Beber agua: la respuesta más sensata ante el calor - EL ÁGORA DIARIO

Beber agua: la respuesta más sensata ante el calor

Beber abundante agua durante la canícula es la mejor respuesta para combatir el calor extremo que esperamos estos días. Por un lado, repone los líquidos que perdemos por la sudoración y, por otro, nos ayuda a regular la temperatura corporal


Aunque lo peor de la actual ola de calor nos pille durante el fin de semana, días en los que, a algunos, la actividad laboral les permitirá mantenerse a salvo del sol y el aire abrasador que se prevé, aguantar por encima de los 42 grados centígrados durante el día y a no menos de los 20 durante la noche exige esfuerzos al organismo.

En primer lugar, para reemplazar la cantidad de líquidos que eliminamos cada día como consecuencia de la sudoración, de la respiración y de la expulsión de la orina o las heces.

Normalmente eliminamos alrededor de dos litros de líquido cada día y esa es precisamente la cantidad de líquido que deberíamos reponer, fundamentalmente bebiendo agua, pero también a través de la alimentación.

Durante el escenario “especialmente adverso”, tal y como señala la Agencia Estatal de Meteorología ( AEMET), y como consecuencia del calor la pérdida de líquidos será mayor. Nuestro propio cuerpo, mediante el mecanismo automático de la sed, nos solicitará beber más agua y la ingesta de líquidos recomendada puede llegar hasta los tres litros.

No hay que olvidarse de que el agua es el componente fundamental del cuerpo humano. El 70% de nuestro cuerpo es esencialmente agua. Sin el agua los órganos vitales no funcionan y perdemos facultades. Este es el principal motivo por el que deberíamos beber más agua durante este episodio especialmente cálido.

No esperar a la sed

La falta de hidratación está relacionada con el aumento de la fatiga, el dolor de cabeza, los problemas musculares, los calambres, los cambios de humor y la pérdida de concentración.

Es importante que nos mantengamos bien hidratados y no esperar a tener sed para bebernos un vaso de agua. Si no bebemos agua, al margen de tener sed, ponemos en riesgo nuestra salud.

Además, el agua es un excelente regulador de la temperatura corporal, Si esta se sitúa por encima de los 40 grados, podemos tener lo que se conoce como golpe de calor y las consecuencias pueden ser desde un simple desmayo hasta la muerte.



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