El alcalde de Nueva York ha presentado un proyecto para proteger las zonas más bajas de Manhattan de inundaciones y marejadas, evitando los daños que hace 10 años causó el huracán Sandy. Se levantarán barreras desplegables que se abrirán en caso de previsión de fuertes tormentas



En vísperas del décimo aniversario del huracán Sandy que destrozó Nueva York, la ciudad ha lanzado un proyecto para proteger a miles de personas que viven en la zona del sureste de Manhattan, bajo los famosos puentes de Brooklyn y el de Manhattan, de posibles inundaciones.
Esta obra protegerá de futuros aumentos de nivel del mar y de marejadas provocadas por fuertes tormentas, a más de 44.000 neoyorquinos en Two Bridges, en el Bajo Manhattan, y consiste en instalar muros y barreras desplegables que se activarán en caso de tormenta, mientras que se mantiene el acceso y la visibilidad al paseo marítimo.
El alcalde de la ciudad, Eric Adams, hizo el anuncio de cara al décimo aniversario de Sandy (el 29 de octubre) que a su paso por la costa noreste del país devastó Nueva York, donde causó 44 muertes y dejó 19.000 millones de dólares de daños, según datos de la Alcaldía, tras dejar una Nueva Jersey destrozada.


El huracán Sandy «no fue solo una tormenta» sino «una advertencia» dice el alcalde de Nueva York
Como parte de los proyectos que la ciudad desarrolla para acelerar la resiliencia, también dio a conocer el nuevo programa Climate Strong Communities (Comunidades Resistentes al Clima), una iniciativa de participación comunitaria que ayudará a crear un conjunto de proyectos enfocados en múltiples tipos de amenazas dirigidos a vecindarios que no se benefician de los proyectos de recuperación tras Sandy y que sufren más los impactos de la crisis climática.
«Hace 10 años, los subterráneos inundados, un apagón de una semana en el centro, miles de millones en daños a la propiedad y 44 de nuestros vecinos muertos demostraron lo que la crisis climática puede hacerle a nuestra ciudad”, ha declarado el alcalde Adams, agregando que Sandy «no fue solo una tormenta» sino «una advertencia».
Advirtió que otra tormenta podría azotar la ciudad en cualquier momento «y por eso nuestra administración está haciendo todo lo posible para preparar y proteger a los neoyorquinos» para lo que «nos hemos embarcado en algunos de los proyectos de adaptación climática urbana más grandes del país».
Destacó que los proyectos que se desarrollan son además complejos, novedosos y los primeros de su tipo en la ciudad, «y no se pueden comparar con cualquier otra ciudad en EEUU» pero muchos no se han completado por no contar con el dinero.
Adams instó al Gobierno federal a crear un programa de financiación para proyectos de infraestructura costera en el país y que permita a Nueva York obtener unos 8.500 millones de dólares en subvenciones para la mitigación previa al desastre y completar así esos proyectos, algunos de los cuales están en fase de planificación, diseño o construcción.
