Invertir en agua e higiene, la clave para combatir las 'superbacterias'

Invertir en agua e higiene, la clave para combatir las ‘superbacterias’

Un estudio científico desvela que las conocidas como ‘superbacterias’ mataron a 1,2 millones de personas en 2019 debido a su excepcional resistencia a los antibióticos. La inversión en infraestructuras de agua, saneamiento e higiene es fundamental en la lucha contra este asesino silencioso


Casi 1,27 millones de personas murieron en 2019 en el mundo por infecciones bacterianas comunes que se han convertido en resistentes a los antibióticos y convertido lo que se conoce como superbacterias, según se indica en un estudio publicado este jueves por la revista médica especializada ‘The Lancet’. Además, se calcula que otros 4,95 millones de muertes ese año pueden asociarse con infecciones relacionadas con estos organismos, aunque no fueran su causa directa. Unos auténticos asesinos silencioso que en los próximos años podrían convertirse en el principal reto sanitario de muchos países, especialmente aquellos que todavía se encuentran en vías de desarrollo.

En este contexto, la inversión en infraestructuras críticas de agua, saneamiento e higiene es fundamental en la lucha contra las superbacterias, ya que la mayoría de las infecciones causadas por estos organimos se derivan del contacto con cuerpos de agua en mal estado, sobre todo en aquellos países que apenas cuentan con plantas potabilizadoras o depuradoras. «La resistencia a los antibióticos es un asesino silencioso de millones en todo el mundo, pero la doble tragedia es que muchas personas podrían haberse salvado mejorando los servicios básicos de agua limpia, saneamiento y buena higiene (WASH), que son fundamentales para prevenir y controlar la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos«, explica Claire Seaward, directora de campañas globales de WaterAid.

Esta ONG, que trabaja para que el agua limpia, los baños decentes y la buena higiene sean la norma para todos, apunta que 771 millones de personas en el mundo, es decir, una de cada diez, no tienen agua limpia cerca de casa. Además, 1.700 millones de personas en el mundo, más de una de cada cinco, no tienen un baño decente propio. Esto se traduce en que alrededor de 290.000 niños menores de cinco años mueren cada año a causa de enfermedades diarreicas causadas por un agua y saneamiento deficientes. Eso es más de 800 niños por día, o un niño cada dos minutos.

“Los líderes mundiales y los gobiernos nacionales deben tomar medidas urgentes contra esta emergencia que a menudo se pasa por alto e invertir en WASH en los países más pobres, especialmente en los centros de atención médica, para detener la propagación de infecciones prevenibles en primer lugar», ha asegurado Seaward en un comunicado hecho público este viernes. “El COVID-19 y el ébola han sido advertencias severas. Si no se aprende y no se actúa en consecuencia, las pandemias se convertirán en la nueva norma y se firmará efectivamente la sentencia de muerte de millones de hombres, mujeres y niños para las generaciones venideras”, concluye.

Los propios datos del estudio de The Lancet lo confirman. Las zonas con más fallecimientos motivados por superbacterias fueron el África subsahariana y el sur de Asia, con 24 y 22 por cada 100.000 habitantes, respectivamente. En cuanto a las muertes asociadas, se estima que fueron en esas regiones de 99 y 77 por 100.000 personas. Eso sí, los expertos, además de invertir en agua y saneamiento, recomiendan a los Gobiernos y autoridades sanitarias «optimizar el uso de los antibióticos existentes» y no recetarlos sin motivo; controlar y hacer un mejor seguimiento de las infecciones y proporcionar más fondos para desarrollar nuevos antibióticos y tratamientos.

Más muertes que el sida o la malaria

Los autores del estudio de The Lancet advierten de que las superbacterias, causantes de infecciones como la neumonía u otras de la sangre o intraabdominales (derivadas por ejemplo de la apendicitis), provoca ahora más fallecimientos anuales que el sida y la malaria, con 860.000 y 640.000 registrados por estas enfermedades en 2019, respectivamente.

enfermedades transmitidas por el agua
Si todas las personas del planeta tuvieran acceso a agua potable y un saneamiento e higiene seguros, muchas enfermedades simplemente no existirían.

Para su estudio, el mayor de este tipo realizado hasta el momento, los investigadores analizaron las muertes vinculadas a 23 patógenos y 88 combinaciones de medicamentos para patógenos en un total de 204 países y territorios. Los expertos, de las universidades de Washington (Estados Unidos) y Oxford (Inglaterra), usaron un modelo estadístico para calcular el impacto global de la resistencia antimicrobiana (AMR, en inglés), en base a 471 millones de historiales individuales obtenidos de varias fuentes.

Su análisis demuestra que la AMR en infecciones del sistema respiratorio inferior, como la neumonía, causó más de 400.000 muertes de forma directa y se asoció con otros 1,5 millones. Por su parte, la resistencia en infecciones de la sangre, que pueden llevar a una sepsis, causó unos 370.000 fallecimientos e incidió en otros 1,5 millones, mientras que la resistencia antimicrobiana mostrada por infecciones intraabdominales provocó unos 210.000 decesos en 2019 y estuvo vinculada a otros 800.000.

Aunque la AMR afecta a todas las edades, el grupo con más riesgo son los niños pequeños, con una de cada cinco muertes atribuida al fenómeno ocurrida entre menores de 5 años.



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