Medidas más estrictas para lograr la contaminación cero

Bruselas propone medidas más estrictas para tener aire y agua limpios en 2050

La Comisión Europea ha presentado un paquete de revisión normativa para lograr «cero contaminantes» en el aire y el agua, tanto superficial como subterránea y residual urbana de forma gradual hasta 2050


La Comisión Europea ha propuesto hoy normas más estrictas sobre los contaminantes del aire, las aguas superficiales y subterráneas y el tratamiento de las aguas residuales urbanas. Lograr una contaminación cero en el aire y el agua limpios son esenciales para la salud de las personas y los ecosistemas. Solo la contaminación atmosférica significa que casi 300.000 europeos mueren prematuramente cada año, y las nuevas normas propuestas reducirán las muertes resultantes de los niveles del principal contaminante PM2.5 por encima de las directrices de la Organización Mundial de la Salud en más del 75% en diez años.

A través del aire y el agua, todas las nuevas reglas proporcionan un claro retorno de la inversión gracias a los beneficios en salud, ahorro de energía, producción de alimentos, industria y biodiversidad. Las propuestas de hoy son un avance clave para la ambición de contaminación cero del Pacto Verde Europeo de tener un medio ambiente libre de contaminación nociva para 2050. También responden a demandas específicas de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.

El objetivo es mantener limpias las casi 100.000 masas de agua superficiales (arroyos, ríos, lagos, humedales y embalses) y las 12.000 masas de agua subterránea de Europa, vitales como fuente de agua potable, para la salud de los ecosistemas y la biodiversidad, para los agricultores y la industria, como medio de transporte e indispensables para la producción de electricidad.

Tratamiento mejor y más rentable de las aguas residuales urbanas

La Directiva revisada sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas ayudará a los europeos a beneficiarse de ríos, lagos, aguas subterráneas y mares más limpios, al tiempo que hará que el tratamiento de las aguas residuales sea más rentable. Para hacer el mejor uso posible de las aguas residuales como recurso, se propone aspirar a la neutralidad energética del sector para 2040 y mejorar la calidad de los lodos para permitir una mayor reutilización que contribuya así a una economía más circular.

La CE estima que los cambios aumentarán los costes de saneamiento en un 3,8 %  
La propuesta recoge varias mejoras que apoyarán la salud y la protección del medio ambiente a partir de obligaciones para recuperar nutrientes de las aguas residuales, nuevos estándares para microcontaminantes y nuevos requisitos de monitoreo para microplásticos.

Las obligaciones de tratamiento del agua se extenderán a los municipios más pequeños de 1.000 habitantes (de los 2.000 habitantes actuales). Para ayudar a manejar las fuertes lluvias, que se hacen más frecuentes por el cambio climático, existe el requisito de establecer planes integrados de gestión del agua en las ciudades más grandes. Por último, basándose en la experiencia de la COVID-19, la Comisión propone controlar sistemáticamente las aguas residuales para detectar varios virus, entre ellos el CoV-SARS-19, y la resistencia a los antimicrobianos.

Se exigirá a los países de la UE que garanticen el acceso al saneamiento para todos, en particular para los grupos vulnerables y marginados.

Dado que el 92% de los microcontaminantes tóxicos que se encuentran en las aguas residuales de la UE provienen de productos farmacéuticos y cosméticos, un nuevo régimen de responsabilidad ampliada del productor exigirá que los productores paguen el coste de su eliminación. Esto está en consonancia con el principio de «quien contamina paga» y también incentivará la investigación y la innovación en productos libres de tóxicos, además de hacer que la financiación del tratamiento de aguas residuales sea más justa y se alcance la contaminación cero.

Para el ejecutivo comunitario el sector de las aguas residuales tiene un importante potencial de producción de energía renovable sin explotar, por ejemplo, a partir de biogás. Se exigirá a los países de la UE que rastreen la contaminación industrial en su origen para aumentar las posibilidades de reutilización de lodos y aguas residuales tratadas, evitando la pérdida de recursos. Las normas sobre la recuperación de fósforo de los lodos apoyarán su uso para fabricar fertilizantes, beneficiando la producción de alimentos.

Se estima que los cambios aumentarán los costes en un 3,8% (hasta los 3.800 millones de euros anuales en 2040) en beneficio de más de 6.600 millones euros al año, con una relación coste-beneficio positiva en cada Estado miembro.

Protección de las aguas superficiales y subterráneas contra nuevos contaminantes

Sobre la base de pruebas científicas actualizadas, la Comisión propone actualizar las listas de contaminantes del agua para controlarlas más estrictamente en las aguas superficiales y subterráneas.

Se añadirán a las listas 25 sustancias con efectos problemáticos bien documentados sobre la naturaleza y la salud humana. Estos incluyen:

  • PFAS, un gran grupo de «productos químicos para siempre» utilizados, entre otros, en utensilios de cocina, ropa y muebles, espuma contra incendios y productos de cuidado personal;
  • una gama de pesticidas y productos de degradación de pesticidas, como el glifosato
  • Bisfenol A, un plastificante y un componente de los envases de plástico
  • Algunos productos farmacéuticos utilizados como analgésicos y medicamentos antiinflamatorios, así como antibióticos

Las sustancias y sus estándares han sido seleccionados en un proceso transparente e impulsado por la ciencia.

Además, aprendiendo las lecciones de incidentes como la muerte masiva de peces en el río Oder, la Comisión propone advertencias obligatorias de cuenca fluvial después de los incidentes.También hay mejoras en el monitoreo, la presentación de informes y actualizaciones futuras más fáciles de la lista para mantenerse al día con la ciencia.

Las nuevas normas reconocen los efectos acumulativos o combinados de las mezclas, ampliando el enfoque actual que se centra únicamente en sustancias individuales.

Además, se actualizarán las normas para 16 contaminantes ya cubiertos por las normas, incluidos los metales pesados y los productos químicos industriales, (en su mayoría más estrictos) y se eliminarán cuatro contaminantes que ya no son una amenaza para toda la UE.

El vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, ha declarado que nuestra salud depende de nuestro medio ambiente. «Un ambiente insalubre tiene consecuencias directas y costosas para nuestra salud. Cada año, cientos de miles de europeos mueren prematuramente y muchos más sufren enfermedades cardíacas y pulmonares o cánceres inducidos por la contaminación. Cuanto más esperemos para reducir esta contaminación, mayores serán los costos para la sociedad. Para 2050, queremos que nuestro medio ambiente esté libre de contaminantes nocivos. Eso significa que tenemos que intensificar la acción hoy. Nuestras propuestas para reducir aún más la contaminación del agua y el aire son una pieza crucial de ese rompecabezas», afirmaba Timmermans.

El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, ha insistido en que «la calidad del aire que respiramos y del agua que utilizamos es fundamental para nuestras vidas y el futuro de nuestras sociedades. El aire y el agua contaminados dañan nuestra salud, nuestra economía y el medio ambiente, afectando sobre todo a los vulnerables. Por lo tanto, es nuestro deber alcanzar la contaminación cero para nuestras propias generaciones y futuras. El costo de la inacción es mucho mayor que el costo de la prevención».

Ambiente más limpio para 2030, objetivo de contaminación cero para 2050

La revisión propuesta de las Directivas sobre la calidad del aire ambiente establecerá normas provisionales de calidad del aire de la UE para 2030, alineadas más estrechamente con las directrices de la Organización Mundial de la Salud, al tiempo que situará a la UE en una trayectoria para lograr la contaminación cero del aire a más tardar para 2050, en sinergia con los esfuerzos de neutralidad climática. 

Con este fin, se propone una revisión periódica de las normas de calidad del aire para reevaluarlas de acuerdo con las últimas pruebas científicas, así como con los avances sociales y tecnológicos. Se propone reducir a más de la mitad el valor límite anual para el principal contaminante, las partículas finas PM2,5.

La propuesta ayudará a lograr una mejora drástica de la calidad del aire en toda Europa para 2030, lo que generará unos beneficios anuales brutos estimados en 42.000 millones de euros
La revisión garantizará que las personas que sufran daños en la salud a causa de la contaminación atmosférica tengan derecho a ser indemnizadas en caso de violación de las normas de calidad del aire de la UE. Los ciudadanos también tendrán derecho a ser representados por organizaciones no gubernamentales a través de acciones colectivas de indemnización por daños y perjuicios. 

La propuesta también aportará más claridad sobre el acceso a la justicia, sanciones efectivas una mejor información pública sobre la calidad del aire. La nueva legislación apoyará a las autoridades locales mediante el fortalecimiento de las disposiciones sobre el monitoreo de la calidad del aire, la modelización y la mejora de los planes de calidad del aire.

Las propuestas  dejan en manos de las autoridades nacionales y locales la determinación de las medidas específicas que adoptarían para cumplir las normas. Esta revisión normativa será examinada ahora por el Parlamento Europeo y el Consejo en el procedimiento legislativo ordinario. Una vez adoptadas, entrarán en vigor progresivamente, con diferentes objetivos para 2030, 2040 y 2050, dando tiempo a la industria y a las autoridades a adaptarse e invertir cuando sea necesario. 



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