Diversos proyectos en España usan aguas regeneradas, debidamente tratadas en las estaciones depuradoras de aguas residuales, para rellenar acuíferos sobreexplotados. Es un ejemplo de economía circular de los recursos hídricos donde la tecnología acude al rescate del medio natural y de las reservas estratégicas de aguas subterráneas



El lema elegido en 2022 para celebrar el Día Mundial del Agua es Hacer visible lo invisible, y tiene el objetivo de poner en valor la importancia de las aguas subterráneas. La conmemoración internacional pretende impulsar la consciencia sobre la importancia de protegerlas, ya que constituyen la base del suministro de agua potable y un recurso natural básico para la agricultura, la industria y todos los ecosistemas naturales.
En realidad, no nos damos cuenta de que el agua subterránea es la mayor reserva hídrica con la que contamos. De hecho, el 99% del agua en estado líquido en el planeta es agua que se encuentra en el subsuelo como afirma el Informe Anual de la ONU sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2022 recién publicado por la Unesco. El mismo estudio indica que el 40% de los acuíferos del mundo se encuentran en mal estado, ya sea por sobreexplotación y disminución de su volumen o por contaminación.
Pese a su importancia como recurso, las aguas subterráneas no reciben siempre la atención que merecen. En cierto modo, algo similar ocurre con las aguas regeneradas, aquellas que se producen en las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR), y que reciclan de forma conveniente la que consumimos todos los días, garantizando el bienestar de las personas y los ecosistemas.
Estos dos recursos olvidados, las aguas subterráneas y las aguas regeneradas, están empezando a vincularse gracias a una serie de innovadoras iniciativas que apuestan por la economía circular de los recursos hídricos. Se trata de emplear aguas regeneradas para rellenar acuíferos sobreexplotados.
Gestión sostenible de los recursos hídricos
Un ejemplo de uso de aguas regeneradas para la mejora de las aguas subterráneas lo encontramos en Cataluña, en el río Llobregat. Los acuíferos del delta del Llobregat son fundamentales para el suministro de agua a toda el área metropolitana de Barcelona.
Su uso intensivo para fines industriales y para el consumo humano provocó una degradación general del sistema acuífero, lo que se tradujo en un descenso en su capacidad de almacenamiento y en la intrusión de agua marina, poniendo en peligro el suministro a la zona.
Para revertir la situación se construyó en el acuífero principal una línea de pozos para inyectar agua regenerada procedente de la depuradora del Baix Llobregat. La inyección de agua regenerada alimenta de forma sostenible al acuífero y actúa como barrera contra la intrusión salina.
Aigües de Barcelona inyectó en 2021 en los pozos un total de 679.105 metros cúbicos de agua regenerada, equivalente a 200 piscinas olímpicas.
«En diversos puntos de España se emplean ya aguas regeneradas para rellenar acuíferos sobreexplotados, como en el delta del Llobregat»


Inteligencia artificial y gobernanza
Desde Cataluña podemos viajar al sur de España para ver otros proyectos de empleo de aguas regeneradas para sanar acuíferos. Es el caso de lo que lleva a cabo Cetaqua, centro tecnológico del agua impulsado por Agbar, que lidera diversos proyectos de gestión avanzada y colaborativa de los acuíferos.
Uno de ellos es el proyecto GOTHAM, que nace ante la dificultad para predecir el balance hídrico en los acuíferos y para anticipar la demanda de agua, especialmente la relacionada con la actividad agrícola, en una zona con elevado estrés hídrico como el Campo de Dalías (Almería).
El objetivo es predecir, mediante herramientas digitales basadas en la inteligencia artificial (IA), la disponibilidad y la demanda del recurso hídrico, así como su impacto en la sostenibilidad de las masas de agua subterránea en el Poniente almeriense.
Hidralia, empresa del grupo en Andalucía, colabora en este proyecto de innovación junto a los ayuntamientos de Roquetas, La Mojonera y Adra, como responsables de la gestión del ciclo urbano del agua en estos municipios.


Otros dos proyectos impulsados por Cetaqua en Andalucía están dirigidos a la mejora de acuíferos y cuentan con el apoyo de la UE, mediante su programa LIFE.
El proyecto denominado LIFE MATRIX quiere poner en valor del agua regenerada en la EDAR de La Víbora (Málaga) mediante recarga gestionada de acuíferos. Se trata de almacenar esa agua en el acuífero para darle un uso posterior, controlando en todo momento la calidad del agua en los distintos puntos del sistema. La operadora de agua involucrada en el proyecto es en este caso ACOSOL, que cuenta con un potencial de regeneración de agua en la Costa del Sol superior a 30 hectómetros cúbicos anuales.
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Un segundo proyecto, el LIFE Nirvana, a través de una planta piloto en Zarandona (Murcia), pretende desarrollar una tecnología innovadora y efectiva para la biorremediación in-situ de las aguas subterráneas, lo que permitirá reducir la concentración de nitratos allí presentes de forma sostenible.
Hay que tener en cuenta que gran parte de los acuíferos de Europa están en mal estado debido a una alta concentración de nitratos, causada principalmente por el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios en las actividades agrícolas y ganaderas, lo que afecta a la calidad de las aguas subterráneas. Además, las tecnologías actuales desarrolladas para paliar este problema suelen tener un impacto ambiental negativo por la energía consumida y la gran cantidad de residuos generada.
Cetaqua, junto con Aguas de Murcia y Aquatec (parte del grupo Agbar), lidera este LIFE Nirvana, que a lo largo de 2021 finalizó la preparación de una experiencia piloto para la reducción de nitratos en las aguas.
Se trata de la inyección de nanopartículas de hierro que tienen la capacidad de potenciar la transformación del nitrato en nitrógeno gas, así como de convertir los pesticidas en compuestos más biodegradables.
De esta forma, se promueve una gestión más sostenible de los recursos hídricos puesto que reduce la concentración de nitratos y contribuye a la recuperación del buen estado químico de las aguas subterráneas. Además, permite incrementar el volumen de agua subterránea apta para otros usos.
También en Valencia
Otro notable ejemplo de gestión sostenible de los acuíferos lo encontramos en Hidraqua, empresa que gestiona el ciclo del agua en la Comunidad Valenciana, y da servicio a más de 20 municipios que se abastecen exclusivamente de agua subterránea.
Por ese motivo, la empresa se ha especializado en la gestión avanzada de los pozos para la extracción del agua. Hidraqua ha identificado los pozos más significativos y ha instalado sensores para el control y seguimiento de las principales variables: caudal y volumen producido, consumo y demanda de energía y presión o profundidades del agua captada. Para ello, se utilizan tecnologías punteras para la gestión optimizada de sondeos y captación de agua subterránea.
