Los embalses del Guadalquivir comienzan el año hidrológico con un 20% menos de agua respecto a la media de la década. La situación ha provocado la declaración de la situación de emergencia y se baraja activar el protocolo de sequía el 2 de noviembre



La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha comenzado el nuevo año hidrológico con un déficit respecto a la normalidad que supera los 1.600 hm3. En porcentaje de ocupación respecto a la capacidad de embalse, supone un 20,4% menos de reserva de agua en comparación con la media de los últimos diez años. Ante esta situación, la Confederación ha declarado la situación de emergencia en los embalses de la cuenca del Guadalquivir debido a la actual reserva de agua y ha previsto que, «si todo continúa como hasta ahora», el 2 de noviembre se activará el protocolo de sequía.
Así lo ha manifestado el presidente de la CHG, Joaquín Páez, quien ha asegurado que las reservas actuales de agua tienen números «preocupantes y difíciles de gestionar«.
«Si todo se desarrolla como está previsto, desgraciadamente, el día 2 de noviembre declararemos la sequía y a partir de ahí, pediremos que entre en funcionamiento el Real Decreto Ley para esta situación y seguiremos trabajando con los regantes para gestionar el agua«, ha señalado.
Asimismo, ha indicado que «ya tienen» las primeras medidas tomadas, como la retirada de 400 hectómetros cúbicos para garantizar el abastecimiento «que no está comprometido de dos a tres años», tras añadir que «los regantes tendrán nuevas limitaciones si no llueve por cuestión de matemáticas».
«Hay mucha menos agua, 1.665 hectómetros cúbicos menos que la media de todos los años en octubre, eso es una barbaridad, la quinta parte menos«, ha manifestado.
Por último, ha pedido a los regantes «que sigan con su compromiso y su buen hacer«. «Trabajaremos juntos para paliar los efectos de esta sequía que vamos a sufrir todos, pero ellos en especial», ha concluido.