Talasoterapia: los beneficios del mar aplicados al cuerpo

Talasoterapia: los beneficios del mar aplicados al cuerpo

Los antigüos egipcios o los romanos ya utilizaban las propiedades curativas del agua de mar para cuidar su cuerpo e incluso sanar algunas molestias, con técnicas de talasoterapia que han sobrevivido hasta nuestros días


Los beneficios que nos aporta el medio marino son, prácticamente, incalculables. Es fuente de luz y color, de vida, de alimentos, de flora y de fauna y también nos proporciona infinidad de actividades con resultados económicos. Además, existe un método de terapia que se utiliza desde la antigüedad, con fines curativos: la talasoterapia.

Esta técnica e basa en la utilización de los elementos presentes en el mar, aplicado en circunstancias y con características determinadas. El agua es depurada y esterilizada para destruir cualquier tipo de agentes patógenos que pudiera acumular antes del inicio de cualquier tratamiento.

Tiene mucho que ver con las aplicaciones de los baños termales, pero utilizada únicamente con productos provenientes del medio marino. Etimológicamente, la palabra talasoterapia proviene del griego Thalasso (Mar) y Therapeia (Terapia). De hecho, existen datos que confirman su utilización desde la Antigüedad: hay papiros de Egipto en los que se hablaba del poder del clima y los lodos del Nilo. Creció en la época romana, en plena auge de los tratamientos con aguas saladas ricas en minerales. Y volvió a renacer durante el siglo XIX, esta vez ya para todos los públicos. El francés René Quinton diseño una solución salina basada en el agua de mar y la empezó a comercializar, pero fue el Dr. Joseph de la Bonnardiere quien lo utilizó por primera vez en 1865 para definir “los usos terapéuticos de los baños de mar”.

Las propiedades de esta técnica están relacionadas con el agua marina, las algas, la temperatura y el aire. La temperatura ideal para llevar a cabo la talasoterapia es entre los 35 y 37 grados centígrados, es decir, como la temperatura corporal humana. El cuerpo necesita absorber el ozono y el yodo presentes en el aire, además del sodio. Como la composición del agua de mar es similar a la del plasma sanguíneo, a través de la osmosis se consigue que el organismo recupere su equilibrio. Los componentes se filtran a través de los poros, en un proceso por el que fluidos de agua con baja concentración de sales discurren a través de una membrana semipermeable y se combinan con otros con altas cantidades de nutrientes, encontrando un equilibrio en las concentraciones y ayudando a que nuestra piel se regenere más rápido. Este proceso ocurre de forma natural en todas las células vivas.

Como las algas viven en el medio marino, son portadoras de todos sus nutrientes, vitaminas, minerales o proteínas. Por ello, su aplicación va a suministrar al organismo todos estos componentes, así como se va a beneficiar de sus propiedades. Se les han reconocido propiedades antibióticas, antitumorales, antioxidantes, antivirales y además, retrasan el envejecimiento cutáneo. Por otro lado, el yodo y ozono aumentan las defensas del organismo, y poseen propiedades relajantes.

La talasoterapia puede tomarse como una ayuda natural en un centro especializado o en contacto directo con la naturaleza, disfrutando en este caso del masaje de las olas causado por el movimiento del mar. Pero nunca puede ser sustitutivo de un tratamiento médico.

Está demostrado su efecto aliviador e, incluso, favorecedor en procesos patológicos. Puede disminuir el dolor en zonas concretas o a nivel general, producir beneficios en procesos crónicos o agudos del aparato locomotor (osteoporosis o reumatismos), en el sistema circulatorio, en el sistema respiratorio, en traumatismos o dermatología entre otros. También mejora la situación anímica y produce relajación, pudiendo combatir el estrés, la depresión o la fatiga.

Además, mejora mejorar los tejidos, combate la flacidez, la celulitis y ralentiza el envejecimiento de la piel.

¿Cómo funciona?

Cada elemento utilizado tiene unos componentes y un resultado diferente:

El agua del mar. Es rica en cloruro de sodio, cloruro de magnesio y cloruro de potasio, entre otros, siendo sus componentes muy similares al plasma sanguíneo. Debido a este paralelismo, el cuerpo absorbe mediante osmosis mejor estas sustancias, ayudando a mejorar nuestra salud.

Las algas marinas. Son ricas en minerales, vitaminas y proteínas, sustancias que nuestro cuerpo necesita. Con su uso, se mejoran las articulaciones y organismos del cuerpo, así como se protege de bacterias y virus.

Los lodos del mar. El fango marino también es rico en minerales, vitaminas y proteínas. Une beneficiosos minerales naturales del agua y de la tierra, como son azufre, magnesio, cobre, hierro y cuarzo.

La arena. Ayuda al sistema circulatorio, reduce el riesgo de sufrir osteoporosis, tonifica, exfoliante natural y tiene propiedades relajantes.

El plancton contiene vitaminas B y E que evitan la formación de radicales libres, también defiende contra picaduras, aporta un plus de nutrición a la piel y glicoproteínas.

La brisa marina ofreciendo una mayor oxigenación de nuestra piel, mejora la eliminación de toxinas, una mejor respiración, fortalece los huesos, elimina impurezas de forma natural, mejora la fuerza muscular, beneficia el corazón y aumenta la movilidad de las articulaciones.

El fitoplancton. Promueve la energía, la formación de CO2 y ayuda al sistema inmunitario.

Una de las características principales de la talasoterapia es que sus técnicas pueden ser tanto naturales como artificiales, pero, en su conjunto todas ellas tienen como objetivo aprovechar los elementos de todo el entorno marino para tratar todo tipo de lesiones o dolencias.

Pero no todo el mundo es apto para utilizar esta técnica. Se han señalado contraindicaciones en personas con alergias, enfermedades infecciosas o cardiorrespiratorias. Además, en aquellas que presenten hipertensión grave, fiebre aguda o cáncer.

Algunas técnicas de talasoterapia

La peloidoterapia emplea peloides (mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas con agua mineral, marina o de lago salado) además de pasammamoterapia (baños calientes con arena) con el fin darle calor a la zona del cuerpo afectada en busca del alivio de problemas articulares o musculares.

La algoterapia emplea las algas marinas desecadas o frescas colocadas en agua caliente o en cataplasmas (medicina cubierta en envolturas). Es recomendable para pacientes con insuficiencia glandular o afecciones en la piel.

La hidrocinesiterapia. En ella se desarrollan ejercicios terapéuticos dentro del agua, en una piscina preparada.

El hidromasaje es el más conocido de las 4 técnicas. Otorga una sensación de relajación muscular y ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Se aplican chorros de agua a presión en una bañera de agua de mar.



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