera del Vinalopó, el Valle Trenzado, o el futuro jardín del Cementerio Viejo que se dedicará a las víctimas del covid. Esto implicará la construcción de una red de 9.100 metros lineales con 45 acometidas de agua.

“Ahora mismo, uno de los mejores recursos disponibles para ofrecer un riego de calidad es reutilizar el agua que utiliza Elche, una vez depurada”

El agua regenerada de la EDAR tiene un contenido salino muy inferior al de la acequia, por lo que la instalación de un ramal de transporte a la cabecera que alimenta el riego de los entornos verdes urbanos mejorará notablemente su calidad y permitirá la recuperación de los huertos, explican desde el municipio.

Como afirma el alcalde ilicitano, el objetivo es aplicar la circularidad del agua y la reutilización eficiente para regar zonas sensibles, renaturalizando las zonas cercanas al cauce del Vinalopó, recuperando además parte del patrimonio cultural construido, como el Molí del Real.

Todo ello, enmarcado en un proyecto mucho más amplio y transversal, como es potenciar la transición ecológica en Elche, la naturalización de la ciudad y la adaptación al cambio climático, en línea con el gran proyecto de Elche, que es ser declarada Capital Verde Europea.

«La transición ecológica es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las ciudades de todo el mundo. El Ayuntamiento de Elche, junto a la administración autonómica y local, somos conscientes de ello y estamos dando los pasos necesarios para hacer de la nuestra una urbe sostenible sin renunciar al progreso social y territorial«, afirma el alcalde a nuestro diario.

Histórico edificio del Molí del Real en el palmeral de Elche, Alicante. | FOTO: Miguelinoart

El plan presentado por el consistorio quiere recuperar y dar valor a una construcción histórica sin uso actual como es el Molí del Real, un inmueble histórico que se destinará a levantar un centro de interpretación del agua y de control del agua regenerada. El edificio, que quedó si uso tras aparecer grietas en la ladera, está a la espera de una intervención para consolidar el terreno y reparar las filtraciones de la acequia mayor. El objetivo del ejecutivo local es darle un uso nuevo en en caso de conseguir los fondos europeos.

“El palmeral de Elche es un paisaje urbano protegido por la Unesco y cargado de valor botánico, histórico, cultural y patrimonial”

Además de la gestión del agua, se colocará un cuadro de mandos para controlar parámetros relacionados con la contaminación urbana como el ruido, los vertidos al cauce o la temperatura superficial.En caso de no lograr la financiación europea, el alcalde afirma que la intención es poner en marcha la iniciativa, pero con otros tiempos y otras fases.

“Tenemos el reto histórico de gestionar los fondos Next Generation para invertirlos en una relación equilibrada con el entorno”, asegura Carlos González Serna en ese sentido.

Capitalidad verde europea de Elche

El proyecto de uso de agua regenerada para el Palmeral y la rehabilitación de el Molí del Real forman parte de un proyecto mucho más amplio como es la aspiración del Ayuntamiento de Elche para que la ciudad sea declarada Capital Verde Europea, una iniciativa impulsada bajo la marca Elx2030.

El premio Capital Verde Europea es una iniciativa de la Comisión Europea que, desde 2010, reconoce a las ciudades que mejor se ocupan del medio ambiente, del entorno vital de sus habitantes y actúan para reducir la carga sobre el planeta.

En ese sentido, Elche ha puesto en marcha una estrategia para conformar un modelo de municipio ecológico que permita optar al Premio Capital Verde Europea, en el horizonte del año 2030. Se trata de construir «un municipio más verde, en el que se proteja el medioambiente y se haga un uso más eficaz de los recursos», defiende la iniciativa municipal.

Una imagen del palmeral de Elche con las plantas creciendo junto al agua. | FOTO: Leonid Andronov

“Elche aspira ser la Capital Verde Europea en los próximos años”

ELX2030 se gestó en el año 2017 con el apoyo del Consejo Social de la Ciudad y cuenta con el respaldo unánime de todos los grupos políticos de la corporación municipal.

«Los valores de la sostenibilidad, la ecoinnovación, la creatividad y la digitalización son la base de las actuaciones y proyectos estratégicos para mejorar el presente y crear el futuro de Elche», asevera el proyecto Elx2030. Y una de las líneas donde el municipio destaca es en la gestión del agua. Según su alcalde, la localidad puede considerarse líder en España de la circularidad del agua, ya que el 100% de la que usan los ciudadanos se destina a otros usos, como el riego.

Además de la reutilización, Elche también ha mejorado en ahorro y eficiencia. «Elche ha reducido en más del 15% el agua suministrada durante los últimos 20 años pese al crecimiento de población y actividad», explica el regidor a El Ágora. Son nueve hectómetros cúbicos de ahorro, el equivalente al consumo anual de 45.000 habitantes.

La relación de Elche con la gestión del agua en un entorno árido tiene siglos de historia. Ahora, espera convertirse en un ejemplo para toda Europa de lo que supone gestionar recursos de forma eficiente en un siglo XXI de cambio climático.

Uno de los palmerales más grandes del mundo

El Palmeral de Elche cuenta con entre 200.000 y 300 000 ejemplares y es el palmeral más grande de Europa, ya que ocupa unas 500 hectáreas. Esto lo convierte también en uno de los más grandes del mundo, solo superado por algunos palmerales árabes.

La principal especie es la palmera datilera (Phoenix dactylifera), que fue impulsada como cultivo por los musulmanes cuando ocuparon la península ibérica, aunque hay evidencias históricas previas de cultivo de palmeras muchos siglos antes, incluso en época prerromana. Lo que sí es totalmente árabe son complejos sistemas de riego diseñados para los huertos de palmeras de Elche desde el siglo VIII d.C.

El Palmeral de Elche fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 30 de noviembre de 2000.



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