Millones de personas, sobre todo los más pequeños, enferman cada año por culpa de los microbios que transmite una higiene inadecuada. El Día Mundial del Lavado de Manos se celebra cada 15 de octubre en todo el mundo con un doble objetivo: fomentar hábitos higiénicos entre los niños y niñas y llamar la atención sobre el problema de la falta de acceso a la higiene en gran parte del mundo.
En medio de la COVID-19, cuando el lavado de manos con agua y jabón es una de las medidas más eficaces contra la pandemia, más de la mitad de todos los niños del mundo que carecen de instalaciones para el lavado de manos en las escuelas son de África Subsahariana.
En Guinea Bissau, solo el 12% de las escuelas tienen acceso a lavado de manos básico con agua y jabón; en Níger constituyen el 15%, en Senegal el 22% y en Burkina Faso el 25%.
La celebración de este día permite que los estudiantes se involucren para recordar a todo el mundo que el derecho al agua, el saneamiento y la higiene debe ser universal.
Además, los más pequeños pueden consolidar hábitos saludables que les acompañarán de por vida.
Hoy día, 1.400 niños menores de cinco años mueren a diario debido a las enfermedades diarreicas causadas por la falta de agua potable, saneamiento e higiene.
Debido a las enfermedades diarreicas causadas por la falta de agua potable, saneamiento e higiene más de 500.000 niños mueren al año
Estas enfermedades acrecientan, además, la posibilidad de que los niños tengan desnutrición crónica (retraso en el crecimiento) y suponen un coste enorme para la sociedad. Pero hay una solución simple y barata para evitar la infección: lavarse las manos con jabón.
El 60% de la población mundial tiene acceso regular a instalaciones donde lavarse las manos con jabón, porcentaje que cae hasta el 28% en algunos países pobres.
Esto supone que el 40% de la población mundial carece de acceso a una vía “tan sencilla y asequible” para prevenir enfermedades, problema que afecta a casi el 80% en algunos Estados.


Mientras las escuelas de todo el mundo encuentran dificultades para volver a abrir sus puertas, los últimos datos del Programa Conjunto de Monitoreo de la Organización Mundial de la Salud y Unicef (OMS/UNICEF) revelan que un 43% de las escuelas de todo el mundo carecían de acceso al lavado de manos básico con agua y jabón en 2019, un requisito indispensable para que las escuelas puedan funcionar en condiciones de seguridad en mitad de la pandemia de COVID-19.
“Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, el cierre mundial de las escuelas ha planteado desafíos sin precedentes para la educación y el bienestar de los niños”, afirma Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.
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Según el informe de ambas instituciones, cerca de 818 millones de niños no disponen de instalaciones básicas para lavarse las manos en sus escuelas, lo cual aumenta el riesgo de que contraigan la COVID-19 y otras enfermedades contagiosas. Más de una tercera parte de esos niños (295 millones) proceden de África Subsahariana.
En los países menos desarrollados, siete de cada 10 escuelas carecen de instalaciones básicas para el lavado de manos, mientras que la mitad de las escuelas no disponen de servicios básicos de agua y saneamiento.
Hacen hincapié en que los gobiernos que quieran controlar la transmisión de la COVID-19 deberán tener presentes las repercusiones sociales y económicas asociadas a los aislamientos a la hora de aplicar medidas de salud pública. Según apunta el informe, las pruebas que demuestran los efectos negativos del cierre prolongado de las escuelas sobre la seguridad, el bienestar y la educación de los niños están bien documentadas.
“El acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene es esencial para prevenir y controlar eficazmente la infección en todos los escenarios, incluidas las escuelas”, aseguró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Esta debe ser la prioridad de los gobiernos a la hora de diseñar sus estrategias para que las escuelas vuelvan a abrir y funcionen en condiciones de seguridad durante la pandemia mundial de COVID-19”.
UNICEF y la OMS han asumido el compromiso de conseguir un acceso equitativo a los servicios de WASH (agua, saneamiento e higiene) en todo el mundo. Recientemente, los organismos han publicado una iniciativa conjunta, Higiene de las manos para todos, dirigida a dar apoyo a las comunidades más vulnerables proporcionándoles los medios necesarios para proteger su salud y su entorno. La iniciativa reúne a los asociados internacionales, los gobiernos nacionales, los sectores público y privado y la sociedad civil con el fin de garantizar la disponibilidad de productos y servicios asequibles, especialmente en las zonas desfavorecidas.
¿Cómo elimina el agua con jabón al coronavirus?
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyen mantener la distancia entre personas y evitar aglomeraciones, lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos tocan superficies que pueden estar contaminadas.
Los expertos también señalan que lavarse las manos con jabón es mucho más efectivo que utilizar otros productos o geles desinfectantes. Gracias a la conectividad y a las redes sociales hasta los más pequeños han podido comprobar el gran poder del agua jabonosa contra el COVID-19.
Los virus no necesitan la célula de otro ser vivo para sobrevivir y pueden vivir horas e incluso días en superficies. Pero cuando penetran en la célula de un animal o un ser humano, se multiplican y expanden la infección por todo su cuerpo.
Los virus tienen una estructura muy sencilla: un núcleo de material genético que le permite multiplicarse, unas proteínas externas que le permiten engancharse a las células del ser vivo que infecta y una envoltura de grasa protectora, que es una de las características que los científicos reconocen en este coronavirus COVID-19.
Aquí es donde entra en juego el jabón: sus moléculas disuelven la membrana de grasa y afectan la estructura del virus, que pierde la capacidad de adherirse a otras células e infectarlas.
Respecto al lavado correcto de manos, la OMS recomienda hacerlo durante 40 a 60 segundos siguiendo los siguientes pasos:
- Mojarse las manos.
- Aplicar suficiente jabón para cubrir toda la superficie de las manos.
- Frotar las palmas entre sí.
- Frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos , y viceversa.
- Frotar las palmas de las manos entre sí , con los dedos entrelazados.
- Frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta , manteniendo unidos los dedos.Rodeando el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, frotarlo con un movimiento de rotación, y viceversa.
- Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa.
- Enjuagar las manos.
- Secarlas con una toalla de un solo uso.
- Utilizar la toalla para cerrar el grifo.