El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado eleva el gasto público para 2023 y destina fondos para infraestructuras de agua, digitalización de los sistemas y para modernización de regadíos. Las partidas no llegan a cubrir las necesidades reales del sector ni de un país en riesgo climático y sometido a un estrés hídrico continuado



¿Qué partidas se destinan al agua en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 recién presentados?
Según informaba el Gobierno, el 30% de los Presupuestos Generales del Estado para 2023 propuestos en el proyecto de Ley presentado en Consejo de Ministros el pasado martes 4 de octubre se destinarán a impulsar la transición ecológica, un porcentaje que, a juicio de la ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, permitirá avanzar en «una reivindicación histórica y confirma la integración transversal de la transición ecológica justa» en todas las políticas.
Hoy le correspondió a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicar en rueda de prensa los detalles y conceptos de este Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2023 que incorpora elevadas cifras de gasto, con 198.221 millones, incluyendo los fondos de recuperación de la UE, y de inversión, 11.867 millones, un 33% más que el año pasado.
El Proyecto de Ley puede consultarse desde hoy en la página web de Moncloa, y el análisis del mismo permite observar que ese 30% de inversiones destinadas a la “transición ecológica”, presta atención a ámbitos como la energía, la movilidad, el urbanismo sostenible, la lucha contra los incendios o el agua, pero no es esta última la que más fondos recibe.
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Y esto a pesar de que el agua es, sin duda, uno de los recursos más esenciales y más amenazados debido al cambio climático, y más en un país como el nuestro, sometido desde siempre a una gran incertidumbre de acceso a los recursos hídricos, algo que las proyecciones del cambio climático consideran que se agravará en el futuro.
Inversiones de agua para 2023
El Libro Amarillo de los presupuestos del Estado -un volumen de 470 páginas- señala que en 2023 «se incorpora una importante dotación de recursos orientados a afianzar el crecimiento económico, dinamizar la estructura productiva, e impulsar inversiones y reformas estructurales […] para avanzar hacia una España más verde, más digital y más cohesionada desde el punto de vista social y territorial, y más igualitaria».


De este modo, el Gobierno afirma que aumenta un 9,7% el gasto total del área de Actuaciones de carácter económico. Por ejemplo, la partida de política de Industria y Energía, contará con una dotación de 11.606 millones. También se destinan 3.419 millones a Subvenciones al Transporte, un 25,7% adicional respecto a 2022; por otro lado, la política de Investigación, Desarrollo, Innovación y Digitalización será de 16.328 millones de euros.
Junto a ellas aparece la política de Infraestructuras y ecosistemas resilientes, con 12.635 millones de euros, donde se incluye el agua, y que comentamos a continuación:
Infraestructuras y ecosistemas resilientes
El Gobierno destaca que la partida calificada como de Infraestructuras y Ecosistemas Resilientes, asciende a 12.635 millones de euros, de los cuales una partida concreta es para Inversiones Hidrológicas.
En concreto, afirma el documento: «En esta política se incluyen las destinadas a la gestión e infraestructuras del agua que en el año 2023 dispondrá de 831 millones de euros para inversiones y está previsto recibir financiación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) por 1.141 millones de euros».
Además, las sociedades de aguas tienen previsto realizar inversiones por importe de 284 millones de euros, añade el texto del Gobierno.
El proyecto de Ley de Presupuestos concreta asimismo la inversión de 187 millones de euros «en la materialización de actuaciones de depuración, saneamiento, eficiencia, ahorro, reutilización y seguridad de infraestructuras, tales como la mejora de la recogida y el tratamiento de las aguas residuales urbanas, el ahorro del consumo de energía para alcanzar los criterios de eficiencia energética, así como medidas dirigidas a garantizar la seguridad de las grandes presas de titularidad estatal mediante los correspondientes planes de emergencia y otras acciones complementarias».
El resto de fondos de esta política se destina a las actuaciones en materia de infraestructuras de carreteras, ferrocarriles, portuarias, aeroportuarias, costeras, medioambientales y para la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico.
Agua y agricultura
Este ejercicio presupuestario, la política de Agricultura, Pesca y Alimentación dispondrá de 8.868 millones de euros, de los que 455 millones de euros proceden del MRR. Los programas de esta política se desglosan en el siguiente listado: Desarrollo rural sostenible, Agroalimentación, Medio marino y pesca, Prevención de Riesgos, Regulación de mercados, Mejora de Financiación y Regadíos.
En este último apartado, los presupuestos señalan: «Para su desarrollo, el departamento dispondrá en 2023 de 157 millones de euros, de los que 58 millones de euros se dedicarán a inversiones. Además de las dotaciones reseñadas, también colabora en el desarrollo de la Política de Regadíos la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), que recibirá 368 millones de euros para inversiones, de los que 271 millones de euros proceden del MRR.»
Preservación del litoral y recursos hídricos
Los presupuestos señalan también que durante 2023, un total de 498 millones de euros se destinarán a medidas de seguimiento y restauración de ecosistemas fluviales, recuperación de acuíferos y mitigación del riesgo de inundación.
«Estas medidas reúnen varias actuaciones concretas dirigidas a la restauración del espacio fluvial, a la ampliación de las redes de seguimiento y a la mejora de los inventarios de las presiones hidromorfológicas que lo amenazan», señala el Libro Amarillo.
Digitalización del agua
Por otro lado, está prevista una inversión de 456 millones de euros en la transición digital en el sector del agua, con medidas como la mejora del conocimiento y el uso de recursos hídricos o la mejora de la observación y vigilancia meteorológica y la prevención de riesgos climáticos, entre otras.
Agua y cooperación internacional
En el ámbito del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación se desglosan diversos instrumentos presupuestarios, uno de los cuales está vinculado directamente al agua. Se trata del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), con cargo al cual se podrán realizar operaciones por importe de hasta 57 millones de euros.
El grueso de la cooperación española ligada a todos los ámbitos y no el agua queda en manos de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dotada con un presupuesto de 698 millones de euros y el Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE), con cargo al cual se podrán autorizar operaciones por importe de hasta 375 millones de euros.
España arrastra un déficit de inversión en infraestructuras desde hace años y necesita reforzar la inversión para afrontar el cambio climático y ser sostenible, según señalan diversos estudios y entidades.
El Grupo de Opinión y Reflexión en Economía Política europeG presentaba hace escasos días su Policy Brief número 17, titulado Los fondos Next Generation y su efecto sobre la sostenibilidad del ciclo del agua, donde considera que las inversiones europeas destinadas al agua no bastarán para resolver los retos que aborda la gestión hídrica en España en un contexto de crisis climática y sequías por venir.
En el informe, europeG expresa que los 2.500 millones que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia destina al ciclo del agua no van a aportar “cambios significativos” al sistema de gestión y, así, “no abordan adecuadamente amenazas como el cambio climático o la sequía”.
Por otra parte, en 2019 se publicaba el estudio Análisis de necesidades de inversión en renovación de las infraestructuras del ciclo urbano del agua, elaborado por la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Cátedra Aquae de la UNED de Economía del Agua, en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña. Según sus cálculos, faltan entre 2.221 y 3.858 millones de inversión anual para poder afrontar las reparaciones que necesita la infraestructura actual y poder mantener las redes de forma sostenible.
España tiene un déficit importante en infraestructuras de abastecimiento y saneamiento urbano del agua, señalan diversos estudios. E invierte menos que países de su entorno. Así, por ejemplo, la inversión en infraestructuras del agua en España es un 47% inferior a la media de la UE según un informe de A. T. Kearney para SEOPAN.
