Expertos de alto nivel han analizado la Directiva Europea de Calidad del Agua de consumo y su próxima trasposición en España y coinciden en la necesidad de colaboración de administraciones públicas, empresas y consumidores para lograr un agua segura, de calidad y accesible para todos



La Cátedra de Innovación Social Aguas de Huelva de la Universidad de Huelva , perteneciente a la Red de Cátedras del Agua impulsada por el grupo Agbar, ha celebrado este jueves una jornada de trabajo en la Facultad de Ciencias Experimentales de la UH sobre la calidad de las aguas de consumo humano, los principales retos y novedades de la Directiva 2020/2184 y su trasposición a la normativa española.
El Real Decreto por el que establecen los criterios técnicos y sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro ya ha concluido su fase de redacción y está pendiente de evaluación en el Consejo de Estado para su posterior aprobación en Consejo de Ministros. Su publicación está prevista para principios de 2023 y supondrá un cambio de paradigma, con un enfoque holístico y transversal basado en el control de riesgos, para mejorar la calidad de las aguas de consumo en nuestro país, trasponiendo la normativa europea. Todos los expertos coincidieron en que este nuevo enfoque necesitará de la implicación de todos los actores del ciclo integral del agua, administraciones nacionales, regionales y locales, empresas y consumidores.
La jornada se abrió con las palabras de Javier Segovia, director de Agua España del grupo Agbar y de Veolia, quien destacó el ecosistema de innovación y conocimiento de la compañía donde se enmarca la Red de Cátedras, que nace en 2021 inmersa en la visión estratégica de Agbar. «Estamos presentes en 1.100 municipios, servimos agua a 14 millones de personas en España, tenemos más de 400 convenios firmados en materia de conocimiento e innovación, una aportación directa de más de 40 millones de euros relacionados con la innovación y más de 200 profesionales en este ámbito. Tenemos cuatro centros tecnológicos, tres de ellos en España, dedicados íntegramente a la innovación en materia de agua que colaboran con operadoras locales, con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y con Universidades locales en todo el ámbito territorial», señaló Segovia.


El director de Agua en España también destacó la labor de la Escuela de Agua del grupo, que «vertebra nuestra apuesta por la innovación, el conocimiento y la formación, un instrumento por el que han pasado decenas de miles de profesionales para adquirir competencias en materia de agua». Además, desgranó las distintas actividades que se realizan en todas las etapas formativas, desde el programa Agualogía, para acercar a los más pequeños al conocimiento del ciclo integral del agua, y el programa STEM, para fomentar las vocaciones científicos y técnicas entre las niñas y las jóvenes, hasta la Formación Profesional Dual y la acreditación de competencias profesionales en el sector del agua.
Finalmente esta vocación de aunar conocimiento e innovación cristaliza en la Red de Cátedras del Agua, con 11 cátedras en universidades de toda España, que son un referente en la «bidireccionalidad entre la academia y la empresa, incorporando talento desde los dos ámbitos y trabajando juntos en proyectos multidisciplinares para avanzar en innovación», señaló.
En la apertura de la jornada también intervinieron la vicerrectora de Innovación de la Universidad de Huelva, Isabel Rodríguez, y el teniente de alcalde de Urbanismo y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Huelva, Manuel Gómez. Ambos coincidieron en destacar la importancia de la colaboración público privada establecida entre la administración local, la Universidad del municipio y Aguas de Huelva, «un referente en cuanto a calidad del servicio, gestión y eficiencia, sin olvidar su visión social», señaló Gómez.
Una normativa necesaria
La primera mesa contó con la presencia de Teresa Navarro, directora de la Cátedra del Agua y la Sostenibilidad Emuasa-Universidad de Murcia, quien habló de la Directiva europea 2020/2184 relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano. Navarro destacó que esta directiva avanza hacia enfoques integrados y ecosistémicos, cubre todo el sistema de suministro y nace ante la creciente preocupación pública de compuestos emergentes. «Era necesaria la actualización de los parámetros y valores de calidad del agua según los nuevos conocimiento científicos», señaló.
La experta subrayó que gracias a la nueva normativa «hemos pasado de un modelo defensivo a uno proactivo, preparado ante los riesgos, que asegura la trazabilidad de la calidad del agua durante todo el ciclo y que mejora el acceso a la información ciudadana». Además, asegura el acceso al agua de la población vulnerable y fomenta la utilización del agua del grifo.
Seguidamente, Margarita Palau, jefa del Área de Calidad Sanitaria de las Aguas del Ministerio de Sanidad, fue la encargada de hablar del Real Decreto en tramitación que traspone esta directiva europea y que se espera que se publique en enero de 2023. Palau señaló que el RD tiene 74 artículos que determinan las características del agua de consumo y su control, las evaluaciones del suministro de agua de consumo, evaluaciones y gestión del riesgo, la transparencia y gestión de la información, la calidad del agua en la empresa alimentaria, así como un régimen sancionador.


La experta habló de los trabajo realizados con otros ministerios que se encargarán de ejecutar diversas disposiciones. Por ejemplo, Miteco se encargará de la vigilancia y la gestión del riesgo hídrico de las zonas de captación de agua, así como de la evaluación de las fugas estructurales de conducciones, depósitos y redes de distribución y acometidas. Por su parte, el Ministerio de Consumo se encargará de la calidad del agua en la empresa alimentaria y de la promoción del agua del grifo, y el Ministerio de Industria se ocupará del control de materiales en contacto con el agua de consumo. Finalmente, el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 tendrá la responsabilidad de velar por el Derecho Humano al Agua y el acceso de grupos vulnerables.
Palau también desgranó las obligaciones para Ayuntamientos y para empresas prestadoras del servicio en gestión indirecta, delegada y mixta, que estarán obligados a realizar evaluaciones de fugas estructurales y a informar en sus páginas web locales o corporativas de los parámetros de calidad del agua de consumo.
También se incorpora una nueva figura, la de ‘edificio público prioritario’, (hospitales, residencias, centros educativos, hoteles e instalaciones deportivas) que deberán cumplir parámetros concretos de calidad relativas al plomo en el agua de consumo y elaborar planes de riesgo hidrológico.
La responsable de la calidad sanitaria del agua habló además de parámetros que se incorporan en el RD como la legionella, colífagos somáticos, Bisfenol A, clorito, clorato, uranio y ácidos haloacéticos, así como el incremento de valores paramétricos para el antimonio, el boro y el selenio o la disminución para el cromo y el plomo.
Evaluación del riesgo sanitario
La segunda mesa versó sobre el nuevo modelo integral de evaluación y gestión del riesgo para la seguridad del agua, en la que intervinieron Susana Navas, responsables de Calidad de Aguas de Hidralia, y David Ribes, responsable de Calidad de Aguas de Hidraqua.


David Ribes comenzó su intervención haciendo una defensa decidida del consumo de agua del grifo. «Suministrar agua segura y de calidad es el objetivo prioritario de nuestras empresas. Los consumidores pueden beber agua del grifo con total tranquilidad ya que ha superado todos los rigurosos controles que establecen la legislación vigente y las autoridades sanitarias. Todas las empresas del grupo Agbar cumplen con creces la normativa más estricta establecidas por la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias de nuestro país».
El experto habló de los Planes Sanitarios del Agua (PSA) que se basa en un análisis de peligros y puntos de control y que con la directiva 2020/2184 y su trasposición española pasan a ser obligatorios en todas las explotaciones, municipios y edificios prioritarios. «Tenemos que ponernos las pilas para elaborar estos PSA y ayudar a quien no sepa hacerlo», señaló Ribes.
Además, estos PSA pasan de ser retrospectivos a buscar una gestión integral preventiva, es decir analizar todo el ciclo y prever todos los riesgos que pueden darse en cada punto y cómo gestionarlos. Por ello, este control necesita de la coordinación de ministerios, autoridades regionales y locales, gestores de cuenca, empresas gestoras del ciclo del agua y consumidores.
«En las empresas del grupo Agbar tenemos implementados muchos PSA y también tenemos certificados por organismos internacionales esta garantía sanitaria», señaló Ribes.
Por su parte, Susana Navas habló de la importancia de los planes de verificación y control de los riesgos y habló de cómo se ha elaborado el PSA de Aguas de Huelva.
