La cascada más alta de la Tierra se encuentra bajo el océano

La cascada más alta de la Tierra se encuentra bajo el océano

La cascada más alta del mundo se sitúa en el estrecho que se separa Islandia de Groenlandia y su origen se achaca al choque entre corrientes frías y cálidas. Recientemente los científicos han encontrado cambios en las corrientes que alimentan a este monstruo de tres kilómetros de altura


Cuando pensamos en una cascada automáticamente nos viene a la cabeza algunos ejemplos como las Victoria o Tres hermanas, enormes espectáculos naturales originados por la caída vertical del agua de un río como consecuencia de un fuerte desnivel. Tal vez por ello no nos imaginamos que en el océano también puedan existir cascadas, aunque, estamos equivocados.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos, la cascada con la mayor caída que existe en la Tierra se encuentra en el océano, concretamente en el estrecho de Dinamarca (Canal de Faroe Bank), que separa Islandia de Groenlandia.

Allí, el agua fría viaja en dirección sur hasta encontrarse con una más cálida presente en el mar de Irminger. El agua con menor temperatura, al ser más densa, se hunde debajo de la más cálida siguiendo un desnivel del suelo oceánico que crea un flujo descendente estimado en más 3,5 millones de metros cúbicos por segundo.

“La altura de esta catarata es de 3,51 kilómetros, tres veces superior que las del Salto del Ángel, 979 metros, la más alta encontrada en la superficie terrestre. La diferencia entre una y otra es que, como la primera se encuentra debajo del océano, se necesita material científico específico para poder detectarla”, aclaran desde la NOAA.

Explicación de la NOAA sobre el origen de esta peculiar cascada | Foto: NOAA

Los científicos han sido conscientes de este fenómeno desde hace tiempo y por eso llevan investigándolo con precisión desde el 1995, sobre todo, por el importante papel que juega la catarata en la estabilidad de la circulación de vuelco meridional atlántic0 (AMOC), un importante regulador del sistema climático global.

“Dado que la producción de agua densa en los mares nórdicos es un diagnóstico importante para la estabilidad del AMOC, cualquier cambio detectable en la intensidad de desbordamiento entre ambas masas en los mares nórdicos puede ser indicativo de la interrupción de los principales sistemas actuales en el Atlántico norte y de ahí nuestro clima”, especifican los expertos que estudian el caso.

Hasta ahora, con los datos obtenidos en la década de los 90, los científicos pensaban que esta catarata de agua se originaba gracias a una corriente de agua gélida que provenía desde el norte de Groenladia, en latitudes más altas, y de otra cálida que viajaba directamente hacia el estrecho desde latitudes más bajas.

Sin embargo, una reciente investigación ha descubierto una nueva ruta en la que el agua cálida, después de pasar al norte de las Islas Feroe hacia la ladera de Noruega, gira repentinamente hasta poner rumbo a la ubicación de la cascada, creando así una ruta más «tortuosa».

«Esta nueva corriente oceánica y el camino que toma hacia el canal de Faroe Bank son hallazgos emocionantes«, comenta Léon Chafik, autor principal del artículo publicado en Nature Communications.

De acuerdo con lo expuesto en el estudio, esta nueva ruta abierta puede explicarse gracias a las fuerzas del viento que se producen en la superficie, capaces de alterar las direcciones que sigue el agua hasta alcanzar el canal a través de distintas profundidades. «Parece que la circulación atmosférica juega un papel importante en la orquestación de los regímenes de flujo identificados», aclara Léon Chafik.

Por otro lado, los científicos también exponen que esta nueva ruta “refleja un mayor suministro de agua que el observado con el camino que seguía en la década de los 90”.

“Los dos descubrimientos reportados aquí, en una de las áreas mejor estudiadas del océano mundial, son un claro recordatorio de que todavía tenemos mucho que aprender sobre los mares nórdicos«, informa por su parte Thomas Rossby, profesor emérito de la Escuela de Graduados de Oceanografía de la Universidad de Rhode Island

«Esto es crucial dado el papel absolutamente fundamental que desempeñan en los principales cambios climáticos glaciales-interglaciales», concluye.



Se adhiere a los criterios de transparencia de

Archivado en:
Otras noticias destacadas