Detectan un máximo histórico de coronavirus en aguas residuales

La concentración de COVID-19 en aguas residuales alcanza un máximo histórico

El análisis de 28 estaciones depuradoras durante la tercera semana de diciembre desvela una concentración de coronavirus en aguas residuales que no se había alcanzado hasta la fecha: un millón de copias genéticas de SARS-CoV-2 por litro


Un año después de la primera inyección de la vacuna contra el coronavirus en España, el país se sumerge en una nueva ola de contagios que no ha hecho sino alimentar la preocupación por la expansión de un virus que parece imparable, y más con la variante ómicron en pleno auge.

En este contexto, las navidades han puesto sobre las mesas cenas y comidas acompañadas de un ambiente agridulce mientras las Comunidades Autónomas implantaban restricciones severas. Y es que para muchos, esta sexta ola de coronavirus está de camino a ser peor que la que vivimos el año pasado por estas mismas fechas cuando nadie estaba aún vacunado.

Las pruebas de antígenos y PCR ayudan a realizar una radiografía de la situación, pero no son la única fuente de información ya que las aguas residuales también ofrecen una visión del escenario al que estamos sometidos. Así, con los datos del proyecto VATar-COVID-19, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha anunciado que se han registrado concentraciones de récord.

En concreto, el análisis de las aguas residuales entre los días 12 y 18 de diciembre de 38 depuradoras repartidas por toda España, han resultado los más altos de la serie histórica que comienza en junio de 2020, registrándose de media en las EDARs del proyecto más de un millón de copias genéticas de SARS-CoV-2 por litro, cifra que no se había alcanzado hasta la fecha.

Además, los laboratorios asociados al proyecto VATar-COVID-19 han diseñado un ensayo PCR específico que permite detectar la presencia de mutaciones exclusivas de las variantes de SARS-CoV-2. Para esta prueba PCR, similar a las empleadas en clínica, se añaden dos sondas: una 100% complementaria a las secuencias que contienen las mutaciones específicas e identitarias de las variantes del virus y otra que detecta de forma general el resto de sus secuencias o genomas. Esta técnica permite, por tanto, estimar la proporción relativa de una variante respecto al total de genomas presente en la muestra de agua residual.

Como novedad, después de un duro trabajo por parte de los laboratorios del proyecto, se ha conseguido obtener en un tiempo récord la mutación específica de la variante Ómicron (B.1.1.529), lo que permitirá próximamente su identificación y la estimación de su proporción en las muestras.

Mediante el análisis de las aguas, y tal y como apuntan estudios publicados hasta el momento, se puede detectar el coronavirus excretado por personas asintomáticas, presintomáticas, sintomáticas y mal diagnosticadas. La detección de la variante Ómicrom, por tanto, será fundamental para identificar las poblaciones afectadas, pues gracias al nivel de vacunación, muchos de los que pudieran estar infectados podrían no mostrar síntomas.

Las EDARs incluidas en el proyecto VATar-COVID-19 representan aproximadamente el 25% de la población censada en España. Los resultados de estos análisis se reflejan en los informes que se envían a las correspondientes autoridades sanitarias para su conocimiento y se publican en la página web del Miteco para la consulta de cualquier ciudadano.



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