Así lidian las ciudades españolas con el estrés hídrico y garantizan el suministro - EL ÁGORA DIARIO

Así lidian las ciudades españolas con el estrés hídrico y garantizan el suministro

Hace apenas dos años Ciudad del Cabo fue la primera gran urbe a punto de quedarse sin agua por la sequía. El nivel de lluvias de la ciudad sudafricana era el mismo que el de las ciudades levantinas un año normal, una muestra de la resiliencia española al estrés hídrico


Una cuarta parte de la población mundial habita en países que viven al límite de sus recursos hídricos, con un consumo por encima del 80% de la disponibilidad de agua. Algunas regiones españolas también están cerca de lo que ahora se conoce como Día Cero, el día en que los grifos se secan y que ya ha amenazado a ciudades de 17 países desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica) hasta São Paolo (Brasil) o Chennai (India).

La adaptación de las ciudades a la escasez de agua, el reforzamiento de la resiliencia y los planes de gestión eficientes de los recursos hídricos, no solo en cantidad sino en calidad, son imprescindibles para garantizar el acceso al agua en un futuro comprometido por el impacto climático, según ha puesto de manifiesto Ignacio Casals responsable de I+D+i en Aguas de Alicante, durante su participación en la Feria Internacional para la Gestión Eficiente del Agua, Efiaqua que se celebra hasta mañana en Valencia.

Según el último informe del World Resources Institute (WRI) cuando la demanda compite con la oferta, incluso los pequeños fenómenos de sequía – que aumentarán debido al cambio climático -pueden producir graves consecuencias en las personas, los medios de vida y las empresas de todo el mundo.

España está dentro de la categoría de estrés hídrico alto, con un consumo global de recursos de entre el 40% y el 80% anual. Ocupa el puesto 28 en el ránking mundial de países con estrés hídrico, pero algunas zonas del sur y el este de la Península están clasificadas en situación de riesgo extremo, como esos países de Oriente Medio que encabezan la clasificación.

Para Casals es importante entender que el concepto de estrés hídrico es complejo aunque partamos de situaciones de escasez de agua. En este sentido, ha explicado que hace pocos años, entre 2015-2018 Ciudad del Cabo (Sudáfrica) padeció uno de los episodios de sequía más graves de su historia y estuvo a punto de que sus más de cuatro millones de habitantes se quedaran sin agua.

En España vivimos casi en situación de permanente estrés hídrico sin alarma para los habitantes

La complejidad del concepto de estrés deriva de ver cómo en Ciudad del Cabo, entonces las lluvias fueron cinco veces menos de las habituales para la capital sudafricana que viene a ser lo mismo que recibe la vertiente Mediterránea española un año normal, concretamente 260 mm por metro cuaadrado al año en la ciudad de Alicante.

En aquel año 2017, Ciudad del Cabo estaba en el nivel 5 de alerta de restricciones sobre una escala de 10, con un consumo diario máximo permitido de agua por habitante de 100 litros, exactamente el consumo normal por habitante en una ciudad como Alicante.

Es decir que en España vivimos casi en situación de permanente estrés hídrico sin alarma para los habitantes, explica Casals.

El experto en I+D+i destaca que las herramientas que permiten ser tan resilientes a ciudades del arco Mediterráneo español se basan en estrategias a largo plazo y en la diversificación de los recursos hídricos: Contar con agua de lluvia, desalación, acuíferos, trasvases supone una multiplicidad de recursos fundamental para garantizar el abastecimiento sin sea percibido el estrés por parte de la población”.

La eficiencia en el suministro y el consumo son otros dos grandes pilares para el responsable de I+D+i de Aguas de Alicante, quien pone como ejemplo el hecho de que en la última década se haya reducido un 20% el consumo urbano en Alicante pese a que la población ha crecido en 50.000 habitantes.

Las herramientas para conseguirlo son ratios bajos de fugas, concienciación ciudadana en gestión de la demanda y el uso de recursos hídricos alternativos: reutilización de aguas residuales para zonas verdes o el baldeo de calles.

Casals insiste en que todos los estudios realizados a nivel europeo apuntan a que España es el país con mayor potencial de reutilización de agua, y eso que ya somos el que más reutiliza de toda la Unión Europea. “Primero por disponibilidad de recurso y segundo por el potencial de uso en un sector tan importante como la agricultura en nuestro país”, explica.

Para poder desarrollar este potencial en la reutilización, Casals ve necesario disponer de inversiones para realizar infraestructuras, si bien puntualiza que estas inversiones en el caso de la reutilización son mucho más bajas y amortizables que cualquier otra infraestructura hidráulica. “Las infraestructuras de tratamiento no son muy elevadas, son de bajo coste pero son necesarias y rápidamente amortizables”.

De cara a la nueva norma comunitaria que regulará el uso agrícola, entre otros, de las aguas regeneradas, Casals entiende que “estamos poniendo a prueba tecnología de última generación para acabar con los contaminantes emergentes”.

En la conclusión de su presentación en la Feria Efiaqua, que analiza la gestión eficiente del agua hasta mañana en Valencia, Casals ha insistido en que la resiliencia “es un trabajo de largo recorrido y multidisplinar que supone atacar todos los factores que hacen que un municipio se adapte al estrés hídrico». En ese sentido, añade: «Hay que estudiar los impactos en infraestructuras urbanas y en todos los sectores y servicios. Hay que estudiar las interdependencias y contar con equipos multidisciplinares”.



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