Las ciudades deben cambiar para tener futuro

Las ciudades deben cambiar para tener futuro

Un nuevo reporte de ONU-Hábitat advierte que las ciudades deben buscar mayor resiliencia y sostenibilidad para adaptarse a las consecuencias del cambio climático y acabar con la pobreza urbana


Un nuevo informe de las Naciones Unidas publicado este miércoles dice que un aumento en los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres naturales como inundaciones, olas de calor y deslizamientos de tierra afectarán más a las zonas urbanas, lo que hace que la adaptación al cambio climático sea un asunto de suma importancia.

El Informe Mundial de Ciudades 2022 de ONU-Hábitat, publicado durante la decimoprimera Sesión del Foro Urbano Mundial en Polonia, también advierte que las áreas urbanas son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que significa que las ciudades deben actuar como líderes de la acción climática para cumplir con la meta de 1,5 grados centígrados establecida por el Acuerdo de París.

Ciudades en crecimiento

El informe advierte sobre los peligros a los que se enfrentan las ciudades a futuro, desde un aumento repentino de la inflación y el coste de la vida en todo el mundo, interrupciones en la cadena de suministro, cambio climático y nuevos conflictos armados. Así mismo el reporte detalla que hubo «una huida a gran escala de las principales ciudades en las primeras etapas de la pandemia de covid-19 a la seguridad percibida del campo o de las ciudades más pequeñas».

Sin embargo la ONU advierte que fue una respuesta a corto plazo que no alterará el curso de la urbanización global, con la población urbana mundial de nuevo en camino a aumentar en otros 2.200 millones de personas para 2050. Es decir, porcentualmente pasará del del 56 % de la población mundial en 2021 al 68 % en 2050.

El informe sostiene que este crecimiento será exponencial en África y Asia, pero que se espera que todas las regiones del mundo se urbanicen más; sin embargo proyecta que las regiones más urbanizadas y más desarrolladas se estabilicen o experimenten una disminución en el crecimiento urbano.

Las proyecciones de la ONU en cuánto al crecimiento de las ciudades estima que en Oceanía y África subsahariana el desarrollo casi se duplicará. Mientras que las ciudades en Asia sudoriental solo tendrá un 10% de aumento, América Latina y el Caribe un 14% y Europa un 16%.

Tres escenarios posibles

El informe identificó tres escenarios potenciales para las condiciones de las ciudades del mundo. En el peor de los casos o escenario de «alta peligrosidad», la cantidad de personas que viven en la pobreza podría aumentar en más de 200 millones de personas para 2050.

El escenario «pesimista» prevé una reversión al status quo anterior a la pandemia, un enfoque de negocios como siempre que bloquearía ciclos de pobreza, baja productividad, desigualdad y vida insalubre durante décadas.

En la visión optimista, para 2050 podría haber 260 millones de personas saliendo de la pobreza en comparación con la línea de base anterior a la pandemia. Los gobiernos y los donantes invertirían lo suficiente en el desarrollo urbano para crear ciudades justas, resilientes, saludables y prósperas en todas partes.

Las ciudades a futuro

Este nuevo informe exige un mayor compromiso por parte de los gobiernos nacionales, regionales y locales, y alienta una mayor adopción de tecnologías innovadoras. Sugiere implementar conceptos de vida urbana como la «ciudad de 15 minutos». ¿Qué es esto? El concepto, popularizado en Melbourne y París, propone que los residentes en toda ciudad puedan satisfacer la mayoría de sus necesidades diarias en un viaje de no más de 15 minutos. El reporte también incide en la importancia de primar circularidad, las soluciones basadas en la naturaleza y la digitalización de los servicios urbanos.

El informe también plantea soluciones para evitar los dos escenarios pesimistas. La ONU pide que los gobiernos amplíen la infraestructura y los servicios a comunidades desatendidas. Invertir en la infraestructura y los servicios a las zonas urbanas desfavorecidas es, según el informe, una palanca política fundamental para abordar la pobreza y la desigualdad. Además advierte que «el acceso al agua y al saneamiento puede ser un cuestión de vida o muerte para los habitantes urbanos pobres».

El reporte es tajante al decir que la pandemia demostró que la productividad y la resiliencia de las ciudades se sustenta en una salud pública eficaz. Y además decreta que más allá de los hospitales, medicamentos y vacunas, se debe buscar un suministro equitativo de infraestructura como espacios verdes, agua potable limpia y segura y alcantarillado. Esto ya que según el reporte son elementos mínimos para asegurar la salud pública en zonas urbanas áreas, lo que recuerda la importancia de la infraestructura hídrica en las ciudades.

«Debemos comenzar reconociendo que el status quo previo a 2020 fue, en muchos sentidos, un modelo insostenible de desarrollo urbano, y tomar las mejores prácticas aprendidas en nuestras respuestas al covid-19 y la crisis climática», dijo Maimunah Mohd Sharif, subsecretaria general de la ONU y directora ejecutiva de ONU-Hábitat, que elaboró ​​el informe.



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