El Plan de Seguridad Energética impulsa el despliegue del biogás

El Plan de Seguridad Energética impulsa el despliegue del biogás

Entre las medidas del nuevo Plan de Seguridad Energética está la Declaración de Utilidad Pública de las líneas de conexión de biogás con la red de transporte y distribución de gas natural. Las depuradoras de aguas residuales, convertidas en biofactorías, producen esta fuente de energía renovable


El Plan de Seguridad Energética al que ha dado luz verde el Consejo de Ministros este martes contempla 18 medidas adicionales al Plan + del Gobierno ante la subida de precios de la energía como consecuencia de la guerra de Ucrania. El objetivo de estas nuevas medidas, que supondrán un gasto de 3.000 millones de euros, asociados a los nuevos Presupuestos Generales del Estado, buscan la protección de los consumidores ante el incremento en las facturas de electricidad y gas al mismo tiempo que se acelera la transición energética.

Además de una nueva Tarifa de Último Recurso (TUR) para calderas de gas de comunidades de vecinos, el refuerzo de los bonos sociales térmicos y eléctricos, y el impulso a el autoconsumo energético, en nuevo plan introduce la Declaración de Utilidad Pública (DUP) de las líneas directas de conexión de plantas de producción de gases renovables con la red de transporte y distribución de gas natural. 

Con esta medida, el Gobierno quiere impulsar la producción y consumo de biogases como el biometano para reducir la dependencia energética exterior y fomentar estrategias de economía circular con el aprovechamiento de estos gases que se obtienen de los residuos orgánicos.

El biogás es un gas renovable compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono obtenido a partir de la degradación anaerobia –sin oxígeno– de residuos orgánicos como lodos de depuración del agua y residuos urbanos, ganaderos y agroindustriales. Es la única energía renovable que puede usarse para cualquiera de las grandes aplicaciones energéticas: eléctrica, térmica o como carburante.

Biogás, en el centro de las biofactorías

El sector del ciclo urbano del agua y, concretamente, sus instalaciones de depuración, tienen en el biogás una fuente energética natural. Producido por el proceso de depuración de aguas residuales, mediante la digestión anaerobia que hacen las bacterias de los residuos de las aguas, el biogás es una de las claves de las llamadas ‘biofactorías’ que se autoabastecen energéticamente y valorizan los desechos en nuevos productos aprovechables para la agricultura y la industria.

Ejemplo de ello es el grupo Agbar, cuyas biofactorías son referente mundial. El biogás es utilizado para producir energía eléctrica para los procesos de depuración del agua e incluso para crear ‘bioestaciones’ que abastecen de biogás a vehículos de movilidad sostenible.  

Los gases de origen renovable forman parte de la solución para alcanzar la neutralidad climática en 2050 y contribuyen a la consecución de los objetivos de reducción de emisiones y de penetración de energías renovables propuestos para España en el año 2030.

Asimismo, el despliegue del biogás presenta numerosos beneficios medioambientales y  permite crear sinergias con las industrias locales mediante  su  uso  en localizaciones cercanas a su producción.

Protección de usuarios vulnerables y digitalización

El nuevo plan contempla la creación de una nueva TUR para el ahorro vecinal del 50% del coste del consumo en calderas de gas comunitarias que beneficiará a 1,7 millones de hogares. También se pone en marcha un bono de ‘justicia energética’ para hogares de trabajadores de rentas bajas que beneficiará a 1,5 millones de hogares con un descuento del 40% de la factura eléctrica.

Además, los usuarios se beneficiarán de medidas de flexibilización en los contratos con la posibilidad de cambiar de compañía suministradora sin condiciones de permanencia y cambiar los caudales de consumo contratado a lo largo del año. Esta flexibilización beneficiará también a autónomos y empresas, como regantes que pondrán cambiar los caudales energéticos de consumo según las campañas agrícolas.

regadíos
El consumo energético de la agricultura se ha multiplicado.

También se ponen en marcha medidas de transparencias en las facturas energéticas, con la inclusión de un informe de consumo medio del código postal para ver si estamos haciendo un buen consumo en comparación con los vecinos de la zona, además de incluir recomendaciones de ahorro y eficiencia energética y un código QR que enlaza a un comparador de ofertas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para ver los precios de las empresas suministradoras.

Además, para mejorar las mediciones del consumo del gas se invertirán 40 millones de euros para sustituir los contadores analógicos por contadores digitales.

Para fomentar el autoconsumo, que ha crecido 10 veces desde 2018, se aumenta a un kilómetro la distancia permitida para contar con redes de distribución energética, pero solo de electricidad producida en cubiertas de edificios.



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