La renovación del ciclo urbano del agua necesitará entre 2.221 y 3.858 millones de euros

La renovación del ciclo urbano del agua necesitará entre 2.221 y 3.858 millones de euros

Un estudio académico identifica las necesidades de inversión para renovar los servicios de abastecimiento y saneamiento en España, que tienen actualmente un déficit de entre un 70% y un 80% respecto a las necesidades reales de la red 


España tiene un déficit importante en infraestructuras de abastecimiento y saneamiento urbano del agua. Esta es la conclusión principal del estudio Análisis de necesidades de inversión en renovación de las infraestructuras del ciclo urbano del agua, elaborado la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Cátedra Aquae de la UNED de Economía del Agua, en colaboración la Universidad Politécnica de Cataluña. Según sus cálculos, faltan entre 2.221 y 3.858 millones de inversión anual para poder afrontar las reparaciones que necesita la infraestructura actual y poder mantener las redes de forma sostenible.

Según datos de AEAS, las operadoras están invirtiendo, con cargo a tarifas, 585 millones de euros anuales en renovación de infraestructuras. Esto implica que se está generando un déficit de entre un 70 y un 80% sobre las necesidades calculadas como ideales para el correcto funcionamiento de la red.

Los autores del estudio apuntan a que esto se debe a que «la mayor parte de los operadores no tienen la obligación ni el encargo de realizar dicha renovación de los sistemas urbanos», que dependen de los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Según esos mismos autores, sería necesario que las administraciones públicas encontraran una fórmula para financiar esas reparaciones. De esta forma, se evitaría el abandono actual de las instalaciones existentes

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Necesidades de inversión (en millones de euros) en renovación de infraestructuras del ciclo urbano del agua, por comunidades autónomas. Fuente: AQUAE/UNED/UPC/AEAS

Criterios de renovación

El estudio ha analizado en una primera etapa el número de activos y el valor total de las infraestructuras del ciclo urbano del agua, que asciende a 207.492 millones de euros. A partir de esa cifra, se ha buscado establecer unos criterios de renovación adecuados, es decir, cuántos años tienen que pasar para que la reforma de diferentes instalaciones de agua sea inexcusable.

Para ello, se han utilizado dos fórmulas: una basada en los límites teóricos y la otra en una encuesta a los principales operadores del sector. La primera tiene en cuenta el período técnico máximo en el que los sistemas de abastecimiento y saneamiento no se ven perjudicados de manera insostenible por el envejecimiento y la degradación de estas infraestructuras. Por otro lado, se ha trabajado también con un sondeo entre los técnicos de agua asociados a AEAS, en el que éstos han indicado cuándo deberían renovarse las instalaciones.

Eso sí, el cálculo técnico da como resultado unos períodos de renovación en años muy inferiores a los solicitados por los propios técnicos. De media, los operadores consideran que las diferentes instalaciones que componen el ciclo urbano del agua deberían cambiarse o repararse cada 54 años. Según el criterio puramente teórico, este plazo podría ampliarse hasta los 93 años.

Los autores del estudio señalan en cualquier caso que los criterios basados en límites teóricos están basados en premisas “optimistas e ideales”, que llevan implícitas unas “excelentes labores de mantenimiento y conservación”, una ficción que no se corresponde con la situación actual. Por eso, consideran la estimación realizada en función de las opiniones de los expertos como más cercana a la realidad del sector.

Necesidades de inversión

Es evidente que existe una brecha entre la opinión de los profesionales del sector del agua y los criterios puramente técnicos para calcular los periodos de renovación. Por eso, también bailan las cifras de inversión total en casi 2.000 millones de euros. Ese el espacio que separa el cálculo de la financiación de la operación renove del ciclo urbano del agua si tomamos en cuenta el coste teórico (2.221 millones de euros) y el reclamado por los técnicos (3.858 millones de euros).

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Necesidades de inversión a nivel nacional, según comunidades autónomas y los dos modelos diferentes utilizados en el estudio. Fuente: AQUAE/UNED/UPC/AEAS

El estudio también establece tres modelos de estimación para el esfuerzo inversor que tendrá que hacer el sector del agua a corto y a medio plazo. El primero es el canónico, basado en una distribución lineal de la renovación, pero está muy alejado de la realidad por los motivos citados anteriormente. Por ello, se plantean dos hipótesis adicionales. En la primera, se debe incluir un sobreesfuerzo de inversión en los primeros años para renovar aquellos activos que estén en por encima del período de renovación, lo que refleja la situación actual que exige la renovación exprés de varias infraestructuras debido a su antigüedad.

Si no se hiciera este sobreesfuerzo inicial, se entraría en un tercer escenario, en el que el déficit de inversión en origen tendría que verse compensado por una aportación extra durante un periodo de tiempo más largo, hasta que se llegase a ese primera situación canónica o ideal. Esta hipótesis refleja mejor la situación actual, ya que según los operadores hay que añadir al coste total la falta de inversión durante años en renovación de infraestructuras.

Andalucía y Cataluña, donde hace falta más inversión

Necesidades de inversión por habitante y año en renovación de infraestructuras del ciclo urbano del agua, por comunidades autónomas. Fuente: AQUAE/UNED/UPC/AEAS

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El estudio no se queda ahí y desglosa también esas necesidades por comunidades autónomas y estratos de población, para analizar la diferente distribución territorial que tienen estas instalaciones de agua. Aquí, aunque por supuesto hay diferencias en el coste total que tendría la renovación según la autonomía (derivadas de los dos cálculos), no cambia el orden de qué lugares necesitan un esfuerzo más importante.

Como es lógico, las comunidades con mayor población y extensión tienden a tener mayores necesidades de inversión. Así, Andalucía encabeza una lista en la que el top cinco se completa con Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y Castilla y León. Estas comunidades, que engloban casi al 65% de la población española y más de la mitad del territorio, suponen un total de más del 60% de la inversión total necesaria.

Por otro lado, las comunidades en las que la renovación supondría un menor coste son La Rioja, Cantabria, Navarra, Islas Baleares y Asturias. Casi todas, autonomías pequeñas y muchos casos uniprovinciales. En cuanto a los estratos de población, las áreas metropolitanas, las grandes poblaciones de más de 100.000 habitantes y las pequeñas ciudades de entre 20.000 y 50.000 habitantes suponen el grueso de las necesidades de inversión. Solo las ciudades intermedias (entre 50.000 y 100.000 personas) presentan infraestructuras que supondrían un menor esfuerzo en cuanto a coste total.



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