La Xunta de Galicia ha sido pionera a la hora de ver en los fondos para la reconstrucción una oportunidad para afrontar el reto del agua, que en la región de los mil ríos, pasa por reducir al 20% las fugas, dar respuestas adaptadas a la dispersión y la ruralidad tanto en abastecimiento como en depuración, y por la transformación digital.
De momento para 2021 contará con 16 millones de euros de la Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (REACT-EU) para mejorar el abastecimiento de agua.
Así lo anunciaba la directora de Aguas de Galicia, Teresa Gutiérrez que ha explicado a El Ágora cuáles son los planes de la Xunta para el Agua. Unos planes que requerirán 675 millones de euros en los próximos años y para los que no comprarán una solución, sino que aspiran a hacer una compra pública innovadora. Esta apuesta es el resultado de las mejores aportaciones de los distintos operadores del ciclo urbano, administraciones y usuarios, “porque encontrar soluciones para los ciudadanos útiles exige este tipo de colaboración”. El pliego de esa licitación para avanzar en la transformación digital del agua gallega podría estar listo en el primer trimestre de 2021.
Todo empezó con la sequía de 2017
Desde que en 2017 Galicia sufriera una de las peores sequías de su historia, Teresa Gutiérrez, directora de Aguas de Galicia, supo que había llegado el momento de afrontar de una vez el reto del agua en la región.
Aunque la percepción general sea que en Galicia nunca falta agua, lo cierto, afirma Gutiérrez, es que «aún habiendo recursos hídricos somos una región vulnerable porque nos faltan medios e infraestructuras para aprovechar esos recursos, y más allá de la infraestructura, hay problemas de gobernanza derivados de la dispersión de los núcleos poblacionales y la ruralidad característica del territorio gallego».
Y es que no hay que olvidar que una de las características del territorio gallego es su elevada dispersión urbana. Galicia apenas supone el 6% de la superficie y de la población de España, pero tiene 30.246 núcleos de población, casi la mitad de los que hay en España. Esta circunstancia hace especialmente compleja la gestión, el tratamiento y la depuración de las aguas residuales, incluso en aquellos concellos de más de 2.000 habitantes.«En Galicia cada vez llueve de manera más irregular y, sin embargo, no contamos con infraestructuras para recoger el agua de lluvia en este contexto de cambio climático. Debemos adaptarnos para garantizar el acceso en cantidad y calidad a la población y, además, dotarnos de una buena cobertura en saneamiento», explica la direcotra.
«Somos la primera Comunidad Autónoma en contar con un Plan de Sequía que obliga a todos los municipios y concellos a contar con uno que identifique las fuentes de captación. La dispersión de la población en Galicia condiciona la capacidad de los concellos para acometer redes públicas de abastecimiento y aún hay un número importante de localidades que beben directamente de manantial. Tenemos que buscar fuentes seguras y sistemas adecuados de potabilización«, asegura.
«En Galicia el agua no sobra, hay recurso pero nos faltan herramientas para aprovecharlo»
«Una de las primeras cosas que aprendimos cuando iniciamos el dossier para diseñar los planes hídricos para Galicia, fue que no disponíamos de información suficiente. Contamos con unas fugas estimadas del 30-40% y nos hemos puesto como objetivo reducirlas al 20% en los próximos años. Pero exige conocer y cuantificar los consumos y los volúmenes captados. De ahí que una de nuestras prioridades para este año sea avanzar en la instalación de contadores para todos los usuarios».
La directora de Aguas de Galicia explica que «en el dossier que llevamos a Bruselas identificamos líneas de mejora en el saneamiento en los municipios de entre 1.000 y 2.000 habitantes; posibilidad de avanzar en la eficiencia energética en las instalaciones ya existentes, buscar soluciones innovadoras y asequibles para abastecimiento y depuración en municipios de menos de mil habitantes, con soluciones basadas en la naturaleza y siempre de la mano de la investigación y la innovación, aplicando políticas de economía circular».
Dice Gutiérrez que en Galicia el agua no sobra: «hasta hace poco no hacía falta regar los jardines ni los espacios públicos, pero ahora que es necesario urge apostar por nuevos ciclos del vida al agua regenerada, así como apostar por infraestructuras verdes que favorezcan un buen drenaje urbano y tanques de tormenta que eviten inundaciones».
Un factor muy importante en esta región «es la conservación fluvial y la apuesta clara de la Xunta por la recuperación de los bosques autóctonos de rivera y la lucha contra las especies invasoras. Así como decidir qué va a pasar cuando reviertan los derechos de uso de las hidroeléctricas para saber si hay que mantener los obstáculos al cauce o destruirlos».


«Tenemos mucha información, hay que digitalizar los procesos para facilitar la toma de decisiones»
Para Teresa Gutiérrez «todo esto requiere conocimiento y saber procesar la información que tenemos, en definitiva apostar por un modelo de gestión digital que incorpore todas las fuentes de información y nos procese los datos para ayudarnos en la toma de decisiones, tanto a los operadores como a las administraciones».
«Actualmente trabajamos en un proyecto, Innovaqua, en el que hemos consultado con más de 500 expertos profesionales de la gestión del agua urbana, centros tecnológicos y de investigación que cuenta con una dotación de 7 millones de euros ya tenemos licitada la oficina técnica y en breve empezaremos lal icitación de las diferentes herramientas para acometer esta transformación digital«, explica a El Ágora.
«En Galicia no queremos comprar nada, queremos optar por una compra pública innovadora, una herramienta hecha para nosotros con las mejores aportaciones de cada uno de los expertos. Hemos aprendido mucho de los operadores a pie de urbe para abastecer y depurar, de los científicos y centros tecnológicos, y ahora haremos un pliego para licitar nuestra propia herramienta de gestión, que nos gustaría tenerla para el primer trimestre del año que viene», adelanta.
«Si queremos soluciones útiles, eficientes, eficaces y sostenibles para los gallegos este modelo de colaboración entre Universidad, empresas gestoras y administraciones es el camino»
El caso es que el gobierno gallego, con todo el diagnóstico de su Ciclo Integral de los Recursos Hídricos adelantado, a raíz de la gran sequía de 2017, preparó un dossier con un plan de actuaciones completo valoradas en 675 millones de euros para que la Comisión Europea orientase a la administración autonómica sobre las vías de financiación para lograr los objetivos planteados.
Se trata de la Estrategia de crecimiento de Augas de Galicia, en línea con los programas de crecimiento verde de la Comisión Europea, con el Pacto verde europeo.
En este sentido, presentó los planes concretos que se quieren acometer en el ámbito del abastecimiento, pues el cambio en el régimen de precipitaciones exige actuar para garantizar el agua a la población, hacerla menos vulnerable y aumentar su resiliencia frente a la sequía.
«Es verdad que el fondo de recuperación post-covid Next Generation es una oportunidad porque nuestro plan está alineado con el Pacto Verde, la cohesión territorial y la transformación digital, pero hay otras vías de financiación en el Marco Financiero Plurianual para 2021-2027 a través de Feder y Feader», señala la directora.


En el anterior periodo Galicia recibió 150 millones de euros para acometer la depuración de las rías, unas líneas de difícil ejecución de las que aún quedan pendientes dos tercios por ejecutar. Y que sin embargo no tenían dotación para abastecimiento.
Bruselas explicó que será a través del Gobierno de España como se canalicen los fondos en sintonía con las estrategias nacionales de recuperación, que en el caso de Galicia sí contemplan ya para el año próximo una partida concreta destinada a mejorar el abastecimiento.
Se trata de una partida de 16 millones de euros, que tendrá que ejecutarse entre 2021 y 2022 y que procede de uno de los ejes del Next Generation: la Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (REACT-EU) .
¿Qué es REACT-EU y de qué modo implica a la política de cohesión?
La Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (REACT-EU) es una iniciativa que prosigue y amplía las medidas de respuesta a la crisis y de reparación de la crisis propuestas en la Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus (IIRC) y la Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus Plus (IIRC+). Esta iniciativa contribuirá a preparar una recuperación ecológica, digital y resiliente de la economía.
El paquete REACT-EU incluye 55.000 millones EUR de fondos adicionales que se pondrán a disposición del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD) para el período 2014-2020. Estos fondos adicionales procederán en 2021-2022 del programa Next Generation EU, y en 2020 se aportarán mediante una revisión específica del marco financiero actual.
¿Los 55 000 millones EUR son «dinero nuevo»?
Sí. REACT-EU añadirá nuevos recursos a los programas actuales de la política de cohesión y no irá a expensas de ningún otro programa ni de los recursos previstos para los próximos años. Por tanto, estos recursos se suman a las dotaciones existentes para 2014-2020 y a las dotaciones propuestas para el período 2021-2027.
Para garantizar que estas cantidades estén disponibles rápidamente a fin de satisfacer las necesidades de la economía real, se propone que la financiación adicional de 2020 se ponga a disposición mediante una revisión específica del marco financiero 2014-2020.
¿De qué retos se ocupará REACT-EU?
REACT-EU proporcionará financiación adicional para los sectores más importantes, que serán cruciales para sentar las bases de una recuperación sólida. Esto supondrá inversiones para apoyar el mantenimiento del empleo, en particular mediante regímenes de reducción del tiempo de trabajo y apoyo a los trabajadores por cuenta propia. Los fondos también pueden utilizarse para fomentar la creación de empleo y las medidas de empleo juvenil, para los sistemas de asistencia sanitaria y para facilitar capital circulante y apoyo a la inversión a las pymes. Este apoyo estará disponible en todos los sectores económicos, incluidos los del turismo y la cultura, particularmente afectados. La ayuda adicional servirá también para invertir en el Pacto Verde Europeo y la transición digital, como ampliación de las importantes inversiones en esos ámbitos que ya se están llevando a cabo a través de la política de cohesión de la UE.
Los Estados miembros podrán decidir de forma autónoma la forma concreta de canalizar los fondos. Se mantendrá la máxima flexibilidad, tal como se propone en los paquetes de la Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus y de la Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus Plus, y podrán dirigirlos a medidas de reparación de la crisis mediante el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) o el Fondo Social Europeo (FSE), o bien al apoyo a los grupos más vulnerables de la sociedad, en el marco del Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD).
¿Cómo se distribuirán estos recursos entre los Estados miembros?
La financiación de REACT-EU se distribuirá entre los Estados miembros teniendo en cuenta su prosperidad relativa y el alcance de los efectos de la crisis actual en sus economías y sociedades, incluido el desempleo juvenil.
¿Con qué rapidez se movilizará la financiación de REACT-EU para inversiones a través de los programas de la política de cohesión?
Para hacer frente a los efectos de la pandemia de coronavirus, los Estados miembros necesitan un acceso urgente a la ayuda financiera. La Comisión propone que se abone inmediatamente a los Estados miembros un 50% de los recursos adicionales de REACT-EU para 2020 a modo de prefinanciación, una vez aprobados los programas o las modificaciones de los programas en cuestión. Se anima a los Estados miembros y a las regiones a utilizar esta prefinanciación para abonar anticipos a los beneficiarios, a fin de reforzar su liquidez financiera. También se propone que en los años sucesivos se abonen las prefinanciaciones anuales en relación con los recursos adicionales asignados a los programas. La tasa de financiación de la UE de hasta el 100%, muy generosa, también contribuirá al rápido despliegue de esta financiación adicional.
