Más de 70 expertos internacionales han analizado durante un encuentro organizado por el ICRA las posibilidades de ampliar el uso del agua regenerada más allá de las aplicaciones tradicionales, como el regadío y el uso industrial, hasta incluir la reutilización potable



¿Es seguro regenerar agua para consumo humano?, ¿es viable económicamente?, ¿lo aceptará la población? Son algunas de las cuestiones que cerca de un centenar de científicos y expertos nacionales e internacionales del sector del agua han analizado en el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), en Girona.
Bajo el título International experiences in potable reuse. What and how can we best learn? el encuentro ha analizado casos prácticos de reutilización de agua potable en regiones con escasez de agua en todo el mundo. El workshop estuvo enmarcado en el programa de actividades del décimo aniversario del ICRA.
Los expertos reunidos por la entidad catalana especializada en el ciclo del agua han planteado las necesidades y oportunidades de adaptación de los conocimientos, en particular tecnología, supervisión y gestión de riesgos al ámbito del agua.
Un eje del encuentro ha sido también elaborar una hoja de ruta para la implicación de las partes interesadas y la adaptación de las políticas en un contexto de cambio climático, que implica un mayor estrés hídrico en muchas regiones del planeta.
Wolfgang Gernjak, profesor de investigación ICREA en ICRA, señala para El Ágora que uno de los factores que tendrá importancia en el recorrido del uso potable de las aguas regeneradas será la percepción/aceptación de la sociedad al consumo de estas aguas.
Experiencias internacionales
Gernjak, ha expuesto que internacionalmente el uso del agua regenerada para uso potable ha aumentado considerablemente en los últimos años. Es una práctica que, correctamente gestionada, puede ser implementada de un modo seguro y contribuye sustancialmente al sistema de abastecimiento de recursos hídricos a ciudades en todo el mundo con climatologías semejantes a España.
Todos los estudios realizados a nivel europeo apuntan a que España es el país con mayor potencial de reutilización de agua. De hecho, nuestro país es ya el que más reutiliza de toda la Unión Europea. No obstante, la utilización para consumo humano en nuestro país todavía no se contempla en la legislación correspondiente, recuerda el experto.
David Sedlak de de la Universidad de California en Berkeley ha apuntado durante la jornada organizada por el ICRA que, a medida que las estrategias de gestión de los abastecimientos de agua afrontan la incertidumbres asociadas al cambio climático y las demandas cambiantes de los usuarios, numerosas regiones de los EEUU están adoptando nuevas estrategias para ampliar sus fuentes de recursos locales.
En particular, el episodio de sequía tan intenso y prolongado que ha experimentado California entre 2012 y 2016 llevó a las empresas de agua a ampliar el uso del agua regenerada más allá de las aplicaciones tradicionales, como el regadío y el uso industrial, hasta incluir la reutilización potable.
Incluso las empresas ubicadas en zonas con abundancia de agua están considerando la reutilización potable como una forma de diversificar su catálogo de fuentes de suministro y resolver también unas mayores exigencias del vertido de nutrientes a cursos de agua sensibles.
Sedlakde ha resaltado que existen muchos sistemas de tratamiento diferentes, incluyendo sistemas de ósmosis inversa u otros. «Todos los sistemas implementados operan sin dar evidencia de impactos negativos de salud en la población, alguno de ellos desde varias décadas».
El profesor de la Universidad de California ha hecho hincapié en la «legitimación de tecnologías» y en las distintas motivaciones que hacen que la ciudadanía acepte soluciones tecnológicas para la reutilización potable del agua regenerada.
La jornada finalizó con una mesa redonda en la que participaron los profesores Rafael Mujeriego, profesor emérito de la Universidad Politécnica de Cataluña y presidente de la Asociación Española de Reutilización Sostenible del Agua (ASERSA) y Paul Lant de la University of Queensland, Australia.
En la discusión se manifestó un consenso en la sala acerca de que las restricciones legales a la reutilización potable del agua en España probablemente no reflejen la realidad actual del conocimiento internacional y nacional del sector del agua.
También se acordó que el uso de agua regenerada en España se podría implementar, con la debida precaución, si se superasen las barreras legislativas e institucionales.
Los expertos destacaron que la puesta en marcha de una estrategia en este sentido exige el compromiso de todas las partes e implica un impulso institucional, decisiones políticas, planificación e implicación.
La reutilización de aguas regeneradas potables es, a juicio de los expertos asistentes al encuentro del ICRA, un asunto que va más allá del abastecimiento urbano. Trasciende también al medio ambiente al permitir restablecer caudales naturales de cauces fluviales severamente explotados, como pueden ser los ríos del sistema Ter-Llobregat.
La reutilización de agua es el proceso que permite volver a utilizar el agua que ha tenido anteriormente un uso municipal o industrial. Para poder ofrecer este segundo uso útil a estas aguas es necesario aplicar un tratamiento adicional al tratamiento convencional de depuración.
Las aguas tratadas para su reutilización se denominan aguas regeneradas.
En los sistemas de abastecimiento de agua convencional urbana, el agua de un río, lago o acuífero se trata para cumplir con los estándares de agua potable antes de distribuirse para todos los usos.
Una vez que el agua es usada, se convierte en agua residual.
Las aguas residuales son conducidas a una estación depuradora de aguas residuales (EDAR) donde son tratadas en diferentes fases antes de volver a ser vertidas al medio.
La depuración de aguas residuales de uso doméstico es necesaria para proteger la salud y el medio ambiente, ya que contienen contaminantes como microorganismos, patógenos, nutrientes, químicos y materia orgánica.
Las aguas residuales, tanto municipales como industriales, una vez que han pasado por las diferentes fases del proceso de depuración, son mayormente vertidas al medio natural.
Sin embargo, cada vez es más habitual su reutilización y todo apunta a que en el futuro, el agua regenerada será mucho más utilizada.
Para que su reutilización sea posible deben recibir tratamientos adicionales. Estos tratamientos pueden usar distintos procesos tecnológicos o la combinación de varios de ellos.
La elección de éstos depende de factores como contaminantes específicos, cantidad o calidad de aguas residuales entrantes, el uso posterior previsto del agua, los costes y otros factores como el uso de energía y las opciones disponibles para la eliminación de los desechos.
FUENTE: AEDYR
