CIGAT Biofactoría convierte la EDAR de Ourense en un referente circular

CIGAT Biofactoría convierte la EDAR de Ourense en un referente circular

El proyecto CIGAT Biofactoría ha llegado a su fin, aunque no su legado porque este ejemplo de colaboración público-privada ha logrado transformar la EDAR de Ourense en una biofactoría que aspira a ser referente nacional y europeo gracias a su capacidad de obtener recursos estratégicos


El proyecto CIGAT Biofactoría ha finalizado este martes con la celebración del evento de presentación de resultados en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Ourense, donde Armando Ojea, teniente de alcalde del Concello de Ourense, ha comenzado agradeciendo a todas las entidades que han dado vida al proyecto “las sinergias tan positivas que han construido a lo lago de estos tres años”.

Para él, proyectos como este son clave para fomentar el desarrollo sostenible. En concreto, este nació en el 2015 de la mano de la cooperación entre la empresa Viaqua, del grupo Agbar, la Xunta de Galicia y el centro tecnológico de Cetaqua con el objetivo de “promover sistemas de depuración de aguas de forma descentralizada”. Según explica para El Ágora Celia Castro, responsable técnica del área de Biofactoría y Recuperación de Recursos en Cetaqua, esto se ha conseguido con la iniciativa CIGAT Biofactoría.

“El proyecto CIGAT Biofactoría ha sido la consolidación del proyecto. Su objetivo: promover la revalorización de agua y corrientes residuales del sector urbano e industrial en Galicia obteniendo subproductos de valor, de modo que se contribuya a un modelo de economía circular en lugar de a uno lineal”, nos detalla Castro.

En este sentido, se podría decir que la evolución de la EDAR de Ourense hacia una biofactoría se ha presentado como la pieza clave ya que se trata de la única infraestructura capaz de no solo limpiar el agua que utilizamos, sino de transformar los desechos del proceso en recursos de valor. Se trata, por tanto, de la adaptación de EDAR al siglo XXI, bajo el contexto del cambio climático.

“Una EDAR no es solamente una estación para tratar las aguas y reducir la contaminación, sino que puede ejercer de biofactoría, que no es más que un sistema o instalación en la que se obtiene agua limpia (imprescindible), pero además productos de valor a partir de los residuos y también energía”, comenta la responsable técnica.

Ejemplos en España hay muchos. La del Baix Llobregat, en Barcelona, gestionada por Aigües de Barcelona, que destaca por ser una de las mayores y más modernas plantas de saneamiento en Europa que, entre otras cosas, consigue un agua de tan buena calidad que se pueden inyectar directamente a los acuíferos cercanos, además de otros recursos de valor que la dotan de energía.

En el caso gallego, se ha trabajado a escala piloto para validar dos nuevas tecnologías aplicadas a diferentes sectores industriales. La primera de estas tecnologías estaba destinada a la obtención de ácidos grasos volátiles a partir de los fangos producidos en la EDAR de Ourense y de efluentes líquidos del sector conservero de pescado y mariscos.

Como explica Celia Castro, estos ácidos son capaces de sustituir las materias primas fósiles y de gran interés para industrias como la petroquímica, de lubricantes o plásticos. La cantidad de recursos que se pueden obtener es significativa para Celia María Castro si se considera los fangos generados por el sector urbano en Galicia.

“En la actualidad, se generan aproximadamente 40.000 toneladas de fangos. Según los resultados de esta unidad mixta, se podría recuperar hasta el 30% de contenido de materia orgánica en forma de ácidos grasos volátiles, lo que es una cifra relevante”.

La segunda tecnología, por su parte, se centra en la obtención de compuestos con propiedades antioxidantes, en concreto polifenoles, a partir de los residuos generados en el sector vitivinícola y aceitero, con resultados positivos a escala local. “Ahora mismo ambas fases quedarían bajo observación para promover en el futuro su industrialización”, aclara la experta, que cree que los modelos desarrollados en CIGAT pueden servir como referencia, tanto a nivel nacional como a europeo.

“Aquí en Galicia nos hemos centrado en el sector lácteo y en el sector conservero, pero se podría aplicar en otro tipo de sectores, como podría ser el aceitero o cualquier otro donde el agua residual tenga una alta proporción de materia orgánica. La tecnología existe y estas son las biofactorías”, aclara.

Ahora bien, la clave será el marco en el que se desarrollen los proyectos. En este caso, como destaca la responsable técnica, la colaboración público-privada ha sido fundamental “no solo por los fondos que se reciben, sino porque de este modo nos alineamos con los intereses y necesidades que hay en el ámbito privado, industria, y también en lo que se está demandando en la sociedad y en el ámbito público”.

“Es fundamental, no sabría decir si lo mismo no hubiese sido factible tener este proyecto sin estos fondos, pero si son clave”, subraya la experta. En este sentido, Marcos Martín, Director General de Viaqua, recalcó en el acto la importancia de seguir apostando por proyectos que ponen la colaboración público-privada en el centro de la estrategia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

«En Viaqua apostamos por la investigación, el desarrollo y la innovación, porque son una palanca fundamental para afrontar los retos presentes y futuros. Este convencimiento, combinado con modelos de colaboración público-privada como las Unidades Mixtas de la Xunta de Galicia, y los más de 50 años de experiencia en Galicia, y más de 154 años de experiencia de Agbar, nos permiten situarnos a la vanguardia de la prestación de servicios de gestión de ciclo integral del agua y servicios medioambientales” destacó Marcos Martín.

Conselleiro de Economía, Empresa e Innovación de la Xunta de Galicia, Francisco Conde. | Foto: Viaqua

Para finalizar el acto, el vicepresidente económico y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación de la Xunta de Galicia, Francisco Conde, quiso hacer hincapié en que esta Unidad Mixta de Investigación permite “convertir las EDAR en auténticas biofactorías en la búsqueda del modelo de residuo cero”.

Durante su intervención, también puso de manifiesto la importancia de la colaboración público-privada para impulsar la transferencia de conocimiento, captar talento y facilitar al tejido empresarial ganar en competitividad desde a I+D+i.

Las investigaciones desarrolladas en CIGAT Biofactoría no finalizan con esta Unidad Mixta. Viaqua y Cetaqua, en su compromiso de impulsar la EDAR de Ourense como biofactoría de referencia y alcanzar el residuo cero, van un paso más allá con la puesta en marcha del proyecto WALNUT, financiado por el programa de investigación e innovación europeo Horizonte 2020.

El objetivo de WALNUT, liderado por CARTIF y con un consorcio de 14 participantes de 8 países europeos distintos, sigue alineado con la estrategia de CIGAT Biofactoría de promover la economía circular en el sector de las aguas residuales. Sin embargo, las líneas de investigación se centrarán esta vez en recuperar los nutrientes y valorizarlos en forma de biofertilizantes. En este sentido, tanto el pilotaje como las pruebas en suelo se realizarán en suelo gallego y permitirán dar un paso más a la EDAR de Ourense como ejemplo de biofactoría.


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