China ha encendido la segunda central hidroeléctrica más grande del mundo que será capaz de satisfacer la demanda de medio millón de habitantes y ahorrar 51 millones de toneladas de dióxido de carbono



China se ha acostumbrado en deleitar al mundo con algunas de las obras de ingeniería más faraónicas que se pueden imaginar, empezando por el trasvase que une el río Yangtsé con el norte del país y que prevé transportar 4,5 kilómetros cúbicos de agua. Ahora, en ese mismo río, el país asiático ha dado vida a la segunda central hidroeléctrica más grande del planeta, solo por detrás de la situada en la presa de las Tres Gargantas, también en China.
Se trata de la central de Baihetan, en la presa de 289 metros de altura con el mismo nombre, que este lunes comenzó a generar electricidad a través de dos turbinas capaces de producir millón de kilovatios de electricidad cada una, la mayor en el mundo para una sola unidad.
La central de Tres Gargantas, inaugurada en 2003 , es capaz de producir con 22,5 millones de kilovatios de energía
En ese momento, la central producirá 16 millones de kilovatios, lo que significa que ella sola podrá generar una cantidad de energía suficiente como para satisfacer la demanda de energía de 500.000 personas durante todo un año, es decir, unos 62.400 millones de kWh.
Del mismo modo, y según Xi Jinping, tales cantidades de energía son un paso más para ayudar al país a conseguir su meta de neutralidad de carbono propuesta para el año 2060, así como para promover la transformación ecológica integral del desarrollo económico y social.
Cuando esté en pleno funcionamiento, el proyecto Baihetan ahorrará aproximadamente 19,68 millones de toneladas de carbón estándar, y reducirá anualmente las emisiones de dióxido de carbono en 51,6 millones de toneladas, de dióxido de azufre en 170.000 toneladas, y de óxidos de nitrógeno en 150.000 toneladas, según la constructora de la estación, China Three Gorges Corporation.


No obstante, los grupos ambientalistas han recibido la noticia con un sabor agridulce, sobre todo, por las implicaciones que puede tener la presa en los ecosistemas del río. Estudios anteriores a la construcción total de la presa indicaban que el río Yangtsé es uno de los más alterados por el ser humano gracias en parte a los más de 45.500 embalses que se construyeron desde comienzos del siglo XXI.
Entre otras cosas, señalan que el flujo natural del río se encuentra ahora estancado, sobre todo en la presa de las Tres Gargantas, lo que impide el traspaso de nutrientes esenciales que sirven para sostener a la flora y fauna del Yangtsé y de la que dependen millones de personas. Por no hablar tampoco de la sobreexplotación del agua.
“Mantener el flujo ecológico en el río Yangtsé es crucial, sobre todo en los periodos de sequías para satisfacer la demanda de agua en ambientes industriales y domésticos”, expusieron los autores de un estudio relacionado.
En este sentido, el primer ministro de China, Li Keqiang, pidió esfuerzos para proporcionar asistencia de seguimiento para las personas reubicadas y fortalecer la protección y restauración del ecosistema en el área del embalse.
