Calmar la sed con seis terrones de azúcar - EL ÁGORA DIARIO

Calmar la sed con seis terrones de azúcar

Calmar la sed con un refresco nos expone a una ingesta media de seis terrones de azúcar, un hábito cada vez más extendido en la infancia y la juventud que aumenta el riesgo de mortalidad en edad adulta un 17%. La obesidad infantil ya roza el 35% en España


El 34,9% de los niños y adolescentes españoles de entre ocho y 16 años tienen sobrepeso u obesidad, según un estudio de Gasol Foundation, que constata que el 63,6% de ellos ni siquiera practica los 60 minutos de ejercicio físico al día recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Gasol Foundation, cuyo objetivo es la lucha contra la obesidad infantil, ha presentado los resultados preliminares del Estudio pionero PASOS (Physical Activity, Sedentarism and Obesity in Spanish Youth).

Por primera vez en España, se ha evaluado la actividad física, el sedentarismo, los estilos de vida y la obesidad de la población infantil de entre 8 y 16 años a través de una muestra representativa y con métodos objetivos, lo cual ha permitido obtener una fotografía lo más ajustada posible a la realidad.

A la malnutrición, entendida no como escasez de alimentos sino como alimentación inadecuada, hay que añadir el desequilibrio que se produce entre la ingesta de comida y el ejercicio físico que se realiza, elementos que han llevado a España a ser ya el segundo país de Europa en obesidad infantil y juvenil, solo por detrás de Reino Unido.

Según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, ingerimos un 120% más del azúcar que deberíamos y el 22% de este azúcar que tomamos lo hacemos al beber un refresco azucarado
De cara al inicio del cursos escolar, Antonio Villarino, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) ha señalado la importancia de que los centros educativos promuevan unos hábitos saludables, que se facilite esa hora (60 minutos) de ejercicio físico diario que recomienda la Organización Mundial de la Salud o reducir la ingesta de azúcares, tanto en la oferta de bollería industrial como de refrescos.

Villarino ha recordado a El Ágora que la única bebida recomendada por las autoridades de salud pública es el agua y que entre los ocho y los 16 años deberían beber entre un litro y un litro y medio de agua.

«Sustituir un litro de agua por un litro de refrescos o bebidas azucaradas sería como bebernos 18 terrones de azúcar para hidratarnos y un exceso calórico y de azúcares que sin duda fomentan la obesidad infantil», ha insistido Villarino.

Cada litro de bebidas azucaradas aporta entre 310 y 450 kcal mientras que un litro de agua aporta 0% kcal

Las bebidas azucaradas proporcionan calorías con bajo valor nutritivo, y diferentes estudios han encontrado una correlación entre el consumo de bebidas azucaradas y el incremento del peso corporal. Para la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) reducir el consumo de estos refrescos «es una cuestión de salud, de lucha contra la obesidad y de prevención de enfermedades cardiovasculares«.

Consumir dos latas de refresco dobla el riesgo de diabetes o de síndrome metabólico a consecuencia del exceso de azúcar
La organización científica recuerda que, si bien la Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo de azúcar no debe exceder el 10% de todas las calorías que debemos ingerir al día, es decir, 25 gramos o unas cinco cucharillas al día, una sola lata de cola ya tiene 35 gramos de azúcar (siete cucharillas). «Dos latas de refresco dobla el riesgo de diabetes o de síndrome metabólico y eso es todo a consecuencia del exceso de azúcar».

En este sentido la sociedad médica aboga por extender la tasa que la Generalitat de Catalunya impuso a las bebidas azucaradas en 2017 al conjunto del Estado para gravar a todas las bebidas que contengan más de 50 gramos por litro con un impuesto. Según sus estimaciones, un impuesto medio de 30 céntimos por litro podría recaudar 860 millones de euros asumiendo un descenso de ventas del 10%.

Según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, ingerimos un 120% más del azúcar que deberíamos y el 22% de este azúcar que tomamos lo hacemos al beber un refresco azucarado.

Esta misma semana se daba a conocer el mayor estudio realizado hasta la fecha en Europa que refuerza la asociación entre un mayor consumo de refrescos y una mayor mortalidad prematura.

El trabajo, firmado por medio centenar de científicos, ha llevado a cabo un seguimiento de 452.000 personas reclutadas en la década de 1990 en una decena de países europeos, incluido España.

Los resultados muestran que las personas que beben dos vasos diarios de refresco, el equivalente a medio litro, presentan un riesgo de muerte prematura un 17% mayor que los consumidores ocasionales que toman un vaso al mes como mucho, según publica la revista especializada JAMA Internal Medicine.

«La opción más saludable es beber agua»

“Hemos observado la asociación tanto en las bebidas azucaradas como en las que tienen edulcorantes artificiales, pero no podemos saber si el consumo de refrescos light aumenta la mortalidad prematura”, subraya la epidemióloga española Dora Romaguera, de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria Illes Balears, en Palma de Mallorca, coautora del estudio.

Sorprendentemente, el consumo de refrescos con azúcar aparece vinculado a un riesgo de muerte prematura un 8% mayor, mientras que las bebidas con edulcorantes artificiales  se asocian a un aumento del riesgo del 26%.

Para la epidemióloga Dora Romaguera, «la opción más saludable es beber agua”.



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