La Generalitat Valenciana ha dado luz verde a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para el fomento de la Economía Circular que entre otras novedades incorpora la gratuidad del agua del grifo obligatoria en hostelería y restauración



La Comunidad Valenciana se suma a la circularidad tras la aprobación esta misma mañana en Les Corts de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para el fomento de la Economía Circular en la Comunitat Valenciana .
Entre las medidas estrella está la creación de la citada Agencia Valenciana de Residuos, un nuevo organismo que a través de la oficina de prevención de residuos y el fondo ambiental de política de residuos y economía circular impulsará y controlará todas las actuaciones y seguimiento, además de gestionar los fondos, realizar campañas de educación ambiental o guiar a los municipios.
Una apuesta por el agua del grifo para reducir residuos plásticos
La nueva ley introduce novedades como la recuperación de un importe abonado por el consumidor cuando retorne el casco a un establecimiento (seguramente, se pondrá precio a las botellas); sistemas de devolución y retorno por incentivo económico para botellas de plástico de bebidas con una capacidad inferior a tres litros; la obligación de bares y restaurantes de servir gratis agua del grifo a todos los clientes que lo soliciten; evitar que alimentos en buen estado, y que todavía puedan consumirse, no acaben siendo desechados en los diferentes puntos venta a través de la lucha del derroche alimentario y el fomento de su donación; la implantación de sistemas de recogida puerta a puerta; la reducción de los residuos dispersos en el entorno natural, agrario o marino.
Este último objetivo ha sido uno de los escollos de la votación que se ha salvado permitiendo finalmente que las podas agrícolas se sigan considerando como restos, y no residuos, por lo que se permitirá la quema de desperdicios agrícolas.
La nueva norma favorecerá la oferta de productos a granel o la implantación de envases reutilizables comerciales e industriales; o favorecer el desarrollo de un tejido comercial de venta de productos de segunda mano, reutilizados o reparados para así contrarrestar la obsolescencia programada.
Este texto persigue dos objetivos fundamentales: uno general de establecer medidas destinadas a proteger el medio ambiente y la salud humana, mediante la prevención y reducción de la generación de residuos y de sus impactos adversos en el medio ambiente, y la reducción del impacto global del uso de los recursos y la mejora de su eficiencia.
Otro de los objetivos específicos, aplicable a determinados productos de plástico para prevenir y reducir su impacto en el medio ambiente, en particular en el medio acuático, y en la salud humana.
En definitiva, trata de gestionar los residuos adecuadamente, pero también de utilizar esos residuos como recursos para generar otros productos o sustancias favoreciendo así el paso de una economía lineal (producir-consumir-tirar) a una circular donde se apuesta por un sistema respetuoso con el medio ambiente y basado en la prevención, reutilización, reparación y reciclaje.
Este modelo permite extender la vida útil de los productos, dotarlos de una segunda vida y la recuperación de materiales, según recoge el texto normativo.
La nueva ley establece unas orientaciones estratégicas y una serie de objetivos para el año 2030 como reducir la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2 equivalente; reducir en un 30% el consumo nacional de materiales en relación con el PIB, tomando como año de referencia el 2010 y reducir la generación de residuos un 15% respecto de lo generado en 2010.
Mejorar un 10% la eficiencia del uso del agua
Además pretende mejorar un 10% la eficiencia en el uso del agua; reducir la generación de residuos un 15% respecto de lo generado en 2010; reducir la generación residuos de alimentos en toda cadena alimentaria, un 50% de reducción per cápita a nivel de hogar y consumo minorista y un 20% en las cadenas de producción y suministro a partir del año 2020.
De esta manera la Generalitat quiere contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e incrementar la reutilización y preparación para la reutilización hasta llegar al 10% de los residuos municipales generados.
Tramitación de la Ley de Economía Circular de Andalucía
El Pleno del Parlamento de Andalucía ha dado luz verde a la tramitación del proyecto de Ley de Economía Circular de Andalucía (LECA), con la que se pretende apostar por la sostenibilidad medioambiental como una gran oportunidad para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo mediante la optimización de los recursos. Un texto muy participado como resultado del diálogo, consenso y escucha activa entre diferentes instituciones, asociaciones, agentes económicos y sociales y ciudadanos.
Según ha señalado el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, durante su comparecencia en sede parlamentaria, «se trata de una ley municipalista que recoge medidas para la implementación de las estrategias locales en materia de residuos. Además, es una herramienta fundamental que emana de los principios de la Revolución Verde para compatibilizar el desarrollo económico con la protección de nuestros entornos naturales».
Así, ha explicado que es «una ley pionera con la que Andalucía marcará el paso hacia una economía verde, ofreciendo instrumentos de planificación a los ayuntamientos para que éstos elaboren, aprueben, implanten y ejecuten en materia de residuos».
