El ciclo urbano del agua abandera la descarbonización

El ciclo urbano del agua abandera la descarbonización y la producción de energía renovable  

El ciclo urbano del agua abandera la descarbonización y la producción de energía renovable  

Biogás extraído de las aguas residuales, producción fotovoltaica, generación minihidroeléctrica usando el flujo de las tuberías de conducción… El ciclo integral del agua destaca por su capacidad de innovar para descarbonizar la actividad y luchar contra el cambio climático. Las instalaciones de algunos municipios son ya autosuficientes energéticamente gracias al aprovechamiento de recursos y a la apuesta por las fuentes renovables


Pedro Cáceres
Madrid | 21 octubre, 2021


Ahorrar energía y encontrar fuentes limpias de abastecimiento se ha convertido en el gran reto de la sociedad actual. La amenaza del cambio climático obliga a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras nos adaptamos a los efectos ya perceptibles del calentamiento global, tenemos que seguir esforzándonos por reducir las causas que lo provocan.

La inteligencia en el uso de los recursos energéticos es fundamental para un futuro más verde, y en ello tienen un papel destacado algunas empresas del ciclo urbano del agua, que están convirtiendo al sector en protagonista destacado de la reducción de emisiones, la eficiencia energética y la lucha contra el calentamiento global.

Son muchos los ejemplos de este avance en eficacia que abanderan ciertas empresas de agua y que se despliega en múltiples vías: reducción de la intensidad energética de los procesos; digitalización al servicio de la eficiencia; instalación de fuentes renovables y, también, reutilización de materiales residuales, convirtiéndolos en fuentes limpias de energía.

En una fecha como la de hoy, cuando se celebra del Día Mundial del Ahorro de Energía, nuestro diario, que tiene el agua como foco informativo principal, expone algunos de los muchos logros obtenidos en España en el binomio agua-energía, un campo abonado a la innovación constante.

Santa Pola, autosuficiente

En la localidad alicantina de Santa Pola, conocido centro turístico con unos 32.000 habitantes censados pero cuya población en verano llega hasta las 100.000 personas, el ciclo integral del agua se ha convertido en un generador neto de energía: se produce más de lo que se gasta en operar el sistema, en un ejemplo de autosuficiencia y producción de energía verde.

En concreto, el servicio municipal de agua, gestionado por la empresa Hidraqua, genera un 40% más de electricidad de la que consume para operar las instalaciones de agua potable y alcantarillado de la localidad. Esto ha sido posible gracias a la construcción de un huerto solar de 53.000 metros cuadrados -unos 60 campos de fútbol- que produce 1,5 millones de kW hora/año y evita anualmente la emisión de 800 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La planta fotovoltaica, puesta en marcha por Hidraqua y el Ayuntamiento de Santa Pola, llevó aparejada una inversión de siete millones de euros. Los paneles fotovoltaicos se instalaron sobre unos seguidores solares que permiten trazar la trayectoria del sol y obtener así la máxima exposición, produciendo un tercio más de energía que con las placas fijas.

“Cada vez que los vecinos de Santa Pola abren el grifo pueden estar satisfechos sabiendo que además de recibir un agua de calidad están participando de un servicio que funciona con energía verde, que es autosuficiente y que tiene incluso un saldo neto positivo en emisiones de efecto invernadero”, explica Jordi Azorín, consejero delegado de Hidraqua.

“En localidades como Santa Pola, el servicio de agua es un generador neto de energía: se produce más de lo que se gasta en operar el sistema”

Santa Pola es un ejemplo del intenso trabajo que lleva a cabo la compañía para mejorar la eficiencia energética de los cerca de 80 municipios de la Comunidad Valenciana donde opera y en los que da servicio a unos dos millones y medio de habitantes.

Mediante la cogeneración, por ejemplo, se utiliza como combustible el bio-metano producido en la digestión de los lodos generados en la depuración de aguas residuales. Este biogás se valoriza produciendo energía eléctrica para autoconsumo, permitiendo reducir el coste energético de las estaciones depuradoras donde opera Hidraqua y sus empresas participadas en la Comunidad Valenciana.

De este modo, transformar en energía todo lo que arrojamos por el inodoro es ya una realidad. Se trata de un avance en el uso de recursos del que quizá muchos ciudadanos no sean conscientes, aunque participen de él gracias al usar agua del grifo, un servicio asequible, de calidad, seguro y especialmente sostenible que abandera, sotto voce la innovación en nuestro país.

Y es que, aunque el ciclo integral del agua no atraiga los grandes titulares ligados a la transición ecológica, lo cierto es que desde hace años destaca por su capacidad de ofrecer soluciones que benefician a la sociedad en su conjunto y que han situado a España entre los países más avanzados del mundo en el empleo de los recursos hídricos.

“Transformar en energía limpia todo lo que arrojamos por el inodoro es ya una realidad”

combustibles

Biofactorías en Granada

Un caso excelente de revalorización de subproductos del tratamiento de aguas residuales para uso energético es el de Granada, una ciudad que cuenta con instalaciones punteras.

La Biofactoría Sur de Granada, gestionada por Emasagra -la empresa municipal de abastecimiento y saneamiento participada por el Ayuntamiento de la ciudad e Hidralia– ha alcanzado reconocimientos nacionales e internacionales en los últimos años por el extraordinario desarrollo de soluciones sostenibles.

Respecto al ciclo de recursos, la instalación reutiliza el 100% del agua tratada para el riego de cultivos y jardines y también emplea los subproductos de la depuración, como las arenas, las grasas y los lodos de depuradora, para otros usos, como fertilizantes agrícolas. Además de ello, la planta es capaz de autoabastecerse energéticamente gracias a la utilización del biogás que generan las aguas residuales y el refuerzo de la energía fotovoltaica, llegando incluso a producir un excedente para alimentar una flota de vehículos verdes.

Emasagra
Vista de pájaro de la Biofactoría Sur de Granada, gestionada por Emasagra.

“Nuestro modelo de biofactoría, que ha sido reconocido por la ONU, supone un cambio de paradigma: aportar un nuevo enfoque hacia la circularidad basado en residuos cero, energía cero, biodiversidad, compromiso de huella y sostenibilidad”, explicaba Gonzalo Jiménez, director de Sostenibilidad y Transformación de Hidralia, en el congreso GreenCities, celebrado el pasado mes de septiembre en Málaga.

“En Granada, la estación de depuración de agua se autoabastece de energía y alimenta también la flota de vehículos verdes”

De hecho, Hidralia, que además de en Granada trabaja en otros 50 municipios andaluces, ha alcanzado la neutralidad en carbono en toda Andalucía gracias a la reducción de sus emisiones y a su participación en proyectos de compensación de las que no es posible reducir. Este logro le mereció obtener en 2020 el Premio Andalucía de Medio Ambiente en la modalidad de Cambio Climático concedido por la Junta de Andalucía.

El caso de la capital granadina responde a un enfoque de gestión integral del ciclo del agua que transforma el metabolismo de las ciudades. Se trata de cerrar ciclos en el uso de recursos y hacer los entornos urbanos más resistentes ante el cambio climático y la incertidumbre en la disponibilidad de recursos hídricos asociada a él.

Visión integral en Sabadell

De uno a otro punto de la geografía estatal se suceden los ejemplos de ciudades que ya han dado un salto decidido hacia la transición ecológica. En Sabadell, por ejemplo, se ha puesto en marcha este año la iniciativa Biotop, un proyecto de transformación de las dos estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) y de las instalaciones del ciclo del agua de esta populosa localidad barcelonesa, de más de 200.000 vecinos.

Aigües de Sabadell, empresa mixta constituida por el Ayuntamiento de Sabadell y el grupo Agbar, lanzaba el pasado abril un proyecto con una decena de iniciativas que espera movilizar hasta 120 millones de euros ligados a los fondos Next Generation de la UE para la reconstrucción tras el coronavirus.

La apuesta se estructura en tres ejes: el de la creación de ciudades más verdes; el fomento económico y social y el de la apuesta tecnológica y de digitalización. Todo ello tendrá un fuerte impacto sobre la economía y el empleo local y, además, potenciará la adaptación de la ciudad ante los retos ambientales y climáticos futuros.

EDAR Riu Ripoll, Sabadell. | Foto: Aigües Sabadell.

«En Sabadell se ha colocado al ciclo urbano del agua en el centro de la recuperación y la transición ecológica»

“Se trata de fomentar la economía circular y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, poniendo el ciclo urbano del agua en el centro de la recuperación y la transición ecológica”, declaraban los impulsores públicos y privados al presentar la iniciativa.

El proyecto Biotop incluye la reforma de dos depuradoras de la ciudad y otras instalaciones hidráulicas para conseguir retornos hídricos y energéticos. Se espera evitar la emisión de 10.895 toneladas de CO2 y recuperar tres hectómetros cúbicos de agua potable al año. Al mismo tiempo, se reducirá un 80% el volumen de residuos generados en el tratamiento de agua.

Entre las medidas propuestas, está prevista la implementación de una bioestación a la salida de la EDAR del Riu Sec que distribuirá electricidad, gas natural comprimido (GNC) e hidrógeno verde para abastecer vehículos alimentados con los diversos combustibles producidos en las instalaciones de agua.

“El agua es un servicio asequible, de calidad, seguro y especialmente sostenible que abandera la innovación y la transición ecológica en nuestro país”

Fotovoltaica en Ciudad Real

Si hay una fuente de energía limpia que crece a toda velocidad en España, esta es la solar.

En 2020 las instalaciones fotovoltaicas aumentaron su potencia instalada un 34,1 % respecto al año anterior, pasando a ser la cuarta fuente del parque de la Península ibérica con un peso del 10,8 %, sobre todo el sistema de generación potencial, según detalla el último informe de Red Eléctrica de España (REE), el operador único del sistema.

En cuanto a producción, las distintas tecnologías solares subieron un 68,5 % en relación a 2020, lo que les permitió generar el 6,2 % de la electricidad en España, un valor superior al de las centrales de carbón por primera vez desde que existen registros.

“Las empresas de agua están añadiendo la generación fotovoltaica a sus instalaciones”

Parte de esa aportación al crecimiento de la solar la están haciendo empresas de agua, que incorporan el vector fotovoltaico a sus instalaciones, reduciendo así las emisiones y también los gastos de operación en momentos como el actual, cuando la subida de la tarifa energética pesa sobre los costes operacionales y también el bolsillo del consumidor doméstico.

En Daimiel (Ciudad Real), una localidad de 18.000 habitantes censados y con una potente actividad agroindustrial que aumenta la actividad de esta dinámica comarca castellano-manchega, la empresa responsable del servicio municipal de agua, Aquona, ha instalado plantas de producción fotovoltaica tanto en la estación de tratamiento de agua potable (ETAP), como en la de depuración de aguas residuales (EDAR) de la localidad.

Como explica Francisco Torres, gerente de zona de Ciudad Real para Aquona, “se trata de una instalación que ha requerido una inversión cercana al millón de euros y que dotará de abastecimiento verde tanto a la EDAR como a la ETAP de Daimiel”. Además de generar energía, será posible almacenar el sobrante, gracias a la instalación de baterías acumuladoras en la depuradora de Daimiel, añade Torres a El Ágora.

Minihidráulica en Aguas de León

Dando un salto hacia el norte peninsular, podemos asistir a la puesta en marcha de un proyecto que utiliza las propias redes de distribución de agua como fuente de generación energética.

En León, el proyecto Life Nexus gestionado por la sociedad mixta Aguas de León, participada por el Ayuntamiento de la ciudad y Aquona, instalará un prototipo hidráulico de 35 kilovatios en la estación de tratamiento de agua potable del Porma.

presas
Embalse de Porma, en Castilla y León, España.

Esto permitirá cubrir con energía renovable la demanda básica de la instalación aprovechando como energía eléctrica el agua que se disipaba en las redes de distribución de agua.

“El propio flujo de las redes de distribución puede servir para producir energía, como se está investigando en León”

El Life Nexus tiene un presupuesto de más de un millón de euros bajo el marco de cofinanciación de la Comisión Europea. Se espera que sus resultados se extrapolen a una treintena de municipios similares de la UE. Es un proyecto innovador, de aprovechamiento al máximo de recursos hidráulicos, que sitúa a la capital leonesa en un lugar avanzado de la investigación en la sostenibilidad.

Un enfoque integral de grupo

Empresas como Hidraqua, Hidralia o Aquona forman parte del grupo Agbar, cuyo compromiso con el cambio climático y la innovación energética cuenta con indicadores objetivos, planteados desde hace años.

El Rewater Global Plan del grupo establece, respecto al cambio climático, el objetivo concreto de reducir un 45% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y se centra en diversos aspectos del calentamiento global: mitigación del cambio climático; planes de resiliencia urbana ante el calentamiento global; políticas de residuo cero y economía circular y puesta en marcha de infraestructuras verdes y soluciones basadas en la naturaleza al servicio de ciudades más sostenibles y una economía descarbonizada.



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