Biofactorías, la respuesta del agua a la circularidad - EL ÁGORA DIARIO

Biofactorías, la respuesta del agua a la circularidad

La Climathon Week se centra este año en la economía circular, una de las mejores respuestas ante el cambio climático. En Gran Canaria, Canaragua ha participado en esta cita mundial proponiendo un reto a los participantes: aplicar este modelo al ciclo del agua configurando una biofactoría


El Climathon de Gran Canaria celebró este jueves una jornada online como parte de la formación de sus participantes pero también abierta a la sociedad en general. Con el título ‘El pasado fue lineal, el futuro será circular’, la jornada reunió a expertos de distintos sectores para hablar de casos de éxitos en torno a la la economía circular con el objetivo de inspirar y facilitar la innovación en la lucha contra el cambio climático.

La Climathon Week, un movimiento global dedicado a resolver los desafíos climáticos, se celebra del 25 al 30 de octubre a nivel mundial y en ella participan 100 ciudades de 60 países de los cinco continentes. Entre ellas, Gran Canaria. La edición de este año se centra en la temática de la economía circular y su objetivo es invitar a los participantes a resolver los retos específicos de diversas organizaciones con soluciones innovadoras, de manera que las propuestas estén enfocadas al ámbito local, pero que a la vez puedan constituir modelos escalables de aplicación en todo el planeta.

Entre los retos propuestos a los participantes del Climathon en Gran Canaria está convertir una depuradora tradicional de tamaño medio en una biofactoría a través de acciones que transformen sus operaciones desde un sistema lineal hasta otro circular.

Chile
Biofactoria La Farfana en Santiago de Chile.

Por ello, Rafael Herrera, director de Desarrollo Sostenible de Canaragua, del grupo Agbar, participó en la jornada de divulgación de este jueves para explicar qué es una biofactoría y cómo se aplican los principios de la economía circular al tratamiento de aguas residuales.

Herrera comenzó hablando de los retos a los que se enfrentan los recursos hídricos en un contexto de cambio climático, en el que la reducción del agua disponible se produce a la vez que tiene lugar un aumento de la demanda a causa del crecimiento de la población. Además, los fenómenos meteorológicos extremos irán en aumento, algo que requerirá la adaptación de las ciudades y las propias infraestructuras del ciclo del agua a esta nueva forma de llover.

Ante estos retos, «la economía circular es la respuesta en el sector del agua«, afirma Herrera, que se materializa en distintas estrategias y conlleva distintos beneficios ambientales sociales y económicos, desde la reducción del riesgo en el abastecimiento, la reducción de la carga contaminante y la disminución de costes hasta la creación de nuevas oportunidades de negocio y el impulso de alianzas público-privadas.

Emasagra
Vista de pájaro de la Biofactoría Sur de Granada, gestionada por Emasagra.

Las biofactorías suponen un cambio de paradigma, una revolución en el sector del agua. Se pasa de una estación depuradora que trata el agua residual para devolverla en las mejores condiciones posibles al medio natural a un centro circular, que genera su propia energía, permite la reutilización del agua que regenera y valoriza los residuos resultantes de la depuración o de otros ámbitos -como el urbano, el agrícola y el ganadero- transformándolos en energía o en otros productos, cerrando el círculo operacional.

Todo ello se consigue incidiendo en cinco ejes. En primer lugar el director de Desarrollo Sostenible de Canaragua habló del eje relativo a la energía y del intenso trabajo que se realiza en Agbar para reducir al máximo el consumo energético de las operaciones y para lograr la autosuficiencia energética. En segundo lugar, el eje agua apuesta por la reutilización del cien por cien de las aguas tratadas, un punto imprescindible en un contexto de escasez hídrica como el que sufren las Islas Canarias.

A continuación, Herrera habló del eje recursos que busca el residuo creo. Explicó cómo se valorizan los lodos resultantes de la depuración para producir biometano, que puede utilizarse para producir energía eléctrica para el funcionamiento de la biofactoría o puede utilizarse como combustible en movilidad sostenible.

El eje entorno se encarga de la naturalización de estos centros para minimizar su impacto y de la protección de la biodiversidad que los rodea. Finalmente, el eje personas busca la participación y la integración social de la instalación en la ciudad donde se localiza, retornando beneficios directos a la población para no dejar a nadie atrás.

Para concluir, Rafael Herrera puso ejemplos de éxito de este modelo circular aplicado en el sector del agua con las biofactorías de Granada y de Santiago de Chile, que son referentes a nivel internacional. Sin duda, dos muestras singulares de cómo la circularidad beneficia no solo al propio recurso hídrico sino al medio ambiente y a la sociedad.


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