Las aguas regeneradas ayudan a mejorar los humedales

Las aguas regeneradas ayudan a mejorar los humedales

Las aguas regeneradas ayudan a mejorar los humedales

El Delta del Ebro, en Tarragona; la Albufera de Valencia; el alicantino Clot de Galvany; la laguna de Navaseca, en Daimiel, Ciudad Real; o las zonas inundadas de la EDAR de Cabezo Beaza, en Cartagena, son ejemplos de humedales llenos de biodiversidad del territorio peninsular. Todos ellos tienen algo en común: son lugares donde la depuración de aguas residuales ayuda a mejorar los ecosistemas bajo la gestión del grupo Agbar, cuyo foco en la biodiversidad es un caso destacado de compromiso empresarial con el medio ambiente


Pere Íñigo
Madrid | 2 febrero, 2022


Se celebra hoy el Día Mundial de los Humedales, una fecha indicada para poner en valor la importancia de estos ecosistemas para la biodiversidad y el propio bienestar humano. Se estima que unos 1.000 millones de personas dependen directamente de ellos para su subsistencia y que el 40% de especies de plantas y animales del mundo los habitan, pese a que solo ocupan un 6% de la superficie terrestre.

En efemérides como esta, se suceden las cifras que ayudan a entender su importancia. Hay datos que revelan su valor desde el punto de vista ambiental, social y económico. Otros, muestran el profundo deterioro que sufren estos ecosistemas. Por ejemplo: en los últimos 50 años se ha perdido el 35% de los humedales mundiales y, desde el siglo XVIII, el 85% de ellos.

Sin embargo, también hay inspiradores ejemplos de áreas restauradas que mejoran gracias a la buena gestión. Curiosamente, algunos de los casos más llamativos son proyectos que no tienen la restauración de ecosistemas como fin último y único, sino una suma de intereses y funcionalidades. Hay ahora mismo en España algunos humedales destacados por su valor natural que son, en esencia, instalaciones de gestión de aguas residuales o que se benefician de ella.

No son reservas naturales, sino instalaciones de gestión del agua; infraestructuras verdes del siglo XXI, con todo lo que ello supone. Aplican conceptos actuales, como las soluciones basadas en la naturaleza, para lograr réditos múltiples desde el punto de vista social, económico y ambiental.

Precisamente, el lema de este Día Mundial de los Humedales, auspiciado por la ONU, es Acción en favor de los humedales para las personas y la naturaleza, y tiene entre sus mensajes principales no solo proteger lo que queda, sino promover la restauración de lo que en algún momento se perdió o se degradó. Ejemplos que mostramos en este artículo y que tienen como nexo común el compromiso con la biodiversidad de grupos empresariales que lideran la gestión sostenible de los recursos hídricos en nuestro país.

«Se estima que el 40% de especies de plantas y animales del mundo habitan en humedales, pese a que solo ocupan un 6% de la superficie terrestre»

Vista panorámica del paraje del Tancat de l’Illa, en Valencia.

Tancats de l’Illa y Tancats de Milia

Decenas de especies invernantes y otras muchas pasan el año en las lagunas llenas de vida de los Tancats de l’Illa y Tancats de Milia, en la Albufera de Valencia, que se han convertido en destino privilegiado para los amantes de la naturaleza y la observación de avifauna.

Lo que llama la atención de estos espacios lacustres, que suman 50 hectáreas entre ambos, es conocer que hace apenas una década… no existían. Fue entonces cuando se puso en marcha un exitoso experimento de gestión de aguas residuales aplicando soluciones naturales y restaurando ecosistemas. Ahora, estos espacios, que eran hace poco campos de arroz, son un refugio de fauna y un eficiente sistema de mejora de la calidad hídrica de la Albufera de Valencia, bajo la mano de Hidraqua, que gestiona estos espacios a través de la empresa pública Acuamed.

Los técnicos consideraron que hay formas de depurar el agua que pueden servirse de la naturaleza misma para conseguir el objetivo, logrando al mismo tiempo que la vida silvestre y los ciclos naturales recuperen su tiempo y espacio.

Como explica, Javier Jiménez, el biólogo de Hidraqua responsable de los Tancats, la gestión de los humedales no solo está dando resultados de alta eficiencia depurativa del agua, sino que además está consiguiendo incrementar sustancialmente los índices de biodiversidad del Parque Natural de l’Albufera.

Vista aérea del Tancat de l’Illa, en la Albufera de Valencia.

Desde el punto de vista ambiental, los censos de biodiversidad realizados por actores distintos lo corroboran: “Se hacen seguimientos ambientales que van desde la periodicidad semanal (aves, fauna acuática, coberturas vegetales medidas con dron…), a trimestral (variables biológicas, fitoplancton, zooplancton, macroinvertebrados…)”, afirma el gestor del espacio.

Básicamente, estos espacios, hacen que las aguas residuales vayan decantándose en una sucesión de lagunas que remedan diversos biotopos naturales. Lo que se define como filtros verdes.

En cada uno de ellos, de diversa profundidad y con variada tipología de plantas y microorganismos, la propia naturaleza va sedimentando residuos sólidos y digiriendo y reciclando nutrientes.

El resultado último, al final de todo el proceso de filtrado verde, es una agua de gran calidad que se vierte a La Albufera y que es incluso más pura que la del Parque Natural.
Y durante el proceso, las propias zonas de filtrado se han convertido en espacios con valor en sí mismo, que reproducen distintos ecosistemas y se van llenando de vida.

Delta del Ebro

Un concepto similar a los filtros verdes de La Albufera es el que se aplica en los humedales artificiales de depuración de Illa de Mar y L’Embut, situados en el Delta del Ebro. y que tienen un tamaño total de 150 hectáreas, una superficie notable, equivalente a 150 campos de fútbol.

Estos humedales de depuración de agua fueron construidos por la empresa pública ACUAMED y son gestionados por Aquambiente, del grupo Agbar.

Se han convertido, desde su formación, en espacios privilegiados para la nidificación de un gran número de aves acuáticas. Hasta tal punto que el año pasado fueron declarados reserva natural de fauna salvaje por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña.

La construcción de los humedales de depuración de l’Embut y d’Illa de Mar fue realizada durante los años 2010-2012 por la sociedad estatal ACUAMED, dependiente del por entonces llamado Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Formaba parte de un programa de mejora de la calidad de las bahías del Delta del Ebro (Plan Integral De Protección del Delta del Ebro).

“Los humedales de depuración son sistemas pasivos de tratamiento del agua, formados por lagunas poco profundas con presencia de plantas propias de zonas húmedas, donde el proceso de descontaminación se lleva a cabo de forma natural por la acción de las plantas y los microorganismos presentes”, explica Oliver Hernández, responsable de su gestión para el grupo Agbar. El objetivo es ir decantando las aguas provenientes de los cultivos cercanos de arroz, que vienen cargadas de nutrientes como nitrógeno y fósforo y de agroquímicos.

Las lagunas permiten decantar las aguas y filtrarlas por medio de la acción de plantas y microorganismos que fijan o reciclan los residuos y dejan al final del proceso un agua de alta calidad. Como explica Hernández, si se intentara hacer lo mismo con medios tecnológicos habría que invertir notables esfuerzos en instalaciones, energía y mano de obra. En cierto sentido, la naturaleza hace gratis funciones que necesitamos. Es lo que llamamos servicios ecosistémicos.

Estos sistemas naturales de depuración son un ejemplo de infraestructura verde. Aquambiente, empresa del grupo Agbar, a través de la gestión de estos espacios, vela por la biodiversidad y el entorno, convirtiendo los humedales en un lugar de elevado valor ornitológico y múltiples beneficios, a nivel social, económico y ambiental, declara Hernández.

En ese sentido, los inventarios de biodiversidad muestran la mejora de las condiciones naturales del espacio. «Desde su formación se han citado más de 140 especies de aves diferentes en estas lagunas, y hay 20 que están catalogadas como vulnerables y que nidifican en ellas. Cada año observamos algo nuevo. Por ejemplo, acabamos de comprobar que una pareja de aguilucho lagunero ha nidificado aquí, cuando hace 40 años que no ocurría en todo el Delta del Ebro», afirma Oliver Hernández.

Clot de Galvany

Para preservar, cuidar y mantener el entorno natural de Elche, la empresa mixta Aigües d´Elx, constituida en un 49% por Hidraqua y responsable del ciclo sostenible del agua junto a su Ayuntamiento, gestiona el paraje natural del Clot de Galvany.

El humedal conecta con las dunas y pinares del Carabassí y constituye un excelente ejemplo de marjales costeros. Por ello, el Ayuntamiento de Elche lo catalogó como Paraje Natural Municipal en su propósito de proteger un hábitat único por su flora, fauna y medio físico.

Un 10% de las aguas depuradas de Elche van destinadas a rellenar este humedal, según explicaba el regidor de la localidad levantina en recientes declaraciones a nuestro diario. El restante 90% se reutiliza en riego de zonas verdes y entorno de la ciudad, lo que sitúa a la urbe alicantina como líder de la economía circular del agua en nuestro país.

Humedal del Clot de Galvany, en Elche, Alicante, ailmentado con parte de las aguas depuradas de la localidad. | FOTO Adriana Iacob
Humedal del Clot de Galvany, en Elche, Alicante, ailmentado con parte de las aguas depuradas de la localidad. | FOTO Adriana Iacob

El Clot de Galvany es un paraje de gran valor ambiental, que agrupa varios biotopos y que por y sus condiciones de suelos variados contiene una flora y fauna de gran relevancia, beneficiados del aporte continuo de aguas de calidad que la depuradora de Elche proporciona.

La depuradora de Aigües d’Elx hace posible que haya una lámina de agua todo el año, garantizando la conservación del espacio, explican sus gestores.

La depuradora de Cabezo Beaza

Hace apenas cuatro décadas estuvimos a punto de perder a una de las aves acuáticas más atractivas de la Península.

La malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocefalia) se vio llevada al borde de la extinción debido a la destrucción de sus hábitats y la presión de una población importada de un ave americana, la malvasía canela, que desplazaba o se hibridaba con las poblaciones ibéricas originales. Apenas quedaban unas decenas de ejemplares de nuestra especie propia.

Hoy en día, este peculiar pato buceador, inconfundible por su aspecto rechoncho, su cola larga y afilada, que suele mantener erguida, y el brillante tono azul que muestran los machos en el pico durante la época de reproducción, ha pasado de la condición de extremo peligro a la de progresa adecuadamente.

Y uno de los lugares de nidificación y reproducción más exitoso de nuestro país es la Estación de Depuración de Aguas Residuales de Cabezo Beaza, en Cartagena, que gestiona Hidrogea, del grupo Agbar.

No es un parque natural sino la infraestructura de gestión hídrica de una ciudad como Cartagena, que presta servicio de depuración a una población equivalente a 180.000 habitantes, explica Julio Marín, director de Desarrollo Sostenible de Hidrogea.

Ejemplar macho de malvasía cabeciblanca ('Oxyura leucocefalia') una de las aves más escasas de la Península ibérica que se reproduce en la EDAR de Cabezo Beana en Cartagena gracias a las medidas de gestión de la biodiversidad aplicadas en esta instalación de gestión de aguas residuales. | FOTO: Juan Aceituno
Ejemplar macho de malvasía cabeciblanca (‘Oxyura leucocefalia’) una de las aves más escasas de la Península ibérica que se reproduce en la EDAR de Cabezo Beana en Cartagena gracias a las medidas de gestión de la biodiversidad aplicadas en esta instalación de gestión de aguas residuales. | FOTO: Juan Aceituno

Sucede que, además de limpiar el agua, y de ser de gran ayuda a la sostenibilidad hídrica en una región escasa en recursos, ya que el 10o% de sus aguas tratadas se redestinan al riego agrícola, la EDAR de Cabezo Beaza también está contribuyendo a la conservación de la biodiversidad gracias a los dos humedales artificiales que sirven de refugio a más de 30 especies de aves acuáticas, algunas de ellas tan singulares como la malvasía cabeciblanca.

Años de esfuerzo por el fomento de la biodiversidad, la alianzas con actores diversos y un compromiso por la naturalización de las instalaciones han obrado el milagro, según explica Julio Marín.

En colaboración con la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), la empresa responsable de la gestión de la EDAR ha llevado a cabo cambios en la gestión y medidas de mejora del medio, como la instalación de plataformas flotantes específicas para favoreces el establecimiento de avifauna, que ha logrado crear un hábitat óptimo para especies sensibles.

La malvasía cabeciblanca no es la única especie beneficiada. El cuidado del entorno de la EDAR de Cabezo Beaza ha permitido que el pato cuchara, otra anátida singular, encuentre un humedal perfecto para proliferar. Es una especie escasa en nuestro país y su anidamiento en este lugar recalca la importancia de estas instalaciones de tratamiento de agua, destaca Julio Marín.

Laguna de Navaseca en Daimiel

La laguna de Navaseca, que forma parte de la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda y está enclavada junto al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, es un ejemplo de cómo la gestión del ciclo integral del agua puede enriquecer el valor ambiental y generar actividad económica.

Antonio García Pastrana, director del servicio de Aquona en Ciudad Real, explica a nuestro diario la importancia del espacio: «La depuradora de aguas residuales de Daimiel (Ciudad Real) tiene una función clave en la existencia de la laguna» dice. «Mientras que las zonas inundadas de las Tablas de Daimiel sufren fuertes fluctuaciones de agua provocadas por los periodos de sequía, en Navaseca el caudal constante de la depuradora permite mantener unos niveles estables de agua y, por lo tanto, de aves», añade.

Laguna de Navaseca, en Daimiel (Ciudad Real). alimentada con aguas tratadas en la EDAR de Daimiel.
Laguna de Navaseca, en Daimiel (Ciudad Real). alimentada con aguas tratadas en la EDAR de Daimiel.

De este modo, detalla el técnico, en la laguna de Navaseca, el aporte no depende exclusivamente de las lluvias, sino de las aguas residuales de Daimiel que, tras ser tratadas en la depuradora, son vertidas a la laguna.

«La gestión eficiente y sostenible del agua permite crear sinergias que originan desarrollo económico y social», y una muestra de ello es que la laguna de Navaseca se ha convertido en «un paraíso para los ornitólogos y turistas que visitan este lugar», afirma el responsable de Aquona. 

La biodiversidad, foco principal

Lo que tienen en común los cinco humedales destacados en este artículo, que unen de una u otra forma gestión de aguas residuales y fomento de la biodiversidad, es la gestión común por parte del grupo Agbar.

«Hemos incorporado la gestión de la biodiversidad en el día a día de nuestra actividad y en la toma de decisiones. En 2016, después de identificar qué oportunidades teníamos para la mejora del entorno de nuestras instalaciones, publicamos la ‘Guía operativa de conservación de la biodiversidad en el ciclo integral del agua’, que nos sirve como herramienta interna para desarrollar los planes de acción de biodiversidad en las instalaciones que gestionamos”, afirma Clara Rovira, responsable de Biodiversidad del grupo.

Hay varias líneas de actuación: «Una de las más prioritarias es la naturalización de las instalaciones que gestionamos, para que estén completamente integradas en su entorno natural y favorezcan las funciones ecológicas del entorno», explica Rovira.

La naturalización de las instalaciones de Agbar se traduce en el uso de especies autóctonas en la jardinería junto a una política de erradicación de especies invasoras.

Además, se ha apostado por la eliminación progresiva de fitosanitarios y herbicidas en el mantenimiento de las zonas verdes, que se pueden sustituir por métodos de control biológico o promoviendo la fauna auxiliar.

Otra línea de actuación es la promoción de la infraestructura verde y azul, a través de soluciones basadas en la naturaleza, o infraestructuras multifuncionales. Una muestra de ello son los humedales de depuración del Delta del Ebro y otras localizaciones, dice Rovira.

Se presenta el Plan Nacional de Humedales

El Gobierno de España ha elegido la celebración del Día Mundial de Humedales para anunciar la puesta en marcha del Plan Estratégico de Humedales 2022-2030 para «impulsar la conservación y recuperación de estos ecosistemas clave».

“Los humedales son especialmente valiosos en un país tan árido como es España, en el que los aproximadamente 2.000 humedales existentes albergan una biodiversidad extraordinaria y cumplen muy destacados servicios ecosistémicos”, ha declarado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

La ministra recordaba que según los datos del Inventario Español de Zonas Húmedas, la mitad de los humedales españoles se encuentran conservados o bien conservados y la otra mitad (48,8%) están alterados o muy alterados. Además, desde principios del siglo XIX ha desaparecido al menos el 60% de la superficie húmeda original de España.

A partir de este análisis de la situación actual, el nuevo Plan Estratégico fija los objetivos y medidas concretas que deben aplicarse en estos ecosistemas para lograr que en el año 2030 se haya avanzado de forma significativa en la defensa y recuperación de las zonas húmedas de nuestro país.

El Plan Estratégico incluye medidas para mejorar el conocimiento sobre nuestros humedales a fin de que en 2030 todos estén incluidos en el Inventario Español de Zonas Húmedas y que ningún humedal protegido se encuentre en un estado de conservación desconocido. Por otro lado, y para reforzar la protección y gestión de estos espacios, el Plan se marca como objetivos conseguir que ningún humedal protegido haya empeorado su estado de conservación para 2030 y que al menos el 50% haya experimentado mejora.  Del mismo modo, se espera que a lo largo de esta década se implanten medidas para la conservación y restauración de las especies y los hábitats de zonas húmedas.

Otra de las prioridades del plan es revertir el estado de degradación de algunos enclaves significativos como la laguna de La Janda (Cádiz), la laguna de Antela (Ourense) o el Mar de Campos (Palencia). En palabras de la vicepresidenta: “Debemos iniciar antes de 2030 la restauración de los principales humedales que se han perdido en el pasado reciente y alcanzar en este período la recuperación de, al menos 20.000 hectáreas de zonas húmedas”.

Además, para impedir que continúe el deterioro de estos espacios se elaborarán y aprobarán para 2025 estrategias de gestión y control de las especies exóticas invasoras que afectan a los humedales españoles.



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