Las condiciones climáticas de esta semana han provocado que los cauces de la cuenca alta del Ebro alcancen una crecida extraordinaria, provocando inundaciones en diversas localidades. Navarra ha sido una de las más afectadas y ahora las miradas se centran en Aragón



El municipio navarro de Tudela comienza a ver la luz al final del túnel después de que una veintena de calles amaneciesen anegadas el domingo por el desbordamiento del río Ebro a su paso por la ciudad. En concreto, durante ese día el río registraba un caudal de 2.709 metros cúbicos por segundo y una altura de casi seis metros, nada que ver con los 2.200 m3/s que se anunciaron esta mañana y que han ayudado a rebajar el nivel de emergencia a fase 1. Aunque en alerta, Castejón sigue la estela de Tudela, informando que esta mañana el Ebro tenía un caudal de 1.610 m3/s y una altura de 6,65 metros con tendencia descendente, según el Gobierno de Navarra. Y es que la Comunidad Foral ha sido una de las más afectadas por la borrasca Barra que ha atravesado el norte peninsular esta semana pasada.
El presidente del Gobierno anunció este lunes que el Consejo de Ministros de esta semana declarará los municipios afectados como zona catastrófica.
Con los daños sobre la mesa, Ignacio Domínguez, alcalde de Funes, una de las localidades de la Ribera más afectadas por la crecida del río Arga, afirmó que esta riada ha superado todos los récords históricos en la localidad y la ha calificado como la «avenida de los cien años» por su excepcionalidad.
“Funes es un pueblo en el que estamos acostumbrados a las inundaciones, pero ésta ha sido única. En algunas zonas el agua ha alcanzado un metro de altura”, declaró el alcalde.


Desde la capital, Enrique Maya, alcalde de Pamplona, lamentó incluso antes de la llegada de estos picos que “las previsiones habían fallado” cuando el jueves se pronosticaron 300 m3/s, pero se terminaron registrando más de 500 m3/s. “Entre todos tendremos que ver qué ha fallado porque es lo que nos pide la ciudadanía», apeló, mientras los ríos Ega y Arga, al igual que el Ebro, se preparaban para una crecida extraordinaria.
De hecho, fue al norte de esta misma comunidad donde se tuvieron que lamentar los dos fallecidos por el evento extraordinario de inundaciones. En Sunbilla, un corrimiento de tierras provocó el viernes la caída del cobertizo de un caserío sobre un vehículo donde se encontraba una mujer de 49 años. Mientras, el sábado fue encontrado en las proximidades de Lesaka el vehículo de un hombre de 61 años, natural de Elizondo, que había desaparecido un día antes.
La presidenta de Navarra, María Chivite, anunció este domingo en Falces, en el transcurso de la visita que realizó a varias localidades de la Zona Media y la Ribera afectadas por las inundaciones, que solicitará al Estado la declaración de área de desastre natural. Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que también visitó la zona, aseguró que el Gobierno de España ya trabaja en la «fase de recuperación» por los «importantes» daños ocasionados por las crecidas de los ríos.
#Copernicus for #flood monitoring
The #Ebro basin ?? is struggling with floods in the aftermath of storm #Barra
⬇️Flooded areas near Novillas (Aragon) as seen by #Sentinel2 ???️ yesterday 11 December#crecidasEbro pic.twitter.com/Q7tUqAjesH
— Copernicus EU (@CopernicusEU) December 12, 2021
Si bien, otras poblaciones, como Miranda del Ebro, en Burgos, o Ribaguda, en Álava, la situación en ellas es más estable y las miradas se centran ahora en el transcurso del Ebro por Aragón, siendo Novillas la antesala de lo que puede llegar a suceder. Allí, en el primer pueblo ribera del Ebro de Aragón, el volumen de la crecida alcanzó ayer los 2.662 m3/s una altura de casi 8,5 metros, superando así la última gran avenida de 2015. Se calcula que el agua anegó dos terceras partes del término, obligando a evacuar 55 vecinos de 23 viviendas.
Este lunes, aunque la situación «no es tan crítica» como anoche y el caudal ya ha bajado unos 30 o 40 centímetros, el alcalde, Abel Vera, ha informado de que sigue en niveles «muy altos» y no descarta que aguas abajo la fuerza del agua haya roto todas las motas.
Por su parte, Javier Lambán, presidente de Aragón, declaró tras una reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOP) en Luceni (Zaragoza) que “solo queda esperar y ver cómo transcurren las horas y lo que nos va deparando el río”. No obstante, por ahora se espera solo en la capital de la comunidad un caudal entre 2.200 y 2.500 m3/s y una altura de 5,8 a 6,2 metros, cuando en 2015 se alcanzaron 2.448 m3/s y 6,1 metros.
Por este motivo el Ayuntamiento de la ciudad ya ha desalojado la urbanización de Doña Sancha, la zona baja del barrio rural de Alfocea y ha comenzado la evacuación de las áreas urbanizadas de Casetón y Torre Villarroya en Movera.
